Locxs por nuestros derechos

Actualmente en Chile mientras la pandemia avanza, hay una parte de la población que no ha sido tema en salud y mucho menos en política. Habló de lxs pacientes siquiatricxs, lxs cuáles han sido olvidadxs incluso en nuestro debate constituyente; actualmente en condiciones marginales de vida nos toca enfrentar este complejo momento en un abandono que ya es costumbre, pero que no por eso duele menos, y es que cuando los niveles de estrés y depresión llegan a un peak histórico, poco se dice sobre nuestra realidad, la que actualmente nos mantiene sobremedicadxs y a la espera de una atención médica; poco se habla de nuestras familias, que deben convivir sin mas remedio con trastornos muchas veces desconocidos y con un gasto médico elevado, ya que la gran verdad es, que somos solo un diagnóstico para el grueso de la población, recogiendo migas de un proceso de cambio que nos ha mantenido al margen.

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Estamos en un país en vías de progreso social, pero que aún nos ve con rechazo, necesitamos ayuda urgente, y no solo en materia económica, ya que poco se habla del aislamiento social del cual somos víctimas, siendo muchas veces personas solitarias

Y es que estamos en un país en vías de progreso social, pero que aún nos ve con rechazo, necesitamos ayuda urgente, y no solo en materia económica, ya que poco se habla del aislamiento social del cual somos víctimas, siendo muchas veces personas solitarias, y es que parecen olvidar que somos mas que lo que nuestra ficha clínica menciona, también sentimos, aunque muchas veces esta area de nuestras vidas sea vivida con reserva, principalmente por la baja empatia a la hora de hablar sobre nosotrxs, pareciera que Chile olvidó que una correcta salud mental requiere mas que drogas, y pocas son las organizaciones que trabajan en educar y acompañar a quien lo necesita especialmente.

Concluir esta columna instando a medicxs, y candidatxs a hacernos participe de sus pautas, ya que, a pesar del prejuicio, somos muchas veces personas enormemente conscientes de nuestro entorno, pero víctimas de un mudismo que pareciera no preocupar a nadie mas que sus víctimas y familiares.