Padre Gonzalo: Ayer nos vimos por última vez. Estabas tranquilo, con tus manos cruzadas, y con la serenidad y paz de haber hecho lo que viniste a hacer. Ayer no fuimos a las “Vacas Gordas”, ni conversamos de política, tampoco pudimos reflexionar del estado actual del país. No me pudiste retar por no haberme leído alguno de los últimos libros en los cuales buscabas permanentemente comprender el mundo y su devenir. Ayer no escuché tu risa, ni tampoco escuché tu frase: “yo hallo que….”
Ayer me dijiste otras cosas. Ayer me volviste a invitar a vivir la vida con sentido, con urgencia, con reflexión y justicia.
Ayer nuevamente tu paz trataba de contenerme. En algo lo lograste, pero algo me faltó. Siento un vacío con tu partida. Sé que ya era la hora, pero inevitablemente me harás falta. Le harás falta a tu universidad, a tus alumnos, a tu Villa Francia.
Hace algunos días, Cristián del Campo, sacerdote jesuita, escribió una excelente columna. Se llama “Reconstruye Mi Iglesia”. Creo que no alcanzaste a leerla, pero sin duda tu ejemplo debe haber sido la base con la cual la pluma de Cristián la redactó.
Querido Gonzalo: Tu misa de ayer fue como estoy seguro la soñaste, sobria, llena de tus amigos de la Villa Francia, con muchos estudiantes, con tu familia y con tu comunidad. Ayer recordé una frase que alguna vez me dijiste y que era muy rara para ser pronunciada por un sacerdote: “deja de buscar a Dios, dale espacio para que Él te encuentre”. Ayer nuevamente me encontró. Me encontró, porque como decía Cristián en su columna, ésta Es mi Iglesia. Tú eras parte de esta Iglesia. Una Iglesia que si nos da pie para creer, para luchar, para acoger. Una iglesia obediente pero jamás complaciente.
A veces la tele está tan fuerte Padre Gonzalo que no nos escuchamos, a veces la farándula y el éxito rápido no nos dejan ver la mano de alguien que está esperando acogida de nosotros.
A veces, con tanta sordera de nuestra iglesia, nos alejamos de ella. Entre tanto Karadima, entre tanta discriminación, entre tanto Medina, la iglesia, “Nuestra Iglesia” parece alejarnos.
Hoy quiero hacerte este pequeño homenaje porque eres esa otra cara de la Iglesia. Esa parte maravillosa de la Iglesia: Una Iglesia que acoge, que lucha por la justicia, que acompaña, que desafía, que exige.
Probablemente no saldrás hoy en las noticias, ni tampoco serás #TT en twitter. Probablemente los que te lloremos lo haremos en silencio, con nuestras familias, con pena y agradecimiento. Estoy seguro de que les tendremos que contar a “los nuestros” por qué fuiste tan importante en nuestras vidas, pero no va a ser fácil que lo comprendan, porque no fueron hechos puntuales los que nos ayudaron: fue tu opción y acción de vida. Fue tu ejemplo, tu cariño, tu risa, tu mal genio, tu acogida, tu opción por la justicia. Fue tu vida la que nos marcó.
Quedaran pendientes tus lomos a lo pobre que tanto me pedías que no dijera que comías. ¿A cuántos les habrás dicho lo mismo? A lo mejor por eso te gustaba tanto salir a comer.
Quedará pendiente ese libro que nunca alcancé a terminar para que hicieras el prólogo. Después de todos tus comentarios tuve que empezar otro. Quedará pendiente también ver a la próxima generación de tenis.
Quedará pendiente el país más justo e igualitario que siempre buscaste.
Quedará pendiente un país donde nos avergüence el tratarnos mal, donde nos duela que atropellemos la dignidad de los nuestros. Quedarán pendientes algunas palabras para tu comunidad en Villa Francia, para tus amigos, para tus alumnos.
Quedará pendiente para la Universidad Alberto Hurtado la incorporación de nosotros con mayor fuerza en el debate nacional, como ansiabas.
En algún momento, Padre Gonzalo, y ya no por ti, sino por tu rebaño, como decía ayer tu amigo Oscar Gulliermo Garretón, los pendientes tuyos serán los nuestros.
Así te gustaba a ti: que otros tomaran responsabilidad e hicieran propios los valores que movieron tu vida.
Tus pendientes se transformarán en obligaciones nuestras contigo y con el país que imaginaste. Tus pendientes inconclusos serán los motores que impulsen nuestro actuar.
Padre Gonzalo, gracias por tu generosidad, descansa. Tu hora ha llegado. Esperamos estar a la altura para la cual nos guiaste e inspiraste.
Guarda tu Blackberry, cierra tus libros, publica tu última columna en la revista Mensaje y anda, anda con Él.
Comentarios
23 de mayo
Que increible sentir que me perdí de algo, de alguien importante al no haberlo conocido.
+4
23 de mayo
Un gran tipo René ! Uno de los últimos jesuitas en haber compartido y sido guiado por Alberto Hurtado. Un abrazo
23 de mayo
Felipe, simplemente gracias…hoy el mundo esta pensando distinto de los sacerdotes y lamentablemente juzgan a muchos por culpa de pocos…me quedo con «éstos» que nos hacen ver la vida de otra manera…
+5
23 de mayo
Gracias a ti por leer y comentar. Que bueno verte por estos lados.
Era un tipazo…a seguir con su ejemplo… es la ley (rara) de la vida. Un abrazo
23 de mayo
Hoy que Gonzalo ha partido me llena de orgullo haberlo conocido y aprendido de él. Fue un jesuita noble, luchador, serio, divertido, buen compañero, de repente algo intolerante pero seguramente debido a sus lucidez y capacidad para ir delante. Cuando se notaba que se equivocaba no dudaba en pedir disculpas. Nunca le noté algún rencor a pesar de haber sido el jesuita más perseguido por la dictadura.
Gracias Gonzalo por todo
+2
23 de mayo
tal cual lo describes Andrés. Una vez escuché como narraba cuando hablo de la DINA. Increíble el hombre !!
23 de mayo
Siendo estudiante de la UAH, y sin poder conocer directamente a Gonzalo, si fui uno de esos cientos estudiantes que lo observaban con mucha curiosidad. Me consuela los testimonios como el tuyo, que representa esa mirada radical que nuestro padre instauraba.
Cómo bien dices, el desafío es nuestro..en cuánto al MAGIS reflejado en su vida logró niveles de altura admirables….en el cual no podemos ser autocomplacientes.
+3
03 de junio
Hola Alan, perdona la demora en responderte, Andaba fuera practicamente con nula conexión a internet. Como tu bien dices, era una figura misteriosa, por cuanto todos sabíamos de su amor a la iglesia, pero no por ello su mirada reflexiva de una iglesia moderna e inclusiva, todos sabíamos de su tendencia y mirada política y por eso verlo con tanto caballero de corbatas era un hecho curioso, todos sabíamos que su voz era muy importante en todos los caminos de la UAH, pero siempre existía tiempo y espacio para conversar con los alumnos. Su figura nunca dejó que los aplausos fuesen más importantes que el fondo y foco de todos sus actos. Ese es parte de nuestro desafío. Un abrazo
23 de mayo
Felipe,
Te felicito por la columna, la verdad es que creo se fue un grande, con una mirada de iglesia acogedora, preocupada, solidaria, dialogante y muy visionaria. La actitud de Gonzalo durante toda su vida es un desafío para todos en pos de construir un mundo mejor.
+3
03 de junio
Alejandro: Sorry por la demora en responder. Anduve fuera medio desconectado. Sin duda que el Padre Arroyo fue un grande y mientras siga vivo en nosotros lo seguirá siendo. Un abrazo.
23 de mayo
Felipe: Lo retrataste muy bien y me emocionaste. Me alegra que hayas seguido en contacto con él, te quería mucho aunque no era demostrativo en sus afectos.
Recuerdas cuando estuvo hospitalizado en la U.C. haciéndose exámenes y en la noche compartió con ustedes -creo que un inicio de año académico- hasta muy tarde… Cuando al día siguiente le manifesté mi preocupación por esto me respondió: usted no es mi mamá…., era así de inesperado y me parece escucharlo aún. Un gran abrazo para ti
+6
23 de mayo
Ana María, que gusto leerla. Me dio mucha pena la muerte de Gonzalo pero me ha ayudado mucho recordar su ímpetu, capacidad de estar al día, rigurosidad intelectual, simpatía y sobre todo bondad. Cuando la institución eclesial pública está tan en crisis ayuda saber que existen personas como Gonzalo que siguen vivas.
03 de junio
Ana María jajaja. me lo imagino diciéndote eso!!
Esa noche que recuerdas fue cuando fundamos Calenda, (año 1999) el acto en el que los alumnos de segundo año recibíamos como dueños de casa a los de primero y los atendíamos con Vino y Queso, y con cuenta cuentos y alumnos que cantaban. Entiendo que la tradición se mantuvo! Efectivamente ese día el Padre Arroyo estuvo con nosotros hasta taaarde. Que gran tipo este cura. Un abrazo grande
24 de mayo
Gracias porque en tu mensaje existe esperanza para muchos que aún creemos que podemos hacer Iglesia pese a todo lo que sucede en ella….
+3
03 de junio
Gracias Loreto. Espero la vida nos ponga a trabajar juntos por aquello que anhelamos. O como decía el Padre: Deja que ÉL haga su trabajo. Un abrazo
24 de mayo
Gracias Felipe por compartir tu amorosa despedida del padre Gonzalo, y al mismo tiempo recordarnos que el desafío de hacer posible un país más fraternal, es de nosotros: la Iglesia de Jesucristo que el querido cura Arroyo nos interpelaba a vivir consecuentemente.
Gracias Felipe, gracias padre Gonzalo
+2
03 de junio
Gracias a ti Felipe. Estamos en la misma lucha del país que soñamos. Un abrazo
24 de mayo
Gracias Felipe
+1
03 de junio
Que tipazo !! Está en nosotros mantenerlo vivo. abrazos
24 de mayo
con solo pronunciar tu nombre Gonzalo Arrollo me transportas a mis años felices llenos de sueños y proyectos de joven conqistando el mundo……gracias Gonzalo por tu testimonio vivo gracias por tu vida hecha testimonio
+1
03 de junio
Me pasa lo mismo Mario, felicidad, agradecimiento y consecuencia de vida. Gracias
24 de mayo
Me solía encontrar con él en los pasillos de la UAH. Y me decía ¿y tú, todavía aquí? jaja, yo me reía, y le decía que me gustaba tanto la universidad que me negaba a salir. Y luego me preguntaba: ¿qué piensas de los estudiantes? Porque siempre quería estar ahí, donde las papas queman, tratando de comprender lo más posible. Podían pasar meses sin vernos, pero siempre se acordaba de mí y de mi historia. Un día le dije que quería escribir un libro. Agachó la cabeza, pensó un rato, y me dijo: hazlo entonces, pero que sea un buen libro. Es que él era tan exigente como tierno. Doy gracias por haberlo conocido. O se lo digo a usted mismo, P. Gonzalo: fue un honor haberlo conocido. Espero luchar por mis sueños, por mi vocación como laico (que usted ayudó a fraguar), con determinación y consecuencia, como me lo recomendó usted en más de una ocación. Y ahora descanse, porque incluso usted se lo merece. Ahora seguiremos nosotros. Ejemplo tenemos de sombra.
Julio.
+3
03 de junio
Gracias Julio por tus palabras. Siempre buscaba la excelencia ! Tienes que escribir el libro entonces !! Un abrazo
08 de junio
Entonces Sr. Goffard no queda más que hacer caso a las palabras del tata Arroyo… si necesitas apoyo (moral por supuesto, jejeje) solo avisa.
P.
25 de mayo
Bien Felipe, siempre es importante y necesario reconocer la sabiduría y grandeza del otro, sobre todo a este «desconocido luchador» que las actuales generaciones no conocieron, fundamental dar a conocer a todas y todos los jóvenes el pensamiento de Gonzalo
+1
03 de junio
Marión: Nuestra deber es seguir con lo que a cada uno nos quedó del Padre Arroyo, no es imitar su vida, es dar el máximo en aquello que el Padre nos marcó. A algunos lo puede haber marcado en la espiritualidad, a otros en el acogimiento, a otros en el plano intelectual, a otros en la pasión por la excelencia, etc. Cada uno de nosotros debe hacer obra viva aquello que en lo que el Padre nos transformó. Un abrazo
25 de mayo
Gracias por esta carta a quien la escribió. Gracias por que respecto de nuestra Iglesia, sentimos lo mismo. No conocí al padre Gonzalo, pero siento su partida o su retorno al hogar de todos.
+2
03 de junio
Gracias Jorge. La Carta es mía y tuve el privilegio de conocer muy cerca al Padre Gonzalo y a través suyo a una Iglesia hermosa !
31 de mayo
Ayer recién supe de su partida y hablabamos con un amigo de sus años de formador de gente joven, allá por los años 60; el también se enteró de su muerte recientemente y claro …efectivamente no salió en ningún medio, estban todoss ocupados en lo farandulero, en lo cortoplacista…
Su mensaje en todo caso aún repica en muchos espíritus, como una campana que nunca deja de tocar…
+1
03 de junio
Gracias María Bernardita .. comparto plenamente contigo. Una lucha con amor y que duró toda su vida. Gracias por recordarlo ! Un abrazo
30 de octubre
Me abrió los ojos como profesor allá por los años 70 en la UC. Hasta hoy recuerdo sus enseñanzas y trató de guiarme por ellas.
0