Este lunes 13 de julio, 15 presidentes de organizaciones empresariales de Chile publicaron en El Mercurio una declaración con el título “Aún es tiempo de rectificar el rumbo”, a propósito de la aprobación en general en la Cámara de Diputados de la reforma constitucional que permite el retiro del 10% de los fondos de pensiones. En ella, los empresarios muestran lo que, a su juicio, son las nefastas consecuencias de ser aprobada la reforma en el parlamento, para terminar señalando lo siguiente: “Todos debemos esforzarnos más por privilegiar el bien común, por dejar de lado los atajos populistas y las ventajas de corto plazo; por dialogar con honestidad para construir acuerdos duraderos; por poner por encima de todo y con transparencia el beneficio de la gran mayoría de las chilenas y chilenos que hoy más que nunca requieren apoyo en materia de empleo, salud, vivienda, educación y, por supuesto, medidas que de verdad mejoren sus pensiones futuras.”
Si descartamos la frase “por dejar de lado los atajos populistas y las ventajas de corto plazo”, por ser un juicio odioso e innecesario, lo más probable es que la gran mayoría de las chilenas y chilenos esté de acuerdo con el exhorto que proclaman. Cabe entonces preguntar qué entiende el empresariado por “privilegiar el bien común”, qué significa para ellos “poner por encima de todo y con transparencia el beneficio de la gran mayoría de las chilenas y chilenos”. La lógica me indica que, dado lo que han dicho, están dispuestos a deponer sus propios privilegios y poner por encima el beneficio de la gran mayoría. Tarea para los periodistas indagar sobre ello, que no quede duda sobre el alcance de dicha declaración. Desde ya espero y deseo que exista “conexión” entre lo que ellos declaran, y sus comportamientos personales y gremiales.Mientras millonarios del mundo piden a los gobiernos que suban sus impuestos para rectificar la desigualdad creciente y desestabilizante, en Chile, los empresarios piden privilegiar el bien común y poner sobre todo el beneficio de la gran mayoría de las chilenas y chilenos.
Este mismo día, Emol publicó una noticia (que permaneció poco tiempo en pantalla) que informa sobre una declaración de un grupo de millonarios de distintos países, llamado Millonarios por la humanidad. Este grupo declara, entre otras cosas, lo siguiente: “Hoy, nosotros, los millonarios y multimillonarios pedimos a nuestros gobiernos que aumenten los impuestos a personas como nosotros. Inmediatamente, sustancialmente y de forma permanente.” La petición que hacen estos millonarios se da a conocer antes de la próxima reunión del G20, que tendrá lugar este fin de semana. Cabe decir que no hay chilenos firmantes de esta petición.
Este tipo de declaración/petición de multimillonarios no es nueva. En enero de este año aprovechando el Foro Económico Mundial que se realizó en Davos, Suiza, publicaron una carta exigiendo «impuestos más altos y más justos a los millonarios y billonarios en sus propios países», para así «ayudar a prevenir la evasión de impuestos individual y corporativa por medio de una reforma a nivel internacional” y también «prevenir una posible revuelta social en su contra.»[1] Agregando, “la desigualdad extrema y desestabilizante está aumentando alrededor del mundo. Hoy, hay más billonarios en la Tierra que antes, y controlan más riquezas que nunca. Mientras tanto, los ingresos de la mitad más pobre de la humanidad se mantienen virtualmente iguales.”
Mientras millonarios del mundo piden a los gobiernos que suban sus impuestos para rectificar la desigualdad creciente y desestabilizante, en Chile, los empresarios piden privilegiar el bien común y poner sobre todo el beneficio de la gran mayoría de las chilenas y chilenos. Ambos pedidos resuenan en el mismo sentido: los empresarios chilenos señalan propósitos; el grupo de millonarios, un camino. Me parece una buena y necesaria confluencia.
En el concierto mundial, Chile es considerado uno de los países más desigual. El estallido social y luego la pandemia se han encargado de enrostrarnos esta realidad. A riesgo de parecer simplista, como majaderea el rector Peña, considero la desigualdad como un factor determinante en la crisis actual. Darle una solución como la que plantea este grupo de millonarios, de seguro contribuiría significativamente no solo a disminuir las tensiones, sino también a iniciar un curso de encuentro ciudadano virtuoso.
Pero nuestra crisis es generalizada y de difícil salida si no se logran grandes acuerdos. No dejemos que el miedo, la torpeza, la mezquindad y la desesperanza, nos nublen la razón. Sin duda, nuestra gran vía de salida es el acordado proceso constituyente, al cual lamentablemente la declaración del empresariado no hace alusión. Debemos cuidar desde ahora que ese proceso sea hecho de la mejor manera posible. Bien al comienzo, bien al medio, bien al final. Confiemos en que seremos capaces de lograrlo. Descartemos el fatalismo que nos lleva a la resignación de aceptar lo que hay y encaremos con esperanza el desafío de darnos una nueva Constitución democrática, legítima y justa.
Comentarios
15 de julio
Excelente aporte. El proceso constituyente, sin duda, es nuestro mejor horizonte por el cual debemos todos trabajar y velar para que lo realicemos en las mejores condiciones.
¡Nos merecemos una Constitución democrática, legítima y justa!
Gracias, Jorge.
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16 de julio
Me pregunto…cuales serán las carencias que están atravesando este grupo de empresarios chilenos…tienen donde dormir , que comer….que les falta?…. Tal vez empatia..
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16 de julio
Interesante el contrapunto entre la declaración del grupo Millonarios por la Humanidad y la carta de los dirigentes empresariales locales.
Con respecto a lo que estos últimos consideran el bien común, históricamente se han referido así a sus propios intereses.
Por su parte, si bien es muy loable la declaración de los millonarios, habría que indagar de qué forma están impulsando esa iniciativa, y si tiene reales posibilidades, sobre todo en Estados Unidos, país de origen de la mayoría de los firmantes de esa petición.
Otro asunto es, en la eventualidad que esa propuesta prosperara, adónde irían a parar esos recursos, al complejo militar-industrial, a las grandes farmacéuticas, al rescate de las petroleras del fracking, o a inversión social.
Por eso considero pertinente el llamado a concentrarse en el proceso constituyente y lograr una Constitución democrática y justa que efectivamente contribuya a mejorar las condiciones de la mayoría ciudadana.
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17 de julio
Las ganas de echarle mano a la plata de otros es un boomerang. Los argumentos de desigualdad, que los empresarios son ladrones, que la humanidad va a estar mejor, etc siempre buscan lo mismo: justificar quitarles a los mas ricos. Ahora bien, en general pensando en que esa plata va a….¿quien…?…¿a los mas pobres?…no , va a los políticos, no olvidar eso.
Si, para felicidad de los igualitaristas, los ricos se juntaran una vez al año, agarraran un 10% de su patrimonio y lo quemaran…¿estarían felices? mal que mal, se reduce la desigualdad. Listo, resuelto el problema; los ricos ya son 10% mas pobres.
Pero ahí viene la otra vertiente: quieren apoderarse de esa plata ¿para repartirla en partes iguales en la población?…no, es para que el político diga que hacer, dandole mas poder.
Pero, finalmente, como boomerang, el rico subirá un poco los precios ya que si el impuesto es general, todos los ricos tendrán el incentivo a subirlos al mismo tiempo, no hay competencia. Así que , si, a los ricos se les pondrá mas impuesto, pero los que terminarán pagando eso serán los consumidores. Evidentemente quienes abogan por estas cosas no saben mucho de economía ni de sociología. Menos, al no entender que ellos no tienen la plata bajo el colchón…es plata que está produciendo, dando trabajo, etc.
PD: 100 millonarios «progres» de EEUU…en el mundo se calcula que hay 47 millones de millonarios.
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