Delincuencia y seguridad pública en Chile

Facilitemos la adquisición de armamento por parte de familias que han sido víctimas de dos o más delitos dentro de sus viviendas. ¿Qués es el estado de derecho? Es la eficacia relativa del Estado en el dominio por la fuerza sobre determinado territorio. Pero ahora el Estado ha limitado a si mismo el uso de la fuerza, renunciando por ejemplo a la pena capital y otorgando más garantías al delincuente. Esa disminución de la eficacia del Estado debe ser compensada por otra fuerza. En este caso por la fuerza ciudadana.

Estimada Marcela. La autodefensa es un derecho. Que uno haga mal ejercicio de ese derecho, es otra cosa, pero sigue siendo un derecho. ¿Que hay psicópatas en los Estados Unidos matando gente? También los hay acá, y también matan gente. La diferencia es que acá muere gente indefensa. La autodefensa es una buena idea cuando el Estado no cumple con su deber de proporcionarnos seguridad. Estoy de acuerdo de todos modos con obligar a trabajar a los delincuentes, ¡pero no hacerlo es una garantía! Forzarlos atenta contra los derechos humanos. Respecto de que no sienta pena con la muerte de un delincuente, pero a la vez no esté de acuerdo con la disposición del armamento adecuado dificulta las cosas, y bastante. Pero acepto el desafío y probaré con destornillador y martillo.

Caso de un delincuente de ocho patas:

Me topé con dos perritos de esos tipo amorosos, tipo chascones y pequeños. No tan pequeños, eso sí, porque juntos han casado gallinas y quizá otros plumíferos de tipo menor, además de atacar a crías de chivos. Cuando me di cuenta, a uno lo habían dejado herido. Había quedado solo luego de irse las cabras a otro lugar. Estaba herido y en shock… ¿Qué hago si los perritos cazadores vuelven?… Para el caso debieran ser delincuentes, o peor que eso. Conversando con la gente del lugar alguien me dijo, les ponemos guache, otro, si me da un pollo, los hago desaparecer. Bajo la perspectiva de don Lisandro, supongo que el caso podría llegar a determinar herirle al menos una pata de las ocho al equipo de los dos perritos, para que ya no fuera capaz de cazar y/o torturar hasta la muerte a los chivitos, con las subsecuentes posibilidades de no sólo herirles una pata, sino que incluso darles eventualmente muerte por un disparo mal hecho, si con un arma y a distancia se intentara aquello… Complicado… ¿Qué pasó al final? … Decidí dejar lugar al juicio de Dios… (Ya saben, soy peón aspirante a cristiano)…

Pasaron uno o dos días desde cuando el caso ya había sido evaluado por durante unos dos días más, y una mañana apareció uno de los perritos en «la puerta» y para más recórcholis y cáspitas, me siguió moviendo la cola. Lo acepté un rato. Le dejé de poner atención y después de unos momentos, andaba detrás de unos pollos… Me dije, hace lo mismo que otros dos perros que viven amarrados, porque si los soltamos, cazan el animal de campo que pillen… Me había gustado la opción de hacer realidad la idea de alimentarlo yo en vez de que no lo alimentara su dueña, que por hambre pienso que cazaba. Así es que así sucedió. Lo amarré y me preocupo que tenga su comida, agua y un techo y así preservo su vida hasta que el Señor de la justicia diga otra cosa… (Antes otro de sus perros nos había cazado animales y dejé una constancia en carabineros, que si el perro lo atrapaba en «en mi jurisdicción», lo amarraría y cuidaría, para que no me cazara más)… Mi conclusión es que a veces las cosas pueden cambiar mucho de rumbo con sólo un poco de paciencia, en mi caso confianza en el juicio de quién está encargado de administrar juicio y misericordia…

Claro, comprendo que se habla de otra clase de delincuencia, la de personas, pero, para cuyo caso, además de no creer que las armas sean una solución, pienso que encarcelar y encarcelar gente tampoco lo es. Si la rehabilitación de una persona, desde el punto de vista carcelario o protector como ejercicio de lo que el Estado hace al respecto, cuando lo hace, es superior a 200.000 pesos. Luego, esto quiere decir que los recursos que se destinan a tal programa pueden tener un uso que acepte innovaciones y mejoras y seguro con el tiempo llegaremos a encontrar mejores soluciones. A mí, en particular, me gusta la idea de complementar tal cosa que sea una solución directa, con hechos que también representan inversión del Estado, pero, en otras carteras, pero, que son complementarias de las soluciones que se podrían crear. Por ejemplo, la forma de invertir en desarrollo urbanístico a nivel nacional, en donde se privilegia tanto el desarrollo del Á. Metropolitana. Al respecto, recién la noticias anunciaban un corredor de nueve kilómetros de largo para un tranvía. Moderno, todo lo que quieran, pero, no resuelve el problema de transporte de una ciudad tan expandida como Santiago, según la opinión de un experto que hablaba en la radio.

El drama es que repartir dineros estatales a proyectos es un negocio y grande, entonces, la tendencia es que el Estado seguirá colocando dineros para transantiaguinizar más aún el Á. M., posiblemente por intereses de tipo relacionado a las utilidades que tienen algunas empresas de ello. Suena feo, pero, ¿quién lo puede explicar de otro modo?… Hasta el propio hijo de la Sra. Presidenta parecía que estaba en el negocio de la especulación financiera asociada a «pronósticos de crecimiento» de un plano regulador… Si eso hace, imagínese usted, «el hijo de la Presidenta», que más no harán otros que no son personas tan visibles ante los demás que los miran con ojos atónitos y se preguntan ¿en realidad esto sucede?…

Personalmente soy partidario de educar a las personas, especialmente cuando son niños, para que no se aparten de su camino. Ya me he referido a qué clase de educación en otro artículo de delincuencia, así es que nada más diré al respecto, porque, a todo esto, lo inoperante de esto, es que la gente habla del tema con su mayor interés de ser un aporte, pero, no decidimos nada al respecto, por más que pensemos que es algo en lo que pudiéramos incidir de forma participativa, pero, como sabemos o yo imagino, no incidimos, porque sólo rayamos votos, porque no vivimos en democracia, ya que un grupo de personas, apoyado por las circunstancias y la falta de organización de la people del pueblo, mantiene a la patria comportándose como una balanza de justicia social que parece injusta o inclinada para favorecer a algunos sectores o territorios, en desmedro de otros…