Es tiempo de gritar a viva voz que NO queremos más abusos, que rechazamos la exclusión y que la salud no debe ser un negocio porque es un derecho de todos y de primera necesidad.
Estamos en un país donde los derechos fundamentales han sido pasados a llevar, pero hoy no venimos a hablar de educación. En esta columna hablaremos sobre la salud que debiésemos tener, según lo que hemos visto y participado con las personas en todo este tiempo. Queremos instaurar un diálogo constructivo, tomando buenas ideas para seguir con una serie de columnas de opinión.
Actualmente estamos en un sistema de salud mixto donde la exclusión es pan de cada día, el derecho a la salud se cumple a medias, los tiempos de espera por atención también son desiguales y la centralización sigue presente. Existe una deuda histórica en salud, se han creado «seudo leyes» o «parches» que han calmado las aguas, pero no los problemas de fondo, la deshumanización en salud está instalada en sus profesionales y la mayoría de las personas muere por falta de dinero para pagar su tratamiento ante una enfermedad crónica, poco frecuente y/o catastrófica.
En el sector público la mayoría de las personas tienen que esperar largos períodos para atenderse, pero tienen una previsión que no es excluyente y es solidaria (Fonasa). En cambio, en el sector privado el tiempo es menor, pero hay que pagar un alto costo y las Isapres suben sus planes de forma indiscriminada y sin una razón válida (responder «es porque la ley lo permite», no es un argumento válido para subir los planes de salud). En el caso de las previsiones (Fonasa e Isapres) concuerdan en algo negativo: hay enfermedades que no están codificadas y hay personas que tienen que pagar atención en salud de forma particular, sin derecho a previsión.
La salud que queremos está muy distante de todo lo mencionado y ahora es el momento en que como ciudadanos comencemos a despertar. Hay muchas iniciativas que se pueden realizar porque estamos atrasados en materias de salud y depende de todos que podamos cambiar esta realidad. Es tiempo de gritar a viva voz que NO queremos más abusos, que rechazamos la exclusión y que la salud no debe ser un negocio porque es un derecho de todos y de primera necesidad.
De seguro dirán: «si, pero no tengo tiempo para marchar en las calles» o «tengo ganas de marchar por mis derechos, pero: ¿y si me echan de la pega?»
Las marchas, los paros o tomas no son las únicas formas de manifestarse o hacer presión. Están las redes sociales que tienen un impacto importante, está elquintopoder como una comunidad donde puedes dar tu opinión, estamos nosotros como sitio web de salud, que escuchamos a las personas permanentemente y creamos iniciativas para ayudarlos. Como puedes ver, hay más de una herramienta que puedes utilizar para alzar la voz.
Tengan en cuenta que lo que más le importa a un político es cómo la gente lo ve, es decir, si atacas su credibilidad ellos tienen dos opciones: reaccionan o nunca más serán elegidos.
Así es que pierdan el miedo y defiéndanse, porque da lo mismo si el gobierno es de izquierda o derecha, porque los políticos al dividirnos cada vez más, nos controlan fácilmente en un juego de tenis de nunca acabar. Porque unidos y siendo objetivos, podemos ser una nueva esperanza para las futuras generaciones y para nosotros mismos, para tener una mejor calidad de vida.
¡Les mandamos un abrazo enorme y hasta la próxima!
Comentarios
21 de julio
Estimado, en salud como en muchos otros requerimientos, todos quieren dinero. Siga con atención los millones y millones de pesos que con inmenso esfuerzo, vendiendo completos, haciendo colectas, vendiendo empanadas, haciendo rifas , logran juntar muchos grupos de buenas personas de condición humilde, con el fin de operar al amigo, la hija o al vecino que lo requiere con urgencia, porque si no se muere, ¿dónde cree Ud. que van a parar esos dineros ensangrentados, de dolor y solidaridad?, no, no estoy hablando de las Isapres y sus dueños.
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