El tema de la democracia se puede abordar de dos maneras, la académica, de libros, citas y definiciones o de modo empírico, del día a día, donde todos vivimos y podemos observar valores y falencias de la democracia. Yo he escogido lo último.
Lo primero a saber sobre democracia, como gobierno del pueblo o de las mayorías, es que jamás se ha dado de la manera que fue planteada. Hay países que se han acercado a esa idea. La idea que, Abraham Lincoln anuncio en Gettysburg, el 19, de noviembre de 1863, «el gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo no se borrará jamás de la faz de la tierra». Una idea que no acaba de materializarse. La democracia lo mismo que la igualdad es un ideal a perseguir.El sistema democrático aún con sus falencias y enclenque como es, sigue siendo mejor que un sistema oligárquico del cual estamos peligrosamente cerca
Democracia, es una palabra abusada, usada para clasificarnos entre democráticos, poco democráticos o antidemocráticos. Los países se dicen democráticos, aunque muchos se ajustan mejor a una definición de Hans-Hermann Hoppe en su libro “Democracia, el dios que fallo”. Democracia al final de las cosas es un elástico que se expande o contrae sin uniformidad en el concepto.
Se dice, la democracia se expresa mediante partidos, de ser así, una señal que algo no está bien, es la cantidad de partidos que existen, 25 entre constituidos en formación o trámite, todos de centro. Tanto partido podría ser muestra de una democracia pujante, pero no es así, solo muestra demagogia, confusión y oportunismo. No hay 25 partidos con filosofías o ideas distintas. No hay 25 ideas país, es una sola, a lo más dos. Pero de haber dos, son muy parecidas. La existencia de tanto partido solo significa poca seriedad. Hay un líder que ni siquiera puede entrar al país, impedido por negarse a proveer por sus hijos.
Hoy, para formar partidos, solo se necesita odiar a alguien, una cosa, una política y se tiene plataforma. Así nació amarillos por chile, del odio a la constitución propuesta, mintieron, confundieron y ahora serán partido y una tranca a una nueva constitución al menos que se parezca a la existente.
Desde los años 70, muchos son los libros que vienen avisando de la debacle en el que entraba la democracia debido al neoliberalismo que destruyó las organizaciones de trabajadores, por ser un contrapeso al empresariado. La democracia como sistema político robusto, de intercambio de ideas entre gente que sabe lo que habla, dejó de existir en el momento que la economía se hizo del dominio de la política. Las ideas, las visiones fueron quedando subordinada a la economía, por los mismos partidos políticos que nunca fueron capaces de crear otros cánones de crecimiento y bienestar para todos.
Hoy la economía domina todo aspecto de la vida cotidiana pero desposeída de todo sentido político, histórico filosófico. El sistema educativo se deshace de ramos no esenciales a la economía. Así la democracia ha ido quedando vacía de contenido, quedando solo el mecanismo técnico por la cual se expresa, como es votar. Acto al cual el ciudadano es llamado a expresar su parecer acerca de temas y candidatos que no conoce ni escogió, quedando obligado a elegir, no entre ideas diferentes, sino sobre diferentes personajes. Así a menos que suceda algo desde el exterior el sistema se mantiene en permanente quietud.
Otro aspecto fundamental en el camino al fracaso de la democracia para los pueblos, es la falta de libertad de expresión, o cancelación de ideas. La libertad de palabra fue privatizada. Los poderes económicos en las redes sociales y los medios de comunicación masiva se dedican a censurar y solo expresan lo conveniente al sistema. La monetización de la verdad en twitter, podría llegar a costar 8 dólares al mes como señaló su dueño. Entonces, ¿de qué sirven las constituciones de los países que garantizan la libertad de expresión si te la quita una app en internet que es el lugar donde todo el mundo se expresa?.
La red social la usa todo el mundo para expresarse, decir verdades, mentir, decir verdades a media, manipular videos y fotos, Esto hacen también los medios de comunicación masiva oficiales. Todo lo que se expresa en las redes aunque no nos guste, es perfectamente aceptable bajo la libre expresión. El problema no es que te mientan y traten de manipular. El problema del ciudadano en este sistema, es no ser capaz de discernir entre mentira, verdad y manipulación.
Sobre la justicia, todos nos hemos preguntado alguna vez, ¿si realmente existe la justicia? El sistema judicial tal cual existe ya no es creíble, porque no existe imparcialidad en las instituciones encargadas de impartir justicia. La justicia en el mundo neoliberal es un producto que se compra de acuerdo a la capacidad de bolsillo no tan diferente a como se compra educación.
El sistema democrático aún con sus falencias y enclenque como es, sigue siendo mejor que un sistema oligárquico del cual estamos peligrosamente cerca.
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