Luego que se conociera que el diputado Gabriel Boric estaba con licencia médica para recibir tratamiento por el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que sufre desde niño, surgen diversas dudas sobre qué es este trastorno psicológico y cuáles son los síntomas más característicos que lo definen, ya que a diario la mayoría de las personas tiene algún tipo de conducta obsesiva pero no necesariamente corresponden a un TOC.
El TOC es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por pensamientos e ideas recurrentes y persistentes que producen temor, preocupación e inseguridad, los que llevan a tener conductas compulsivas dirigidas a la ansiedad asociada. Éstos se pueden iniciar en la adolescencia de forma gradual por crisis de ansiedad y de angustia, y se va intensificando en etapas de mayor estrés.
Este tipo de trastornos se identifican cuando la persona no puede dejar de realizar ciertas conductas para disminuir la ansiedad, como por ejemplo lavarse las manos 10 veces, cerrar las puertas reiteradamente hasta asegurarse que estén bien cerradas, no caminar pisando las líneas de las veredas, etc. En algunos casos, puede estar centrado en adquirir enfermedades, gérmenes, o temores de contaminarse relacionarse con otros, tocar a otros, por ejemplo, o también la necesidad de tener todo ordenado simétricamente, ordenar la ropa el closet por colores, etc. lo que finalmente termina interfiriendo en la vida diaria de una persona.
Existen diversos rasgos obsesivos, pero es un TOC cuando ya la persona no puede vivir tranquila si no realiza estás conductas para disminuir la ansiedad, y también se identifica cuando afecta al entorno de la persona, como su entorno laboral y personal, además de algunos problemas de salud y una mala calidad de vida. Los pensamientos e ideas TOC son irracionales, por lo que es importante consultar a psiquiatra y psicólogo para poder tratarlo en ese momento.
Respecto a sus tratamientos, primero se debe averiguar de dónde vienen esos pensamientos y disminuir la sintomatología, y generalmente se ocupan medicamentos y psicoterapias para ir disminuyendo sus episodios de ansiedad, los que deben ir bajando a medida que avanza el tratamiento. En ocasiones, puede que éstos no resulten efectivos en eliminar totalmente estas acciones, pero puede ayudar a controlar los síntomas para que no controlen y entorpezcan la vida diaria de quienes padecen estos trastornos. En algunos casos, hay quienes necesitan tratamiento durante toda la vida, por lo que acá lo principal es controlar los síntomas con el objetivo de tener una mejor calidad de vida.
El tratamiento más efectivo es una combinación entre las psicoterapias y el consumo de medicamentos. Por el lado de una terapia, existe una efectiva para muchas personas con trastorno obsesivo compulsivo, donde se trabaja la exposición con prevención de la respuesta (EPR), que implica la exposición gradual a objetos temidos u obsesiones, como la suciedad, por ejemplo, y enseñar maneras saludables para hacer frente a la ansiedad. La EPR implica esfuerzo y práctica, pero se puede lograr mejor calidad de vida una vez que se aprende a controlar las obsesiones y compulsiones. La terapia puede desarrollarse en sesiones individuales, familiares o grupales, pero lo más importante es saber de dónde vienen estás obsesiones y por qué se produjeron para luego realizar el tratamiento, por lo que siempre es importante realizar una entrevista completa al paciente desde su infancia en adelante.
Y en cuanto a los medicamentos, existen determinados fármacos psiquiátricos que pueden usarse para controlar las obsesiones y compulsiones propias del TOC. Lo más frecuente, es que primero se indiquen antidepresivos y posteriormente, en base a los resultados, puede que el especialista administre otros medicamentos psiquiátricos.
Lo ideal es controlar de manera efectiva los síntomas con la menor dosis posible y no es común probar distintos fármacos antes de encontrar correcto para el paciente, por lo que se debe considerar que una eventual mejora podría advertirse recién al cabo de semanas o meses y estar atento a algunos efectos secundarios, ya que todos los psicofármacos tienen potenciales efectos secundarios.
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