Sabidos son los efectos de la centralización en el país, es por ello que para iniciar un análisis de las primarias del pasado domingo 19, primero hay que entrar en el debate de qué es lo que se juega en una elección municipal: la administración de un órgano del Estado que es gobierno local, que cuenta con patrimonio, funcionarios y administra recursos que son destinados al mejoramiento, dictando normativas que son obligatorias en el territorio comunal.
Más importante que preocuparse de cuántos votos sacó tal o cuál partido, debemos preocuparnos de cuánto potenciamos la organización local y las posibilidades de generar políticas participativas
Desde algún tiempo los municipios cada vez más han usado sus herramientas normativas para promover ordenanzas en materias que la propia Contraloría ha definido como de reserva legal, esto debido a que la dinámica local es mucho más rápida que la nacional, basta con mencionar el caso de las bolsas plásticas, iniciativa que actualmente tiene un proyecto de ley que está en el congreso.
En los últimos meses hemos visto cómo desde los municipios han proliferado políticas públicas que transforman la estructura del país. Las farmacias populares son un ejemplo célebre instaurado por Recoleta y en Santiago existe el programa Revitaliza STGO, que en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Subdere, plantea reestructurar la política de vivienda en Chile, fomentando la regeneración de barrios patrimoniales. Estos dos ejemplos demuestran que los municipios no son solo un espacio de administración del clientelismo, son espacios donde con voluntad política se puede construir un buen vivir para los vecinos de la comuna, fomentando la participación y la desconcentración en la toma de decisiones, para que a su vez los procesos políticos democratizadores, como las elecciones primarias, tengan un real sentido.
Las municipalidades, como entidades, tienen entonces una función que está empezando a mostrarse y que hace urgente una tarea de Estado: descentralizar los recursos públicos. Las municipalidades tienen como principal financiamiento el dinero de las patentes comerciales y las vehiculares, lo que produce que las comunas con menos ingresos se financian casi exclusivamente con el fondo común municipal, esto porque el Estado no distribuye mayores recursos de financiamiento de manera equitativa, solo lo hace en base a los proyectos que cada municipio pueda presentar, replicando la misma lógica de desigualdad, pues un municipio con bajos recursos no puede contratar profesionales para generar proyectos con altas especificaciones técnicas necesarias para su aprobación, lo que finalmente concentra la inversión estatal en las comunas ricas y que a su vez tienen más recursos y concentran menor población.
Las elecciones primarias nos muestran una baja participación, por tanto nosotros debemos plantearnos los desafíos desde otra índole: ¿el desarrollo de nuestra sociedad debe plantearse desde la política central o también desde los espacios territoriales? Estas dos cuestiones no son excluyentes, aunque lamentablemente no son complementarias. La política local es el paso que debemos dar en la senda de democratización que este país vive y (re) construir tejido social implica dar la tarea de organizar a las comunidades, de generar los mecanismos legales que permitan la participación activa de la ciudadanía en las decisiones y qué mejor forma que partir desde las entidades estatales más próximas a la ciudadanía: Las municipalidades.
El análisis de las primarias difícilmente deja algún ganador. Más importante que preocuparse de cuántos votos sacó tal o cual partido, debemos preocuparnos de cuánto potenciamos la organización local y las posibilidades de generar políticas participativas donde los ciudadanos tomen las riendas de su comunidad. Mientras los municipios no modernicen sus funciones, su estructura y sus lógicas políticas (administrar beneficios a la comunidad) y pasen a ser órganos al servicio de la organización, de la participación y de laboratorio de experiencias que puedan ser replicadas en otras comunas del país, no comprenderemos las lógicas de la realidad local.
Comentarios
22 de junio
Comparto tu opinión, hay dos caminos, sentarse a esperar que la participación cobre real sentido desde la institucionalidad, o nosotros como ciudadanos conscientes proponer alternativas concretas de participación y empoderamiento ciudadano. Saludos
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