¿Nicolás Maduro es un demócrata o un dictador? La respuesta a dicha pregunta varía dependiendo de quien responde. La democracia significa todo lo que las personas quieren que signifique. Entonces, aunque todos hablan de democracia, también todos quieren decir cosas diferentes. La Ciencia Política ha buscado encausar nuevamente el concepto de Democracia adaptándolo a diferentes tipologías. Cada tipología incluye ciertos requisitos. Pero, bajo ninguna de las tipologías predominantes, Maduro califica como demócrata.
¿En serio queremos dejar en manos de Donald Trump la decisión de tener que acabar con la crisis en Venezuela? Yo, por el bien de Latinoamérica, prefiero que no. Pongámonos los pantalones.
Algunos argumentan que el gobierno de Maduro es legítimo por sus victorias electorales y por la, presumiblemente, alta participación política de los venezolanos. Estas personas definen la democracia como un concepto minimalista. Las elecciones competitivas son condición necesaria y suficiente para que un régimen pueda ser catalogado como democrático. Pero este argumento no es precisamente bueno en el caso de Venezuela. Es aceptable que alguien crea en la democracia minimalista. Lo que no es aceptable es que se considere la elección de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente como una elección competitiva. No existió competencia, solo se podía elegir a candidatos de una sola coalición. Además, resulta sospechoso que Maduro haya logrado obtener más votos de los que obtuvo Chávez en su mejor momento. Si bien oficialmente votaron 8.089.320 venezolanos, no sabemos cuántos votos hubo en cada unidad electoral, cuántos votos blancos y nulos hubo y cuál fue la tasa de participación en distintos lugares del país. Ya que Maduro no satisface la condición de demócrata minimalista, resulta difícil que pueda satisfacer otras tipologías en tanto todas se construyen a partir de la definición minimalista. Pero, para realizar el ejercicio, analizaremos si Maduro puede ser definido como demócrata a partir de otras tipologías.
Revolución Democrática utilizó la tipología procedimental para describir lo que pasa en Venezuela. La democracia procedimental agrega—a las elecciones—la presencia de libertades básicas, políticas y civiles, para garantizar la participación y la competencia en las elecciones. La democracia procedimental también se preocupa por el correcto funcionamiento de las instituciones. Pero en Venezuela, esto tampoco ocurre. Es difícil creer en las instituciones cuando están cooptadas por una coalición política. El sistema electoral para elegir a los miembros de la Asamblea Constituyente ha sido manipulado para favorecer al oficialismo. Hay distritos de mil habitantes y otros de cien mil, pero ambos eligen a la misma cantidad de asambleístas. El diseño estaba hecho para sobrerrepresentar groseramente a las zonas afines del oficialismo y subrepresentar a las zonas donde la oposición es mayoría. Por último, la Asamblea Constituyente tiene como fin eliminar el único bastión de poder de la oposición, entregando el control absoluto del país al oficialismo. Es más, uno de los primeros actos de la Asamblea será crear una comisión de la verdad, que pueda juzgar a miembros democráticamente electos del parlamento.
Una tercera tipología de democracia se define a partir de los resultados. Esta democracia resultadista contempla, además de las elecciones y los derechos, que la gestión del régimen garantice eficiencia y bienestar social. Lo que menos hay en Venezuela es bienestar social. La escasez de alimento y medicinas, la hiperinflación económica, la caída del PIB, el desempleo y la delincuencia son algunos de los graves problemas con que deben lidiar los venezolanos diariamente. Discutiendo los países que fracasan, Daron Acemoglu y James Robinson concluyen que: “todos tienen en común las instituciones extractivas. En todos ellos, la base de estas instituciones es una elite que diseña instituciones económicas para enriquecerse y perpetuar su poder a costa de la vasta mayoría de las personas de la sociedad”. Huele a Venezuela.
Entonces, ¿Qué es Maduro? Mi opinión es que Maduro pasó a ser dictador el día en que bloqueó el referéndum revocatorio que pedía el poder legislativo. Por lo mismo, el argumento que se plantea desde Chile, considerando a la Asamblea Constituyente como un mecanismo constitucional válido es un mal argumento. Obviamente, no se puede defender el mecanismo cuando previamente otro mecanismo fue invalidado arbitrariamente por el Gobierno.
La actuación de la oposición tampoco ha estado a la altura. La participación política no convencional dejó de ser válida y se convirtió solo en intentos desesperados de romper con el régimen institucional. Pero cuidado, si bien la oposición ha tenido actitudes bastantes cuestionables con el Ejecutivo, no hay que olvidar que Venezuela es un país presidencialista y que la acción coercitiva depende exclusivamente del Gobierno. La violencia es mutua, pero salir de la crisis pareciera depender más de las acciones de Maduro que de una debilitada Asamblea Nacional. Más aún considerando que altos puestos del Gobierno están ocupados por miembros del ejército. Cómo se puede velar por el correcto funcionamiento institucional, si los que tienen las armas tiene una postura ideológica definida, en cuanto a sus altos mandos se refiere. Los latinoamericanos, en especial los de izquierda, estamos siendo egoístas. La violencia se toma las calles de Caracas y nosotros seguimos discutiendo sobre la condición democrática del Ejecutivo en Venezuela. Además, la indecisión de nuestros gobernantes, sumado a la poca competencia de los organismos internacionales para dar una solución, está dejando solo a los venezolanos. Para peor, no nos hacemos responsable sabiendo que tarde o temprano Estados Unidos va a intervenir. ¿En serio queremos dejar en manos de Donald Trump la decisión de tener que acabar con la crisis en Venezuela? Yo, por el bien de Latinoamérica, prefiero que no. Pongámonos los pantalones.
Comentarios
02 de agosto
También huele a Chile antes del 73.
Tu argumento «resulta sospechoso que Maduro haya logrado obtener más votos de los que obtuvo Chávez en su mejor momento.» tiene el tufillo a la forma como justificaban los asesinos de la dictadura cívico militar los asesinatos de la dictadura cuando al ser interpelados por ello respondían » algo andarían haciendo», frase repetida hasta por el dictador en más de una oportunidad.
Cuáles son los datos duros de tus sospechas.
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04 de agosto
un dato duro es que la empresa que provee los servicios computacionales para la eleccion dijo que fue manipulada.
pero eso tambien debe ser una conspiracion, ese es el argumento de siempre cuando los datos duros que piden no les funcionan.
04 de agosto
Por eso mientras mas fiscalizaores y observadore de una elección haya el resultado es mas fiable. Obviamente el porpósito de no permitir mas observadores tiene este turbio propósito de ser absolutamente manipulable para cualquier lado.
08 de agosto
Nadie puede decir que la situación no sea grave. Pero tu artículo está basado en la información que nos llega de los medios masivos que están enmarañadamente controlados por gobiernos, instituciones, etc que han creado un país al borde del caos y machacan continuamente que «Maduro es dictador». Se dice ya de tal manera, como cuando tragas un sorbo de café y no se cuestiona. Y si el gobierno gana una elección se le achaca a un «fraude electoral», nunca demostrado; se dice y ya está aceptado por todos. Cuando ganó la oposición la Asamblea, curioso, no hubo fraude. Y el dictador Maduro reconoce la elección. Curioso dictador. En la elección de la Constituyente no hubo competencia PORQUE LA OPOSICIÓN NO QUISO IR.
Creo que debes buscar otras fuentes de información
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