Un amplio operativo policial caracterizó la conmemoración por el natalicio de O’Higgins en Chillán Viejo. El despliegue fue tan excesivo que ni el obispo pudo romper el control de la policía. Tampoco el superintendente de bomberos ni algunas autoridades locales; para qué decir de los ciudadanos de a pie u otros que supuestamente iban a participar en el desfile. El alcalde de Chillán Viejo señalaba que "fue tan tremendo que incluso a los arrieros de Atacalco se les revisó el poncho a cada uno, no se les permitía andar a caballo”.
Al parecer la fiesta incluyó toqueteos varios, puesto que, según relató radio Bío Bío, se controló hasta “la vestimenta de las tradicionales chinas que incluso debieron levantar sus polleras para demostrar que no portaban elementos peligrosos para el desarrollo de la ceremonia”. ¿Exceso de celo por parte de carabineros?, tal vez… o quizás pensaban que la tradición de los calzones amarillos estaba próxima; ¡para la buena suerte! debe haber comentado mi cabo.
De cualquier modo la orden es clara, ¡nadie pasa sin invitación, ni con ella tampoco! Eso explica que hasta los concejales salieran volando. ¿Usted es el obispo?, muestre la invitación…¿tiene la tarjeta Platinum o la Gold; que hay de su pin pass?, mire que si no, no entra. Y no entra, no más. Perdón oficial, decía una señora, ¿acumulo puntos con la tarjeta del super? Otro desconcertado vecino preguntaba, ¿no habrá una pantallita gigante para ver el acto?, es que a tres cuadras de distancia se ve bien poco.
Para condimentar la conmemoración, una vez que desfilaron las tropas militares se detuvo la música; el Presidente rompió el protocolo y bajó a saludar a la gente, es decir, aquellos que cuidadosamente fueron seleccionados para estar en primera línea. También el mandatario aprovecharía para ilustrar a la prensa con alguno de sus estudiados discursos, cosa inusual a estas alturas. Pero ahí terminó de prender el desconcierto. La comunidad supuso, vaya uno a saber por qué razón, que el acto terminaba y que los colegios, los huasos, bomberos y demás no rendirían honores al padre de la patria.
Disgusto y pifiadera general; es que al parecer la gente no aprecia la espontaneidad y el carisma de nuestro Presidente. La indignación cundió a tal punto que se retiró el alcalde, el senador Ruiz Esquide, los bomberos y otros. Como demostración de desagrado incluso bomberos hizo sonar sus sirenas durante cuatro minutos, una falta de respeto a ojos de la autoridad.
Pero la resiliencia es una característica innata del mandatario, sin desanimarse dio por reiniciado el acto y así los que quedaban pudieron desfilar, claro que en un “procedimiento abreviado”, porque en este gobierno no hay un segundo que perder. En diez minutos pasaron todos y como novedad los reporteros consignaban que “los huasos debieron desfilar acompañando en un costado de sus caballos sin poder montarlos”; Lógico, si las pobres bestias se cansan y luego alguno reclama por maltrato animal. El gobierno no está para líos gratuitos.
El Presidente, el Ministro de Defensa y la Presidenta de la Cámara terminaron observando el desfile desde la vereda. Algo enojado por tanta incomprensión, el Ministro Ravinet justificó que el acto se hubiera acortado y agregó que si no les gustaba a la gente de Chillán Viejo, el próximo año esta ceremonia podía trasladarse a Santiago…habría que sugerir que se haga en la Escuela Militar, que tiene un acceso más fácil de controlar. Además el Ministro se puede comer una empanadita con tanquilidad sin sufrir el desaire de las multitudes.
La vocera de gobierno, Ena Von Baer, señaló desde La Moneda que la interrupción del acto se malinterpretó, “hubo un proceso de falta de información, pero es sumamente mínimo, ninguna cosa importante”. Parece que la ministra no está bien informada, pero después de todo esto viene a ser un detalle y tampoco constituye novedad.
Hay mucha paranoia en el entorno presidencial y una profunda contradicción, que se expresa en el afan de proteger al mandatario y revertir su imagen de distancia con la gente. La salida de protocolo del Presidente puede haber sido espontánea, pero si es el caso, la explicación es peor, porque enloda un acto relevante; nada menos que el nacimiento de O’Higgins.
Comentarios
22 de agosto
Excelente columna, muy irónico.
Creo que nuestro presidente se ha destacado por su falta de espontaneidad y tino.
Saludos
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24 de agosto
No comparto la opinion de barbara, me recuerda mucho a los desfiles del gobierno militar, con tanta seguridad.Por lo menos en esos tiempos no se restringia el acceso para los cuidadanos comunes. Si esto se realizo muy en acuerdo con la participacion de la cuidadania durante tanto tiempo, por que cambiar hoy las reglas. Esto no es espontaneneidad y tino, sino falta de respeto para los cuidadanos de Chillan y sus alrededores
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