En 1974 la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) llevó a cabo el proyecto regionalizador más ambicioso de la historia, al cambiar el concepto de ordenamiento político-administrativo nacional que siempre había existido: las provincias.
Buscaba una organización administrativa descentralizadaevitando el centralismo existente en algunas ciudades del país, unidades jerárquicas donde se pudieran tomar decisiones autónomas, integración de todos los sectores, seguridad nacional y ocupación efectiva del territorio. Ha sido la más efectiva en la historia al dar mayor poder de decisión a las comunidades locales.
Sin embargo, esas comunidades no pueden escoger a su máxima autoridad, los Intendentes; ni pueden escoger a los integrantes del Consejo Regional, que elabora todos los planes de desarrollo y hace efectiva nuestra participación, siendo todos designados por el Presidente de la República.
La principal crítica que se ha hecho a la regionalización de 1974 es que juntó provincias más o menos similares y las pegó en una Región sin preguntar a nadiesi ellos querían ser una sola unidad. Esto quedó evidenciado cuando Arica pidió su separación de Iquique por tener rasgos económicos y sociales distintos, y cuando la Provincia de Valdivia se empoderó de su situación de atraso y pidió ser segregada de la Región de Los Lagos. Es decir, muchos territorios tienen argumentos de sobra para pedir su separación.
La futura Región de El Loa es un territorio cuyos habitantes han pedido históricamente ser separados no sólo por circunstancias geográficas, sino también porque pueden ser un polo de desarrollo económico y turístico. Este lugar también podría orientar el eje de su desarrollo a ampliar su plataforma comercial en directo beneficio de sus habitantes.
Ñuble también es una de las provincias que salió damnificada con la regionalización.Siempre han manifestado que la pegaron a Concepción siendo que, desde siempre, han sido una unidad aparte. Poseen una realidad histórica, territorial y cultural independiente con población y comunas que les son más que suficientes para poder ser una región. Incluso el año 2006 manifestaron este anhelo con diputados de la zona, pero la propuesta no prosperó. Nuevamente quedaron postergados.
Chiloé ha sido Provincia, entendida como la máxima entidad político-administrativa, desde tiempos coloniales. Indiscutiblemente es distinta del territorio liderado por Puerto Montt. Si la sumamos a la Provincia de Palena, o Chiloé Continental, podríamos tener claramente una región.
Quiero sumarle a estas regiones, porque conozco esta realidad y con los fundamentos ya mencionados en economía y cultura, sumado a que son unidades culturales que a la fuerza las pegaron a las regiones de Biobío y la Araucanía, cambiándole el tradicional nombre de La Frontera, a la nueva Región de Arauco.
Siempre me pregunté por qué la Región de La Araucanía (que parte del supuesto que a los mapuche hay que decirles araucanos) no tenía a la Provincia de Arauco. Y es simple: porque había que mantener la continuidad geográfica en función de Concepción. La Región del Biobío se hizo en función de Concepción para potenciar el desarrollo de esta ciudad sin importar las demás. Esta es la realidad de la regionalización: se juntaron territorios similares como satélites de la más grande para que ésta se desarrollara en desmedro de las demás. Es decir, reemplazamos el centralismo nacional por uno de menos escala.
Es por ello que aquí propongo segregar algunas comunas de la Región de la Araucanía que a la fuerza fueron adosadas para potenciar el desarrollo de Temuco y agregarlas a la Región de Arauco. Una que tenga capital en Los Ángeles con comunas que tengan efectivas similitudes bajo las mismas premisas expuestas.
Hago esta propuesta, insisto, haciéndome cargo de los movimientos que en distintas partes de Chile piden ser una unidad independiente y considerando que se nos viene cerca un nuevo proceso constitucional. Estas son los aspectos que también hay que conversar si se quiere romper la lógica de la Constitución de 1980. ¿Vamos a mantener lo hecho o a adaptarlo a las nuevas realidades y a las comunidades? ¿Vamos a mantener el actual modelo que crea comunas satélites de las capitales regionales?
En las zonas mencionadas de Chile, especialmente en El Loa, Ñuble y Chiloé se pide a gritos ser una región. Bueno sería escucharlas en el nuevo proceso que vendrá si realmente se quiere hacer de forma inclusiva y global. No mirando para esta década, sino para el país del 2030.
Foto: Marcos Pozo / Licencia CC
Comentarios
30 de agosto
Del artículo se deduce que el sistema de 25 provincias que existía en el pasado ¿era mejor?
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