El fin de semana, en la revista del Sábado, es entrevistado Álvaro Fischer, presidente de la Fundación Chile. Entre otras cosas, se refiere a innovación, desarrollo, calidad de la educación, etcétera. En un momento, consultado acerca de los lastres de la mentalidad chilena que atentan contra la innovación, responde: “… creo que tenemos un exceso de Padre Hurtado en el alma nacional. Que la labor del Padre Hurtado simbolice a Chile es, quizás, un lastre que se opone a una mirada centrada en el esfuerzo, la superación, el crecimiento y la competencia”.
Es cierto que la frase es polémica, y eso se agradece. Sin embargo, cuesta entender lo que Fischer quiere decir. ¿Apunta a que la caridad y ayuda a otros limita el esfuerzo de cada persona? ¿No reconoce la gran capacidad de emprendimiento, creación e innovación que transmite la figura del Padre Hurtado?
Comparto que en Chile existen enormes trabas para la innovación, pero en mi opinión, varias de ellas tienen que ver con una falta de Padre Hurtado y no con un exceso de su pensamiento y figura.
Evidentemente en Chile habría más innovación si la sociedad fuera más equitativa y justa, si tuviéramos un sistema educacional de calidad, si existiera un sistema de protección social que entregara garantías mínimas, si nuestra participación política fuera mas informada y comprometida.
También habría mucha más innovación si asumiéramos la mentalidad práctica y emprendedora de Alberto Hurtado, su capacidad movilizadora, su liderazgo, su destreza comunicacional y su creatividad. También su enorme habilidad para reflexionar sobre la práctica y aprender de la experiencia.
Seríamos más creativos e innovadores si reconociéramos la importancia de aprender del fracaso, de perseverar a pesar de las dificultades, de ponerse grandes metas y sueños. Hacer preguntas esenciales y polémicas, desafiar creativamente lo establecido, distinguir medios de fines, son fundamentales para ver soluciones donde otros ven problemas, apreciar las oportunidades cuando el resto ve dificultades y trabas.
En resumen, a Chile le falta el espíritu del Padre Hurtado y creer que su legado constituye un lastre para la innovación y el desarrollo es, probablemente, una mirada muy reducida del legado e inspiración del Santo Chileno.
Comentarios
11 de enero
No sólo se enuncian «el esfuerzo, la superación, el crecimiento y la competencia» como objetivos, si no que como valores. Rescatables todos en su justa medida, si no se considera también la colaboración, la solidaridad, la dignidad y la igualdad, más bien evidencia una apología al darwinismo social inherente al liberalismo económico.
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11 de enero
Tan sencillo que resulta hablar de «exceso de Padre Hurtado» desde las cómodas oficinas de la Fundación Chile en Santa María de Manquehue, barrio que representa como ninguno los «excesos» de las desigualdades de nuestro modelo de desarrollo socioeconómico.
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13 de enero
Yo creo que se entiende bien lo que dice… es un exceso de paternalismo que deriva en un exceso de infantilismo.
Si algo odiaba de Chile no era a los empresarios o jefes, sino el comportamiento de la clase dominada y su profundo problema de cobardía, producido por una falta de educación: odiaban al jefe internamente, descueraban al gerente con sus pares de menor rango y se creaban todo tipo de historias sobre los patrones y otros actores… en las sombras todos odiaban al jefe, gerente, dueño, patrón, pero nadie, ninguno se atrevía a decirlo a la cara, ¿porque?, porque todos eran pobremente educados y por lo tanto, todos son fácilmente reemplazables. Ningún trabajador bien calificado tiene miedo de perder el trabajo por dar su opinión o negarse a cumplir ordenes abusivas, ¡al contrario!, felices se van de donde están y ojala peleando, porque cualquier movimiento de trabajo significa mejor salario y mejores condiciones. Pelear significa crear enemigos ahí donde conviene hacerse notar y no, como las mayorías pobremente educadas piensan, el futre hablará con otros futres y ya no tendrás trabajo en ningún campo.
Si, los poderes pecan de desidia y autocomplacencia, pero creo que es hora de dejar de creer que siempre tiene que venir papi o mami (gobierno, instituciones, empresarios) a ayudarnos cuando necesitamos algo. Supongo que es algo de madurez mental que hace falta de los hijos: para los padres, los hijos siempre serán niños, somos nosotros quienes debemos emprender la tarea de salir de casa y comenzar a pagar nuestras propias cuentas y arriendo y no las cuentas y arriendo de nuestros padres. No me extraña que sean adolescentes los que comenzaron a revelarse contra el padre estado y la madre empresa… y contra el padre Hurtado también hay que revelarse, porque tarde o temprano, los padres envejecen y mueren… no se puede contar con ellos para toda la vida.
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18 de agosto
etraño
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18 de agosto
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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18 de agosto
no
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13 de junio
Conozco un poco mas en directo la realidad de Alberto Hurtado por haber sido profesor de mi suegro.
Personalmente creo que Alberto Huratado tenía como vocación fundamental, el cristianismo social, una clara opción por los pobres y sus derechos. Tuvo una gran oposición ( de la q poco se habla ) y presión de la aristocracia de la epoca, la que presionó al arzobispado por este cura “rojo”’ ( asi se referían a el ) y este terminó prohibiendole su participación en los movimientos sociales ( como la ASICH ) y el escribir libros como “ ¿ Es Chile un país Católico ? “ y mas. Esto lo sumió en una profunda tristeza y fue entonces que desvió sus esfuerzos hacia la fundación del Hogar de Cristo.
( Que hoy se le presenta casi como su unica y gran obra y que claramente ha desviruado las intenciones de su fundador al buscar recursos en empresas que hacen publicidad comercial de sus aportes perdiendose asi en una obra solo de acogida y ayuda y olvidando la palabra que esta SOBRE lo anterior; LA JUSTICIA.).
Hago esta aclaración porque un Alberto Hurtado actual, sería de seguro aun mas revolucionario en su enfoque y en su acción preferencial.
Roldano Solari Ratto
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