Queda en evidencia la inconsistencia de un grupo de poder reaccionario, decidido a restaurar por la fuerza la arquitectura neoliberal arrebatada en su país a manos de un proyecto político que con sus luces y sombras, es y ha sido expresión de la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano.
Es indesmentible que los sucesos acontecidos en Venezuela han cobrado especial interés a este lado del mundo en los últimos días, poniendo al proceso de la revolución bolivariana en el debate político nacional, de lo cual han salido a la palestra comentarios destemplados en contra del gobierno de Nicolás Maduro en solidaridad con los “demócratas” de la oposición venezolana.
De esto último, queda para la reflexión la ausencia de coherencia en la derecha y, lamentablemente, en sectores de la DC al momento de arremeter contra el presidente Maduro. Pues bien, estos últimos pasan por alto el devenir democrático de la experiencia venezolana, que indica con solvencia que en Venezuela se han celebrado 19 elecciones populares (como en ninguna parte del continente) en los últimos 14 años, teniendo como antecedente más inmediato los comicios municipales de diciembre de 2013, donde el chavismo se impuso holgadamente con un 76% de los votos.
A esto se suma, el accionar violento de una oposición venezolana fraccionada en una disputa interna, que ha sido incapaz de posicionar una alternativa real de poder (salvo con Capriles en 2013), lo cual es confirmado por los resultados disímiles de ésta en sus recientes desempeños electorales. Tal oposición que entre sus líderes cuenta a Leopoldo López, “demócrata” adoctrinado en Estados Unidos y quien ha llamado irresponsablemente al alzamiento contra el gobierno, propiciando un clima de tensión y poniendo en riesgo a cientos de miles de venezolanos.
Ante esto, queda en evidencia la inconsistencia de un grupo de poder reaccionario, decidido a restaurar por la fuerza la arquitectura neoliberal arrebatada en su país a manos de un proyecto político que con sus luces y sombras, es y ha sido expresión de la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano.
Por otro lado, capítulo especial es la comparación entre el movimiento estudiantil chileno de 2011 y su contraparte venezolana. En este punto, se desprende una diferencia de fondo que llega al extremo; mientras los estudiantes chilenos se movilizaron en vías de transformar el orden político-social segregador, en búsqueda de sentar las bases de una sociedad de derechos a partir del ámbito educacional; en Venezuela el detonante ha sido netamente la desestabilización social a fin de derrocar el gobierno del presidente Maduro.
En síntesis, sin desestimar las falencias propias de un sistema totalmente perfectible, es imperativo sostener que el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela debe ir acompañado de soluciones democráticas, las que su constitución a diferencia de la chilena si ampara (referéndum revocatorio a modo de ejemplo). Lo cual debe ser reforzado de una solidaridad latinoamericana sin sesgos ni intereses particulares, sino amparada sobre la base de consolidar procesos que han desafiado el intervencionismo y el abuso que por años ha asolado este rincón del orbe.
Comentarios
19 de febrero
Yo también creía en el sueño bolivariano. Me fueron defraudando cosas de Maduro hace un buen tiempo, pero las evite. Los elementos positivos de la revolución eran mayores y muy por encima de los negativos. De hecho hace poco celebré los 15 años de la llega del comandante victorioso Hugo Chávez al poder.
Te felicito, planteas una verdad. El chavismo ha sido excluido de nuestra política por prejuicios.
Pero yo, que me informo todos los días que pasa allá en Aporrea, como en El Universal. Yo que estado allá, tengo familia allá. Le dejé de creer a Maduro desde que se volvieron ilegales en grandes acciones y tildaron de fascistas a quienes por justa razón piensan distinto.
Creo sinceramente, que me alegraré con los triunfos de la revolución ante el capitalista que acapara, roba, usurpa, etc.
Pero creo también que no son fascistas los opositores. Acusar a Leopoldo de cualquier cosa, me recuerda a grandes acusaciones falsas en la historia.
En fin. No sé, la verdad no sé que diría Chávez del actuar de sus discípulos. Yo creo que el estaría con el pueblo, como siempre estuvo.
Un abrazo de socialista,
Saludos
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20 de febrero
La unica conclusión del artículo y posterior comentario es que para los saocialistas todo los que les molesta es facista y cuando estan en el gobierno son ellos los unicos representantes del pueblo y encargados de transformar el orden político-social segregador y los que protestan son los facistas, principios valoricos aparentemente muy sólidos pero que se revierten con gran facilidad cuando dejan el turno en el poder.
Al final solo queda claro que viven de puros slogans baratos y probadamente fracasados aqui y en la quebrda del ají.
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20 de febrero
Solo quisiera opinar a la verborrea inculta del gobierno «bolivariano»…
Acusar de «fascista» a la derecha, o a los neoliberales, es una forma barata y ridícula de denostar. Si se analiza bien, lo mas parecido al fascismo o nacional-socialismo es….el gobierno de Venezuela.
En particular, apelar al nacionalismo, tener culto a un lider, vincular los medios de producción a los intereses de la nación, etc,etc. ESO ES EL FASCISMO!. Porque comunistas no son; no hay comité central (y partido político único), si bien hay impulso a las cooperativas mas bien se ha ido a un modelo fascista de oligopolios, etc.
Curioso es, entonces, que sea la oposición la fascista…
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20 de febrero
Está más que claro que la oposición venezolana está sumamente dividida y que personajes como Caprile no logran convencer, ésto me lo han contado los mismos venezolanos con quienes he tenido oportunidad de hablar pero aun así ¿ésto le da derecho a Maduro a comportarse en forma infantil y llamar a la oposición fascista y a sus partidarios de referirse a ellos como golpistas agentes infilitrados del imperalismo yanqui? Al final Maduro se comporta igual que a aquellos que critica, de hecho me recuera bastante cuando Piñera, Hinzpeter y cia. criminalizaban el movimiento estudiantil e incluso de acusarlo de poenr en peligro la estabilidad del país. Los Hermogénes Perez de Arce o sea los extremistas no son exclusivos de un solo bando, esto está claro.
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26 de febrero
No entiendo esta visión que desligitima a los estudiantes venezolanos y aplaude a los estudiantes nacionales, creo que quien tiene discursos así, en realidad no apoya ni a uno ni a otro, apoya a los estudiantes mientras sean funcionales a sus fines, que triste, parece que muchos se quedaron el guerra fria y aún cultivan los destructores «ismos». Quizás el pueblo venezolano pueda encontrar el camino de la concordia social, hago votos por ellos.
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