Durante la Dictadura, mi Padre escuchaba religiosamente los comentarios del cura Hasbún, leía El Mercurio y veía las noticias de los noticieros oficialistas; una hora y media de tortura familiar todos los días. Digo “tortura”, ya que el viejo generalmente terminaba molesto o indignado, dependiendo del nivel de mentiras que se escuchaba. De ahí aprendí la palabra “estulticia”, que era la preferida por él para denostar la calidad profesional de los periodistas.
Con el correr del tiempo empecé a seguirle la corriente y a preguntar de todo. Me recuerdo cuando pregunté por qué escuchaba al Cura Hasbún si era tan molesto, si era tan malo y sindicado como "culpable" del asesinato de un guardia cuando fue Director de la señal de Canal13 en Concepción. Mi viejo me replicó que "para poder opinar de la contingencia nacional hay que estar bien informado". Es decir, hay escucharlos a todos.
En otras casas también se escuchaba religiosamente al Cura Hasbún, se sintonizaba Canal 13, sólo se leía noticias de El Mercurio, y se escuchaba Radio Agricultura. El resto era propio de "comunistas intrínsecamente perversos" y no debían ser oídos.
Hoy, la vida no cambia mucho. Los "adultos burbuja" se mantienen en su formato de Radio Agricultura + Canal 13 + Diario El Mercurio. Han aparecido otras opciones, como La Tercera, Megavisión y Chilevisión, pero con reparos. En estos ambientes cualquier opinión discordante es cuestionada de inmediato, ya que no hay "suficiente credibilidad" de su veracidad.
En mi propia familia, trato de mantener la amplitud de criterio y escucho a Hasbún en Megavisión, quien continua con su "cuentacuentos" de siempre; escucho a De la Carrera, o a Hirane y Melnick en la Agricultura, quienes mantienen los tradicionales estilos con una gracia increíble y comentan entre otras "boludeces" que la popularidad de Michelle Bachelet se debe al voto de "amigos y parientes". Respecto de El Mercurio, nunca lo he comprado, pero lo veo en internet, al igual que La Tercera y sus derivados. A mis hijos no les pauteo nada, esperando que tengan su propio pensar, aun cuando nunca vi televisión chilena con ellos: puro cable CNN, BBC y otras "yerbas" de dudosa procedencia.
Igual esto es raro, ya que también me sulfura tanta estulticia y creo necesario escucharlas para justificar esta columna. Déjà vu!
Comentarios
10 de septiembre
No eres el unico, tambien recuerdo a mi padre haciendo lo mismo, refunfuñando al ver TVN , y luego escuchar la Cooperativa….para saber que habia pasado en realidad…cuando le cuento a mis hijos me miran con cara de incredulidad, como cuando les digo que antes la TV era en blanco y negro…..buena tu entrada
0