Hoy, en pleno siglo XXI, estamos dominado por la tecnología, con noticias casi al instante desde cualquier lugar del mundo, con personas viviendo en el espacio, robots en Marte, en cometas y por todo el sistema solar.
En este mundo tecnificado, se da la contradicción de un renovado interés por una rama de la Pseudociencia, en este caso las Medicinas Alternativas. Incluso su amplia variedad llega a resultar absurda. Tenemos desde las ya conocidas Homeopatía, Acupuntura, Reiki y Flores de Bach, hasta las menos famosas y bastante curiosas como; Iriología, Magnetoterapia, Reflexología, Hidroterapia, Fangoterapia, Feng Shui, Aromaterapia, Delfinoterapia, Equinoterapia, Zooterapia, Cronoterapia, Lavado nasal, Quiropráctica, Ayurveda, Ozonoterapia, Cristaloterapia, Talasoterapia, Auriculoterapia, Macrobiótica, Helioterapia, Medicina Antroposófica, Vinoterapia, Cervezaterapia, Fototerapia, Sedoterapia, Alquimia del Sonido Sagrado, Ultracavitación, Campos electromagnéticos, Medicina Cuántica, Radiestesia, Osteoterapia, Toque terapéutico o imposición de manos, Canto de Mantras, Esencias Chamánicas, Gemoterapia, Cuencoterapia, Drenaje Linfático, Registros Akashicos, Moxibustión, Sanación reconectiva, Masaje metamórfico, Masaje con Ventosas, Cirugía Psíquica, Terapia del Ángel de la guarda, Terapia de las Vidas pasadas, Sanación Espiritual, Psicotrónica, Pulseras electromagnéticas, Orinoterapia, Lagrimaterapia, Lectura del Aura y un largo etc..Los seres humanos somos animales terriblemente sociales, y el efecto Placebo/Nocebo es producto de ello, por esta razón no debemos despreciarlo ni desecharlo. Debemos reconocerlo y utilizarlo en nuestro propio beneficio, y una de las formas, es que la medicina tradicional, hoy tan mercantilizada, deje de ver al paciente y su enfermedad como una oportunidad de negocio.
Ahora, la pregunta es ¿Funcionan? La respuesta es bastante simple: en cierto número de personas sí, al cumplirse el siguiente principio; “no existe medicina, que por muy absurda y estúpida que parezca, que a alguien no le sirva” y usted se preguntará ¿por qué?, bueno, aquí debemos comenzar a hablar del efecto Placebo, que al nombrarlo, todo seguidor y practicante de estas medicinas alternativas se sentirá ofendido. Y razón es bien simple, el Placebo en sí es un engaño o mejor dicho un auto-engaño.
Veamos el origen de la palabra: Placebo es la forma latina de «Me agradará» y viene del salmo 116:9 de la Biblia – «placebo Domino in regione vivorum» o «Agradaré al Señor en la tierra de los vivos«, resultaba ser la primera respuesta de los dolientes al recital del cura en un funeral. Y los dolientes y personas que asistían a los funerales solo por la comida y la bebida gratis pasaron a llamarse «placebos».
Sobre su efecto, este se manifiesta principalmente en personas que sufren dolor, fatiga, depresión y náuseas.
Los que aplican las pseudomedicinas y posiblemente sin quererlo, en sus explicaciones hablan esencialmente de Placebo, cuando dicen: “Estas terapias curan la psiquis” o «Las terapias complementarias son una ayuda para las personas y tratamientos, pero no reemplazan a la medicina tradicional«. Explicado de forma simple; la medicina tradicional o científica cura enfermedades, en cambio, las medicinas alternativas alivian síntomas, es decir, dolerá menos la cabeza, no tendrá vómitos y muchos síntomas desagradables se mitigarán o simplemente desaparecerán. Y aquí reside su peligro, el enfermo creerá falsamente que el tratamiento alternativo lo está sanando, y puede que abandone el otro y en realidad la enfermedad aun continúa. Podemos citar el dramático caso del famoso Steve Jobs, quien murió de cáncer por preferir las medicinas alternativas. Esto no implica, que en un reducido número de casos la persona sane realmente.
Los neurocientíficos a sabiendas de esto, no investiga los tratamientos ni los medicamentos, ya que los sabe inocuos, por ejemplo; con las Flores de Bach y la Homeopatía, se bebe esencialmente agua. Por esto la neurociencia estudia al paciente, para descubrir que ocurre en su cerebro y organismo cuando entran en juego las creencias y las expectativas.
Todos nosotros, en mayor o menor grado, somos vulnerables al efecto placebo, algo que estaría escrito en nuestros genes. Hasta la medicina tradicional se beneficia de su acción, por existir en el consiente colectivo la idea que la medicina para sanar, implica tomar medicamentos y la ciencia descubrió que en el cerebro de los pacientes y ya antes de tomar un remedio, se activa la región asociada a la capacidad de experimentar beneficio o recompensa, segregando una dopamina que alivia al dolor. Es decir, ya antes de tomarlo nos sentiremos mejor.
Los neurólogos descubrieron que el grado en que una persona responde a un tratamiento de placebo está vinculado a la actividad que registra el área del cerebro destinada a obtener recompensa. Otra situación es cuando nuestro organismo se encuentra frente a estímulos dolorosos, aquí secreta opioides que nos provocan un estado de sedación y tranquilidad.
Como toda espada de doble filo, existe el efecto adverso y se llama Nocebo, que actúa precisamente de forma contraria, es decir inhibiendo la secreción de los opioides, quedando más predispuestos, y más sensibles ante cualquier efecto dañino. Actúa ante las expectativas a un estímulo negativo que puede significar sufrimiento, como ir al dentista, disminuyendo los niveles de dopamina, molécula encargada de modular las respuestas al refuerzo y los circuitos de motivación en el cerebro, es decir, en este caso vamos estar más sensibles al dolor y nos sentiremos cansados e incapaces de realizar algunas actividades.
Por ejemplo; muchos de nosotros frente a un malestar, tendremos la curiosidad de investigar y buscaremos información por Internet, y es posible que antes de ir al médico, ya tengamos ideas preconcebidas y más síntomas de los que deberíamos tener. Por esto mismo el médico, debe saber muy bien que palabras utilizar al informar al paciente sobre su enfermedad, y de los síntomas esperados, para no influir y causar el indeseado efecto nocebo.
Las acciones que ejecutan los que aplican los tratamientos alternativos, gatillan y estimulan el efecto Placebo, al seguir principios psicobiológicos, buscando una buena relación tratante/paciente. Por ejemplo; aplicando el tratamiento en un ambiente cálido y afectuoso, inspirando confianza y credibilidad, informando al paciente de cuáles son los resultados esperados. Incorporando métodos de relajación y reducción de la ansiedad, escuchando y brindando empatía y comprensión y uno muy importante, tocando al paciente. Porque los exámenes y el tacto humano tienen efecto terapéutico. Otro elemento que aplican algunas medicinas alternativas, son los rituales, como vestir de blanco, encender velas, efectuar el tratamiento en horas precisas (Esto lo hace la cirugía psíquica), etc., todos son elementos que ayudan a reforzar y gatillar el efecto Placebo.
Una explicación final, nosotros los seres humanos somos animales terriblemente sociales, y el efecto Placebo/Nocebo es producto de ello, por esta razón no debemos despreciarlo ni desecharlo. Debemos reconocerlo y utilizarlo en nuestro propio beneficio, y una de las formas, es que la medicina tradicional, hoy tan mercantilizada, deje de ver al paciente y su enfermedad como una oportunidad de negocio, es decir, mi desgracia no debe ser vista como posibilidad de ganancia y comience a tratar al enfermo como lo que es, un ser humano en sufrimiento. Así, obtendremos dos beneficios, uno es recuperar la confianza en la medicina científica, al humanizar la relación medico/paciente y el otro beneficio, es que las medicinas alternativas dejarán de ser tan buen negocio para oportunistas sin escrúpulos.
Comentarios
28 de octubre
Cuidado que muchas veces se confunde «sentirse mejor» con «mejorar».
No se parecen ni de lejos pero muchas veces se usan indistintamente cuando se hablan de placebos.
Lo mismo que un nocebo no implica que hagan daño, sólo que la persona se siente peor.
+2
29 de octubre
Exacto, sentirse bien no es sinónimo de mejoría, ese es el engaño o auto-engaño del efecto placebo
Gracias por opinar
28 de enero
Un interesante artículo que habla sobre la posibilidad del pensamiento curativo, asociado al efecto placebo y que dice la ciencia sobre el tema.
http://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/la-ciencia-detras-de-los-pensamientos-curativos/
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30 de marzo
Sobre el mal ejemplo de Steve Jobs:
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05 de abril
Steve Jobs debe servir de ejemplo:
+1
20 de abril
La Medicina Tradicional debiera prestar atención y aprender de las Pseudo-medicinas o medicinas alternativas en la forma de tratar a los pacientes.
+1
29 de mayo
En determinados casos el Placebo funciona a pesar de saber que se está consumiendo un Placebo
http://www.bbc.com/mundo/noticias-40083560
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05 de octubre
Todos, en mayor o menor grado, somos vulnerables al efecto placebo
https://www.bbc.com/mundo/noticias-45760017
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15 de octubre
Este articulo carece de rigurosidad y es muy poco objetivo.
Las medicinas alternativas,estan planteando un desafio a las arcaica y obsoleta medicina tradicional .
La cual se encuentra en manos de intereses politicos y de farmaceuticas. NO se puede asegurar con Tantisima
seguridad que las alternativas son todas placebos , se puede ver que este articulo esta escrito desde una total ignorancia
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15 de octubre
Sra Ana, me da la impresión que no entendió el artículo y le pediría que lo leyera de nuevo, ya que su opinión está basada en un sesgo hacia el efecto placebo, del cual todos, en mayor o menor grado, somo vulnerables beneficiando a la medicina y a la pseudo-medicina.
Saludos y se agradece la paciencia de opinar