Chile en los últimos años ha buscado firmemente disminuir las desigualdades desde los primeros años de vida, intentando por diferentes medios estrechar cada vez mas las brechas entre los recién nacidos, proyectando así una ciudadanía con igualdad de condiciones y acceso.
Una de las propuestas del estado es el Programa Nacional de Apoyo al Recién Nacido/a (PARN), creado el 22 de enero de 2009, estrategia monitorizada y propuesta dentro del subsistema Chile Crece Contigo (ChCc), parte del Ministerio de Desarrollo Social. El objetivo del mismo es entregar una serie de beneficios materiales y de apoyo a la familia del recién nacido. En 2014 más de 150 mil familias han sido beneficiadas y favorecidas con el set de implementos entregados y refieren el 84.9% de asistencia a talleres formativos en centros de atención primaria de salud.
Podríamos decir que este programa se ubica dentro de los Determinantes Intermedios, intentando resolver asuntos en áreas desde las circunstancias materiales pasando por factores conductuales y factores bioconductuales.
Programa de Apoyo al Recién Nacido y estrategias de fortalecimiento de vínculo Familia/hijo
Dentro de los determinantes sociales de salud, el denominado Primeros años de Vida es un uno de los más relacionados con este programa, ya que busca de manera directa mejorar el desarrollo del nuevo integrante de la familia desde su concepción, intentando integrar y controlar con estrategias enfocadas al control prenatal así como postnatal.
Dentro de los beneficios que este programa ofrece, uno de los más llamativos o importantes es el aprobado por Decreto Supremo No4 en el año 2015, que consta de un set de implementos, el cual es informado dentro de los alcances del programa como estrategia educativa para capacitar a las familia sobre el uso de artículos en los cuidados básicos de crianza temprana, además entrega materiales educativos de apoyo a los talleres prenatales.
Es posible decir, que estos implementos sirven de alguna manera para entregar herramientas a las familias con menos acceso. Debemos entender esta estrategia como una manera de mejorar el desarrollo del recién nacido, entendiendo que dentro de los determinantes de salud hay temas relacionados con la posibilidad de que sus familias y/o sostenedores tengan condiciones de vida que les permitan pertenecer a un estructura social con bases sólidas, entendiendo estas como acceso a un trabajo regular , acceso garantizado a la salud, y un sistema económico que permita el buen desarrollo del grupo familiar como un todo.
El año 2016 el Gobierno informó un gasto asignado de M$90.348.- para este programa, distribuidos en todos las áreas que conlleva la puesta en marcha de este. Es desde esta perspectiva que el gobierno intenta de alguna manera integrar a cientos de familias a un desarrollo integral y participativo del niño.
Considerando los Determinantes Sociales de Salud, esto intenta cumplir con lo propuesto por la OMS para los efectos de desarrollo “ Las malas condiciones sociales y económicas plantean la amenaza más grande en el crecimiento infantil y trazan una trayectoria social y educacional deficiente para niños y niñas” (R. Willkinson y M. Marmot). Si bien esta es una forma de apoyo a las madres y su circulo familiar, es una estrategia que no contempla en desarrollo integral, pero sí se articula con otros programas a futuro, buscando este objetivo.
El PARN, como se ha mencionado forma parte de Chile Crece Contigo, estrategia del Ministerio de Desarrollo Social, intentado asegurar temas tan importantes como la inclusión, apoyo social, la participación de la ciudadanía y como el destacado en esta oportunidad el desarrollo infantil desde los primero años de vida. Podríamos decir que este programa se ubica dentro de los Determinantes Intermedios, intentando resolver asuntos en áreas desde las circunstancias materiales pasando por factores conductuales y factores bioconductuales. El concepto de “embodiment” pretende explicar la manera con la que se incorporan en el cuerpo biológico las circunstancias materiales y sociales del mundo en que vivimos, desde antes de nacer hasta la muerte, cómo la historia individual y social atraviesa las maneras de existir, enfermar y morir. La teoría ecosocial, por su parte, integra el razonamiento biológico-social con la perspectiva histórico-ecológica. Según esta aproximación, el desarrollo de ambientes saludables es necesario porque si el entorno no es adecuado, tampoco lo serán la biología humana, el estilo de vida y la organización de la atención de los servicios.
Se puede evidenciar que el Estado tiene los temas de Desarrollo Social desde los primeros años presentes a la hora de realizar sus programas de gobierno, intentando con estas herramientas alcanzar la equidad dentro de la población con menos posibilidades. Son muchos los determinantes que se cruzan al momento de pensar en políticas de salud, ya que estas de alguna manera deben articularse para alcanzar en todas las etapas de la vida de una sociedad estándares de calidad de vida que permitan desarrollarse en plenitud.
Hacia un futuro con mejor desarrollo desde la infancia
Las desigualdades e inequidades son muchas y evidentes en diferentes ámbitos. En salud se crean estos programas de manera programada y posiblemente replicables, lo cual generará accesos a la población con menos recursos. Sin embargo, los programas están destinados para la población general que requiera de estos, asegurando la igualdad de oportunidades, independiente de la posición socioeconómica.
Pensar en un futuro con niños en igualdad de condiciones de salud, sociales y acceso a sistemas educativos de calidad, es seguro una de las estrategias con mas interés de todos los gobiernos. Chile en la última década ha implementado múltiples de estos programas con el objetivo de acercarnos cada vez más a esta meta.
Comentarios