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La incompentencia del gobierno en el manejo de la pandemia

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Hoy nos enfrentamos a las cifras más altas de contagios del SARS-CoV-2 desde hace un año en el que aterrizó sin problema alguno en este largo país llamado Chile.

Hace un año el virus “made in China” se abrió paso derribando todas nuestras fronteras naturales, nuestro desierto de Atacama por el norte, el más árido del mundo,  el inmenso Océano Pacífico que baña todas nuestras costas, por la imponente cordillera de Los Andes y finalizando en las gélidas aguas de nuestra Patagonia al extremo sur.


El gobierno se hizo el sordo y nos dejó expuestos a un virus que, a la fecha, se encuentra más vigente que nunca, incluso más que cuando hubo un peak de casos.

¿Qué virus tan fatal pudo haber atravesado las más difíciles fronteras naturales?

La verdad es que no, aún no hay algún virus tan potente que pudiera atravesar nuestras fronteras sin la ayuda de algún receptor viviente que lo transporte hacia su tan anhelado deseo de llegar a Chile.

Entonces ¿Cómo fue que este virus pudo ingresar a nuestro país?

La respuesta está en el cielo y no, no es obra y gracia de espíritu alguno, sino que del libre desplazamiento de aviones durante toda esta pandemia.

¿Cómo Chile no pudo prever que por nuestro aeropuerto internacional sería que llegaría sin problema alguno el tan temido “coronavirus”?

¿Cómo no hubo un control más exhaustivo en uno de los aeropuertos más seguros del mundo?

¿Acaso fue que, al igual que el estallido social, “no lo vieron venir”?

Difiero. No creo que no se pueda haber previsto la inminente llegada del virus, de hecho el comportamiento que tuvo fue exactamente igual como cuando llegó a distintos países de Europa, con la diferencia que a nosotros, nos llegó con meses de retrasos, meses cruciales para haber podido hacer un plan de contingencia que resguarde a nuestra población, pero no, el gobierno solamente se dedicó a minimizar los costos en vidas que una pandemia podría arrebatar, nunca fuimos importantes para ellos, nunca pusieron la ciencia y las recomendaciones de las sociedades científicas como una prioridad, todo lo contrario, hicieron caso omiso a los llamados a gritos que se hicieron en su momento por profesionales de la salud y por la misma ciudadanía.

El gobierno se hizo el sordo y nos dejó expuestos a un virus que, a la fecha, se encuentra más vigente que nunca, incluso más que cuando hubo un peak de casos.

¿En qué se falló entonces? ¿No existen los recursos suficientes para contrarrestar el virus?

Negativo. Recursos hay, solamente faltó voluntad.

Durante el 2020 gobierno y gremios de la salud se vieron enfrentados. Por un lado un ministro de salud que con toda la confianza del mundo decía que estaba todo controlado, porque el virus mutaba a buena persona y, por otro lado, los funcionarios de la salud que pedían a gritos una mayor intervención del estado para poder frenar esta pandemia que ha cobrado tantas vidas.

Después de casi un año, donde se tuvo que realizar una cuarentena tardía y poco efectiva, donde ministros celebraban no subir el aporte económico a las familias vulnerables, donde además hacían los más descarados acuerdos para frenar que parte de los fondos de pensiones pasaran a sus dueños, el virus vuelve a golpearnos, o tal vez nunca dejó de hacerlo, esta vez con un nuevo plan de confinamiento, nuevamente tardío, posterior a un masivo permiso de vacaciones que el nuevo ministro de salud ofreció por cadena nacional.

¿Cómo es posible que no hayan aprendido nada en un año?

¿Cuáles son los reales intereses de este gobierno frente a un nuevo y más letal rebrote?

Los esfuerzos que muchas y muchos funcionarios de salud realizaron durante todo un año han sido en vano o, al menos, eso es lo que se puede sentir en el ambiente.

Son estos profesionales quienes se mantuvieron alejados de sus hijos y padres por temor, son ellos, nuevamente, quienes se enfrentan a la misma realidad con la diferencia que, esta vez, llevan un año de agotamiento a cuesta.

¿Como enfrentamos la desesperanza de siempre y  la incertidumbre de no saber si en este nuevo rebrote podrán sobrevivir a la gran sobrecarga laboral que están siendo sometidos por la culpa e incompetencia que ha demostrado este maldito gobierno?

TAGS: #Coronavirus #Pandemia

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Comentarios

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24 de marzo

El placer de chaquetear… definitivamente, deporte nacional.

Pensar que cambiando Chile por Brasil, Alemania, España, Italia, Francia, Estados Unidos, etc…. se podría hacer la misma crítica.

Quizás convenga revisar la historia y darse cuenta que las Pandemias son apolíticas y simplemente suceden a pesar de cualquier esfuerzo; probablemente sacaras a la palestra a Nueva Zelanda… olvidando claro que es una isla y que tienen distinta cosmovisión.

No te niego que la mirada economicista y la falta de atención a opiniones diversas fue un punto a considerar, Mañalich ciertamente se considera semidios, pero el punto central de tu crítica radica en no aceptar que esto es difícil, más cuando el concepto de cohesión nacional (ventaja que Jacinta tuvo) impide metas colectivas.

Dicho sea de paso, las pandemias antes se controlaban disparando al que salía de su casa, hoy en cambio, gracias a la democracia (y por culpa de la misma) todos opinan y escuchan lo que quieren o lo que les conviene.

En fin, menos chaqueteo y más propuestas, pero siendo realista y atendiendo a que EN TODO EL MUNDO, la desobediencia social está de moda.

25 de marzo

Gracias a la democracia (y por culpa de la misma) puedo escribir una columna de opinión y gracias a la democracia (y por culpa de la misma) tienes el derecho de poder comentar.
Gracias por leerme.

any

27 de marzo

No creo que sea chaqueteo , ni que hay que mirar para otros horizontes, para velar por la primera linea…imaginate a muchos ya les a dado covid-19 , y si les vuelve a dar, y sus hijos con clases online y jornadas estenuantes, no son propositivos…no hay una planificacion …. tampoco tienen superpoderes.

Ruben Sanhueza

02 de abril

Que fácil es endilgar la responsabilidad colectiva, de un colectivo que nunca pareció entender ni mucho menos tomar en serio la amenaza de la Pandemia, Cada una de las respuestas que este fenómeno exigía, fueron las que la experiencia y la intuición de los gobernantes, no los del colectivo en su totalidad, en sus respectivos momentos recibieron elogios, reproches, incomprensiones, fueron objeto de ironías crueles, sarcasmos y los agoreros de siempre presagiaron catástrofes apocalípticas o simplemente vieron en cada una de las resoluciones la improvisación, el error, o la desprolijidad mas absoluta. Los verdaderos heroes de la PESTE, prosiguieron su combate cabizbajos y solemnes ante una fuerza que superaba sus fuerzas. algunos sucumbieron y olvidados descansaron. El colectivo continua aun esgrimiendo las respuestas agitándolas en la cara de los héroes sin nombre que calladamente cada noche toda la noche – continúan los turnos de 24 hrs- siguen en la lucha asi… callados y solemnes ajenos a la prebenda mezquina de políticos oportunistas. Es posible que tengan alguna razón. pero aun nadie se las ha demostrado. La Peste aun no ha terminado. y cuando ocurra. recordaremos el final de la gran obra de A. Camus y de cuanta sabiduría hubo en sus palabras. La Peste a pesar de todo, deja algo mas que la miseria de unos pocos.

03 de abril

Con el diario del lunes, todos son adivinos.
Solo los países islas han podido controlar la pandemia con algún grado de éxito.
Y, creer que era trivial guardar a todos al principio, y que la gente se iba a ir a la casa solo porque el Gobierno (cuya autoridad está mas que cuestionada) lo dijera, es iluso.
Chile no estaba preparado políticamente para enfrentar esta pandemia, pero hace rato. Porque el problema de la autoridad es algo que ya se arrastra hace 15 años, en el que los sentimientos personales sobre las cosas son mas relevantes que el sentido de orden (para que decir con las manifestaciones delictuales del ultimo año)..¿con que capacidad el Estado hubiera restringido a las personas en sus casas?
Por lo tanto, desde la palestra, todos pueden decir como se hubiera hecho mejor, probablemente dado que el que menos sabe es el que mas cree saber.

03 de abril

Te lo digo como enfermero (primera línea como tanto les gusta romantizar a ustedes)
No se necesitaba ser adivino para que al principio de la pandemia el gobierno hubiera escuchado a los gremios.

07 de abril

Fe erratas: ¿Incompetencia o incompentencia?

cristián barría jara

07 de abril

Don Rodrigo, no cuestiono su autoridad moral y profesional para opinar lo que considera correcto, pero no comparto su lenguaje y algunas de sus conclusiones. El lenguaje es variable por lo cual no lo voy a ahondar, pero en sus conclusiones considero que debería ser más global e intentar { digo intentar por qué si usted ha estado en los pabellones de los hospitales viviendo la pandemia directamente, le concedo absolutamente su parcialidad, fundada en sus vivencias}, ser más equánime. 1} Cuando empezó la pandemia no se sabía nada sobre ella, por consiguiente tampoco se tenía ninguna certeza de como enfrentarla. 2} Considero sin ser profesional de la salud y tampoco partidario del gobierno, que este hizo lo único que se podía hacer: ganar tiempo, para encontrar un procedimiento médico, para adaptar el sistema de salud { público y privado }, para obtener dinero para enfrentar la pandemia { se le recuerda que por el estallido social de 2019, las arcas fiscales estaban destinadas y muy escuálidas} y lo más importante obtener una vacuna para enfrentarla. 3} Muchas veces los profesionales del mundo de la salud, opinan desde el punto estrictamente profesional pero muchas veces olvidan que se necesita dinero para implementar esas opiniones, se deben hacer leyes, decretos , reglamentos para implementarlas y 3} Muchas veces no consideran el problema desde otra area del conocimiento humano ej: la económica, la social, la educacional. Le deseo buena ventura en su actuar de enfermero.

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