A partir de la situación actual que acontece en Chile a raíz del estallido social, la tensión, el estrés, ansiedad y confusión se percibe fácilmente en el ambiente y en las personas, estados de los cuales niños y niñas no quedan exentos. Los pequeños perciben e interpretan lo que observan y escuchan a partir de su entorno de distintas formas, situaciones que algunas veces pueden comprender, pero que en otras les puede genera confusión y angustia.
Los menores absorben rápidamente la información que los rodea y el ambiente es un factor indispensable para el desarrollo infantil, donde los patrones que generamos en etapas tempranas de la infancia se repiten frecuentemente en la vida adulta. Además, son capaces de observar e identificar las emociones en los adultos, así como también percibir el miedo y la ansiedad.Se debe iniciar explicando que la ansiedad es una respuesta ante el miedo, pero no siempre debe ser vista como algo negativo, ya que es una respuesta adaptativa fundamental de supervivencia y corresponde a bases fisiológicas
En este contexto, cobra gran relevancia el cómo le podemos explicar estos acontecimientos y conflictos sociales a nuestros hijos, como también de qué manera abordar el estrés o ansiedad que estas situaciones pueden provocar en ellos.
A partir de estas preguntas, parece relevante informar acerca de la ansiedad y el estrés, y cómo identificarlos. Para ello, se debe iniciar explicando que la ansiedad es una respuesta ante el miedo, pero no siempre debe ser vista como algo negativo, ya que es una respuesta adaptativa fundamental de supervivencia y corresponde a bases fisiológicas. Del mismo modo, es una reacción que recorre todo nuestro cuerpo y es lo que nos hace escapar o “congelarnos” en situaciones peligrosas. Lo más importante es mencionar que la forma en la cual interpretamos estas situaciones es clave para calmar o controlar la ansiedad.
Cuando una persona o niño/a está expuesto a una constante ansiedad, se desemboca lo que comúnmente es mencionado como estrés o ansiedad aguda, y cuando este estrés es crónico comienza a afectar la memoria y la capacidad de aprendizaje. Es por esto que es importante mencionar sobre cómo identificamos la ansiedad en los niños/as:
– Se vive y observa de manera desproporcionada al estímulo que desencadena la ansiedad.
– Produce un malestar constante que se presenta como: miedo, opresión en el pecho, palpitaciones, se muestran preocupados, nerviosos o se niegan a salir o separarse de sus padres, etc., y algunas veces puede afectar la digestión.
– Imaginan “desastres” o consecuencias anticipadamente (preocupación constante ante el peligro).
Por otro lado, las recomendaciones para el manejo de información de crisis sociales y sobre cómo podemos controlar la ansiedad y estrés en niños y niñas, son las siguientes:
– Ser sinceros: es importante ser sinceros con nuestros hijos/as cuando suceden conflictos sociales que afectan el entorno en el cual se desenvuelven. Transmitir el mensaje de manera que lo comprendan, con palabras simples y adaptándolo a su nivel cognitivo.
– Evitar que escuchen o vean imágenes que podrían aumentar el miedo o ansiedad.
– Transmitir seguridad y serenidad. Es importante mencionarles a los niños/as que ante un problema siempre se busca una solución. Transmitir un sentimiento y de protección parental a los niños ayudará a calmar ansiedades y pensamientos negativos.
– Evitar exponerlos presencialmente a situaciones que el niño/a puede interpretar como peligrosas o amenazantes.
– Escuchar sus opiniones y percepción de la situación. Es un derecho de los niños y niñas expresarse libremente y que sus opiniones sean tomadas en cuenta. Es fundamental para su desarrollo personal que su opinión sea validada para los adultos.
Finalmente, si la ansiedad persiste por mucho tiempo, es recomendable consultar a un profesional.
Comentarios