¿Por qué no transformar las primarias en un gran plebiscito programático? La gente podría ser convocada junto con votar por su candidato, a votar por los grandes conceptos de campaña. Así, el programa de Gobierno estaría legitimado por miles de votantes que escogerían entre distintas opciones.
Y llegó a territorio nacional la más esperada figura de nuestra alicaída política, y ocurrió lo que todos profetizaron: no había aterrizado aún el avión y ella ya se había tomado la agenda. No sólo los medios enloquecen – parecen caer rendidos ante el encanto y carisma de Bachelet-,sino que también el Gobierno y los candidatos del oficialismo, que no hacen más que hablar de ella, probablemente víctimas del pánico de su propia incompetencia para hacer prender alguna de sus candidaturas. Pero ella es incombustible.
Se ha acusado a Bachelet de falta de respeto hacia los chilenos, pues durante los últimos meses ella guardó un monacal silencio acerca de los grandes problemas del país. La verdad es que otros en campaña se lo han hablado todo, y tampoco sabemos lo que piensan de Chile. Los grandes temas que el país quiere debatir han estado ausentes, y ha sido el movimiento social el gran promotor de este debate.
Lo que se viene no es difícil de predecir: el país, de la mano de los candidatos, entrará en una dinámica de primarias que hasta ahora no se había sentido, ya que el trono de la reina estaba vacío. En el oficialismo, los dardos se volverán contra Bachelet (incluido el Gobierno, que repetirá los errores que han cometido sus predecesores en materia de intervención electoral). Ha llegado la adversaria que puede juntar dos candidaturas que no se soportan entre ellas (y que de paso no generan entusiasmo alguno), con lo cual curiosamente ella seguirá creciendo, ya que ha mostrado no sólo ser inmune a las acusaciones, sino que pareciera alimentarse de ellas.
El discurso que el oficialismo está tratando de instalar es “para qué cambiar un Gobierno que lo ha hecho estupendo por una candidata que no hizo nada siendo ella Gobernante”. Hasta ahora nadie ha dicho claramente qué es lo estupendo de la administración Piñera. El papelito de los 33 mineros ha sido reemplazado por un par de estadísticas de desempleo y crecimiento económico, bastante moderado, para ser francos. Todos sabemos que ambos no son producto de grandes aciertos o de reformas importantes, sino que consecuencia de la dinámica propia de una economía de reconstrucción tras un terremoto como el que tuvimos. Las promesas de campaña están mayoritariamente incumplidas, en materia de delincuencia, en materia de modernización del Estado, en materia de salud y educación, en materia de reformas políticas y de equidad. Es decir, en los grandes temas, nada, y, lo que es peor, ninguna reforma sustantiva. Ni siquiera una que muchos esperábamos: la modernización de un Estado anacrónico.
En la oposición, los candidatos aprovecharán estos minutos de fama para dar a conocer algunas de sus ideas, ninguna hasta ahora muy atractiva para la ciudadanía. Es impresionante la poca sintonía que ellos tienen con las personas que se supone van a representar. Es impactante cómo ha calado hondo la farandulización de la política, esta idea de que más vale una buena foto bien acompañado que mil discursos. Si a esto le sumamos el nefasto concepto de que gobernar es administrar con eficiencia lo que hay, proponiendo mejoras marginales, y no transformar la realidad, la combinación es un desagrado.
Pues bien, así vistas las cosas, ya empiezo a bostezar. Pareciera que estas elecciones serán las más aburridas; carrera ganada como decía un hípico. Sin embargo, hay una remota posibilidad de que las cosas se pongan más entretenidas, pero para eso las superestructuras partidarias tienen que estar dispuestas a arriesgar.
¿Por qué no transformar las primarias en un gran plebiscito programático? La gente podría ser convocada junto con votar por su candidato, a votar por los grandes conceptos de campaña. Así, el programa de Gobierno estaría legitimado por miles de votantes que escogerían entre distintas opciones. Algunos temas que podrían formar parte de la papeleta:
- Asamblea constituyente
- Educación gratuita
- Cambio al sistema previsional
- Fondo único de salud (fin a la segregación Isapres/Fonasa)
- Reforma tributaria
Y sobre todo, recuperar la soberanía popular, instalando el plebiscito como mecanismo para dirimir las grandes decisiones del país.
Transformemos entonces las primarias en un gran ejercicio de construcción del futuro programa de Gobierno y construyamos un mecanismo que haga de los programas promesas auditables. Eso le daría un enorme vigor a estas elecciones.
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Fuente de fotografía
Comentarios
28 de marzo
Comparto lo de las primarias proyecto gobierno seria interesante ahora ¡¡ Querrán Realizarlo¡¡ permite la duda independientes oposición alianza se arriesgaran difícil muy DIFÍCIL CASI IMPOSIBLE demasiados pre candidatos quieren ser el mejor 2 la OPOSICIÓN CONCERTACIÓN SABE QUE ÚNICA CARTA CASI SEGURA ES BACHELET candidatos al parlamento con quien salen en la foto a quienes dicen representar solo son necesarios x el voto después olvido de falsas promesas de campaña CONCERTACIÓN OPOSICIÓN NINGUNO LES FAVORECE REALIZAR GRANDES CAMBIOS TUVIERON MAYORÍAS¿cambiaron algo? recuerda quien les tendió la mano con lo de la DC comprobado cambios solo para el que escucha no para los POLITICOS SON SORDOS
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28 de marzo
Debe tener esto una representación digital …
Te sugiero hacer llegar la idea, como proyecto concursable y con premios incluso, a las facultades respectivas de todas las universidades del país …
+ Bla al tema y seudo fanfarrias =
a los políticos se les colocaría un tamaño de calzado
se les colocaría silla y mesa donde acomodarse
donde dar un molde, donde cubrir un espacio
que moldea las formas de cambio que la población expresaría
sujeto a las restricciones lógicas !…
Tan, ta, na nannnn… !!!!
Contacta un publicista, también !!
Y no dejes de hacerlo…
O que lo haga quién pueda,
porque esta es una llave a las alemedas de la democracia…
Quien quiera un cambio real en nuestra sociedad, en sus formas de organización económica; en sus formas de decisiones, basadas en la razón y en el apoyo de la mayoría; en sus formas de desarrollo territorial y organizacional, debe interesarse en esta propuesta, porque con ella es posible cambiar las reglas del juego, transparentando la falta de interés evidente por la población a todos los presidentes pasados que teniendo las llaves de la democracia y del progreso del pueblo chileno, no las usaron,
por lo tanto, esto les representaría un desafío que, precisamente, va en el sentido que aspira la población que actualmente sufre los mayores flagelos ocasionados en parte, en muchos casos, por problemas económicos familiares, o para sostener una familia, producto de la usura con que el sistema político-financiero y económico-político azota a los hijos de la patria…
Si tanto deseas cambiar el mundo, también tú lector, he ahí una llave para hacerlo y si lo quieres lograr, debes esforzarte… Los premios no son para los negligentes… Las bondades de la patria sólo se obtienen de su jardín, de su poza y de su huerto, de su montaña y de su desierto, cuando las personas, por su esfuerzo, lo merecen…
Premio a la santidad aparte, que brinda Dios, a una nación que no se va detrás del vicio o una en que sus gobernantes no la gobiernan en favor del pueblo, o en la que sus pastores no pastorean a los rebaños de la creación de Dios…
jkgjgjg
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