El reducir las brechas de desigualdad y mejorar la calidad del capital humano (metas de la reforma de la educación) están alineados con el interés de largo plazo de ser un país más cohesionado socialmente y así evitar los riesgos de deterioro y desconfianza de las instituciones de una parte importante de la población y se revalorice al sistema democrático representativo como un sistema capaz de interpretar a la ciudadanía impulsando políticas públicas de inclusión, cambios e inflexiones indispensables para su sostenibilidad política.
Para alcanzar la recaudación comprometida para realizar la Reforma Educacional y las mejoras en políticas de protección social que se contemplan, el gobierno ha enviado al Congreso Nacional un proyecto de Reforma Tributaria que tiene como objetivo recaudar US$ 8.200 millones o un 3,02% del PIB en régimen, si los supuestos con los cuales fue anunciada se cumplen. Para el Gobierno, la iniciativa es clave para financiar las grandes reformas en carpeta, lo que implica financiar parte significativa de los US$ 15.100 millones que cuesta el programa que Bachelet comprometió en las elecciones del año pasado.
Por otro lado, la reconstrucción, tras el terremoto en Arica y Tarapacá «va a requerir un esfuerzo mayor por parte del Estado en el tema de vivienda». Un informe reciente del Ministerio de la Vivienda estableció que, en total, hay más de 13.500 casas con daños en las dos regiones.
Los ejes de la reforma tributaria son, básicamente, la eliminación gradual del FUT, elevar el impuesto de primera categoría a 25%, y reducir también de forma gradual la tasa máxima de los impuestos personales de 40% a 35%. De esta manera se postula terminar con el impresentable trato preferencial y excepcional que el actual sistema tributario chileno le otorga a las grandes empresas y a las personas que están en el rango del 10% más altos de ingresos. No sólo se pretende proveer bienes y servicios básicos a la población, reduciendo las inequidades existentes a todo nivel, sino que también deconstruir una carga tributaria más igualitaria y redistributiva. Además, la reforma tributaria, apunta a la necesidad macroeconómica de eliminar el déficit estructural que muestran las cuentas fiscales, contando con “los recursos permanentes necesarios para hacer realidad las transformaciones de manera fiscalmente sustentable”.
El reducir las brechas de desigualdad y mejorar la calidad del capital humano (metas de la reforma de la educación) están alineados con el interés de largo plazo de ser un país más cohesionado socialmente y así evitar los riesgos de deterioro y desconfianza de las instituciones de una parte importante de la población y se revalorice al sistema democrático representativo como un sistema capaz de interpretar a la ciudadanía impulsando políticas públicas de inclusión, cambios e inflexiones indispensables para su sostenibilidad política.
Los sectores de la derecha y los gremios empresariales que se oponen a esta reforma, esgrimiendo supuestos efectos negativos que tienen las alzas tributarias sobre el crecimiento y el empleo, se escudan en esa discutible “premisa” económica para negarse a toda reforma tributaria que tenga un impacto distributivo y entregue recursos adicionales y permanentes al Estado para financiar los gastos orientados hacia la educación, la salud y otros bienes públicos indispensables para provocar un cambio y un mejoramiento en la calidad de vida de la población chilena. La campaña que está desarrollando la UDI para oponerse a la reforma tributaria, con declaraciones y augurios catastrofistas para le economía, adicionadas con panfletos distorsionadores sólo trasuntan las viejas prácticas de la derecha: la imagen del terror.
Son críticas que no dan cuenta que necesitamos recursos adicionales para cumplir objetivos básicos para llevar adelante un conjunto de reformas sociales. En esas declaraciones no se hace ninguna mención a un plan alternativo que permitan recaudar los mismos recursos, sin los “costos” a la opción planteada por el gobierno. Todo indica que desde esos sectores no existen alternativas para reducir las desigualdades en Chile.
El mito que sólo el crecimiento económico conduce al desarrollo social ha sido desmentido por diversos países del mundo como lo señala el Índice de Progreso Social (SPI, por sus siglas en inglés) 2014, que publicó los 20 países con el mayor progreso social a nivel mundial , cuyo líder es Nueva Zelanda en términos de derechos, libertad individual y accesibilidad a una educación de calidad. Según Michael Green, director ejecutivo de SPI, «el índice muestra que el crecimiento económico no conduce automáticamente al progreso social», puesto que la inversión en educación y en bienes públicos son fundamentales para mejorar e igualar oportunidades, y así acortar la brecha social y económica que existen en los países.
La reforma tributaria establece una carga impositiva cercana a la que tienen los países de la OCDE en los cuales los impuestos promedian un 30% en la actualidad y EE.UU que aplica una tasa de 35% a las utilidades, sustancialmente más alto que el 20% de Chile, y no constituye crédito del impuesto a la renta, como acontece en Chile.
Para viabilizar la reforma tributaria comprometida durante la campaña presidencial es fundamental que los diputados y senadores electos en el pacto de la Nueva Mayoría asuman sin reservas su apoyo a esta iniciativa. Es altamente inapropiado, entonces, que emerjan voces discordantes de parlamentarios de la Democracia Cristiana en la tramitación legislativa de un proyecto clave presentado por el gobierno, quienes han expresado reparos sobre los alcances de la reforma y han cuestionado el artículo referido a la ampliación de las facultades del SII, como también al aumento del impuesto al pisco, opiniones bastante concordantes con las expresadas por La UDI y sectores del gran empresariado.
Las agendas propias no contribuyen a facilitar la puesta en marcha, con la urgencia requerida, del programa de gobierno ni tampoco a proyectar una imagen positiva de los partidos de la NM, al contrario sólo aumentan su desprestigio ante la sociedad por su tendencia a distanciarse y exteriorizar una falta de compromiso ante las reformas planteadas por el gobierno de la presidenta Bachelet.
Al iniciarse la campaña electoral presidencial y parlamentaria del 2013, los partidos que conforman la Nueva Mayoría se comprometieron en un acuerdo sustantivo sobre los ejes fundamentales de las reformas a materializar en la eventualidad de ser favorecidos por el electorado. Esas propuestas de cambios que se buscaban introducir fueron las motivaciones principales para obtener el respaldo electoral tan significativo obtenido por la NM.
En la aprobación de esta reforma tributaria se juega realmente el éxito o fracaso de la actual administración. Es importante, entonces, que los partidos de la NM demuestren, sin fisuras, su respaldo a las ideas matrices y sustantivas comprometidas para confrontar los problemas nuevos a los que como sociedad nos estamos enfrentando, por tanto, las voces disonantes de algunos parlamentarios de la coalición deberían tener presente que la reforma tributaria se está legitimando por sí misma en función de los objetivos económicos-sociales de la misma y a la creciente percepción ciudadana en cuanto a que en Chile no todos pagamos los mismos impuestos, puesto que gran parte de la evidencia indica que quienes los pagan no son precisamente los más ricos.
La carta de navegación de los partidos de la NM está entrelazada con la carta de navegación gubernativa. Por consiguiente, los partidos de esta coalición deben tener la capacidad intelectual para comprender e insertarse positivamente en el “nuevo ciclo” y ordenarse, en base a propósitos compartidos y con un sentido de misión, para respaldar políticamente al gobierno, evitando de esta manera contiendas y debates que pueden generar ruidos innecesarios que compliquen la gestión del poder ejecutivo para materializar en forma eficaz el conjunto de reformas pendientes. El rol de los partidos, y de sus parlamentarios, en cualquier Gobierno sustentado por una coalición de partidos, es alinearse a los objetivos estratégicos de ese gobierno impulsando conjuntamente las reformas contenidas en el programa ofertado al país y no convertirse en un obstáculo o en un freno para las reformas definidas en mayor detalle en la Agenda legislativa.
Comentarios
15 de abril
http://www.elvacanudo.cl/noticia/economia/lo-que-no-se-ha-dicho-sobre-la-reforma-tributaria
Nosotros tuvimos que hacer un análisis donde esta reforma es una forma de hacer igual a las personas del país, siendo que cada personas le están subiendo las cosas todos los días y que los bienes son cada más inancanzables …. Se debe pensar la forma en que hacemos que los que realmente pagan el IVA (los de la última cadena económica) no deberían pagar más encima más impuestos. Por ejemplo, los mall pagan menos que un local PYME.
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