Las movilizaciones sociales de octubre en Chile han traído a colación los anhelados cambios estructurales al modelo político y económico que han regido durante más de 35 años, y que son parte fundamental de los problemas de desigualdad, falta de protección social y segregación de la población en las ciudades del país.
Los ciudadanos se han levantado, sus peticiones están tomando forma y el vacío de poder en el que ha caído el Gobierno y las autoridades políticas, han abierto las puertas (y el “apetito”) para que algunas figuras políticas busquen capitalizar el descontento y posicionar su persona en ámbitos de poder superior al que hoy se encuentran adscritos o adscritas.
Es esperable que, en un ambiente de crispación social, los grupos de presión o de interés comiencen a buscar granjear apoyos masivos a sus demandas, colocándolas cerca del centro de las principales peticiones, y aprovechar que la contraparte (el Gobierno) se encuentra en una posición débil para negociar. Ese es el caso de la demanda por “no más Tag”, encabezada por camioneros, conductores de taxis, colectivos y autos particulares, donde el poder de negociación de los camioneros es mucho mayor por la capacidad de disuasión que tienen estos últimos.El llamado hoy, es a la juventud, tanto de los partidos oficialistas, como los de oposición, a que copen los espacios políticos, allí donde el Gobierno ha abdicado el poder, ustedes deben tomarlo con ideas frescas, ingeniosas, solidarias y sustentables.
Pero esta movilización es inorgánica. No hay liderazgos evidentes, sino los esfuerzos de los partidos políticos, principalmente de izquierdas, de hacerse de alguna arista de las muchas demandas presentadas desde la Sociedad Civil al Gobierno, y este junto a la coalición que le respalda; Chile Vamos, siguen sin comprender las demandas, y no logran satisfacer en algo las exigencias de una movilización compleja o lo hacen de forma extemporánea, dejando a la vista los problemas de articulación y representación de este sector con la ciudadanía y todas sus demandas.
Por otra parte, la oposición no lo hace mejor. Lejos de controlar el Congreso Nacional, las coaliciones de izquierda no logran cerrar un frente sólido, del que pudiera surgir un liderazgo que logre una sintonía fina con las demandas ciudadanas, y presentar una propuesta diversa, democrática y representativa.
Los partidos políticos de la otrora “Nueva Mayoría” no dejan de lado sus cálculos y pretensiones políticas, como la DC, el PPD, el PS (más dividido que nunca en sus facciones internas), y partidos sin un programa estratégico definido como lo es el PRSD, no presentan una alternativa atractiva. El único conglomerado que se presenta aún monolítico y coherente a su ideario son los comunistas. Con disciplina partidaria, han logrado establecer plataformas de articulación de ideas, sin embargo, no logran impactar positivamente en la ciudadanía, gracias a su tradición autoritaria en sus formas de organización, en toma de decisiones y, también; por ser el blanco favorito de acusaciones del Gobierno, lo que le ha dificultado la ampliación de su base votante.
Por su parte, el Frente Amplio, que aglutina a partidos y movimientos políticos excluidos de su representación en el Congreso Nacional mientras rigió el sistema binominal de elección, y con una gran base joven. Es un conglomerado reciente, que pretende representar las molestias de una generación endeudada por su educación, que no puede acceder al financiamiento de su propia vivienda, que en algunos casos los sueldos no podrían considerarse para un profesional universitario, así como todos los excluidos o segregados del sistema político y económico por salud, género o edad. Sin duda cometerán errores, pues están aprendiendo mientras construyen en la marcha.
Efectivamente, el Frente Amplio tiene margen para su expansión, en la medida que logre conectarse con las demandas de la ciudadanía, a través de soluciones sustentables y creativas, ideas que solo nacen en las crisis y que la juventud ha demostrado sobradamente que cuando toman una tarea con convicción, logran lo inesperado y lo inexplicable, como esta primavera chilena de octubre de 2019.
Sin embargo, todo eso es esperanza. El llamado hoy, es a la juventud, tanto de los partidos oficialistas, como los de oposición, a que copen los espacios políticos, allí donde el Gobierno ha abdicado el poder, ustedes deben tomarlo con ideas frescas, ingeniosas, solidarias y sustentables. Ese es el gran y bello desafío que tienen los jóvenes en Chile, disputarle el poder a la vieja guardia, aquella que aún le prende velas a la figura de un tirano, aquella vieja guardia que hizo negocios con los familiares del dictador, a aquella masa aún indiferente con el dolor ajeno, la injusticia y la impunidad.
Deben levantar un proyecto propio, joven, radical en sus propios términos, y empoderarse del espacio que hoy tienen, pues ya se han graduado de personas libres, al liderar la rebelión ciudadana a un modelo de desarrollo que despoja y explota al grueso de su población.
Comentarios
15 de noviembre
La problemática de buscar un Presidente nos ha traído muchos problemas. No falta el populista que llena el hueco con frases para el bronce como «crecer con igualdad», «haremos una nueva Constitución», o «cerraremos las puertas voladoras del espacio»… ¿Y de planes para la gente, qué?…
Es un error muy grande estar buscando un Presidente y no estar construyendo un Programa de Presupuesto de Operaciones participativo al que luego asignarle un «Secretario Director Presidente» que lo ejecute y a una tribu que lo secunde…
Pero, este es nuestro sistema, y ahí tenemos los resultados. Llega el Presidente y escoge a justos los 300 espartanos famosos, pero, no para una lucha justa, sino que para olvidarse del pueblo. El ejemplo más claro, el hijo de la Ex Ex Presidenta aprovechándose de la situación…
No han abierto la puerta a la opinión civil y a la búsqueda de sabiduría colectiva. No hay Cámara Ciudadana Digital donde poder debatir abierta y transparentemente, porque los leones de la carnicería no lo han permitido.
Ahí tienen hoy el pago a su proceder de grandes acuerdos entre paredes. Revolución, desorden, caos, incendios, barricadas, heridos, desempleados, una economía en picada y la esperanza por los suelos.
Si hablan de nueva Constitución, estoy esperando a ver dónde estará el truco. Tal vez lo hagan como la EX Ex Presidenta. El penúltimo día de su Gobierno envía un Proyecto de Constitución y el Gobierno que viene le cierra la puerta y el pueblo babeando…
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16 de noviembre
te falto decir, tienen el derecho y deber de votar, creo que es lo primero, para que sean ciudadanos.
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16 de noviembre
¿Por qué crees eso? … La gente es libre de ir a pasear o no (bueno hoy ni tanto porque hay personas que creen pueden interrumpir el paso de otros); libre de ir al cine o no (bueno, si tienen tiempo y dinero por estar tan endeudados); libre de ir a rayar un voto o no… ¿Por qué tendríamos que ser obligados a rayar votos frente al nombre de personajes que no hemos escogido y que representan un planteamiento que solo viene de los intereses de los partidos políticos que usualmente llegan a saquear todo lo que pueden, y no representan ideas que hayan discutido con la gente, y ni siquiera un Programa de Gobierno costeado en contra del Presupuesto Nacional transparentemente, y que sus planes no consideran mejorar las comunas y solo invertir e invertir en el Área Metropolitana, para crear una ciudad cada vez más caótica y marginal donde los inconformes pueden paralizar la ciudad cuando quieran, o salir a robar o saquear, o disparar a mansalva ?…
Creer que rayar votos frente al nombre de alguien es algo que resuelve los problemas de fondo, es algo completamente sin sentido, porque lo que es en cuanto a Presidentes, ninguno ha tenido propuestas visionarias que realmente nos hagan pensar que en el largo plazo seremos un país distinto, donde no haya los estallidos sociales que hemos visto porque el sistema que tenemos abusa del pueblo con usura, ya que nuestros políticos no se han tomado la molestia de cumplir el Artículo primero de la C. para organizar económicamente al pueblo.
16 de noviembre
Puedes colocar la rayo donde quieras es TU voto, pero es mas valido a que hables o escribas a los 5 vientos. O como piensa ud. que se construye democracia. Opinando solamente, pero no es ciudadano, tiene mas derechos que mis padres que se deslomaron trabajando y reciben una pensión de hambre, sin salud, sin privilegios. Los jovenes tienen educacion gratuita, yo la pague, pago impuesto, pago mi hogar , es re fácil decir, yo no voto quiero mis derechos. Ahora bien, que tengamos una manga de …. en nuestro gobierno, es otra cosa. Pero, Ud. no es ciudadano.
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16 de noviembre
No es más válido el voto que mis palabras. Rayantes hay muchos (de hecho, voto desde que no es obligatorio, pero, eso no cambia nada), pero, mis ideas no se expresan con rayas. Hasta los monos pueden hacer rayas, pero, a ellos no les leerá ideas.
Para mí la democracia se construye con la alemeda abierta, esto es implementada una Cámara Ciudadana Digital, donde se busque justificar las acciones con la razón. Eso es para mí la democracia plena: EL EJERCICIO DE LA RAZÓN, donde el argumento es capaz de torcer aún a la creencia preliminar de las mayorías fundadas en prejuicios, o en ideas preconcebidas que están basadas en un error teórico. Un buen ejemplo de esto es el lema «no más AFPs», defendido por tantos, porque enriquece a unos pocos, pero, a diferencia de ellos, yo creo que el sistema de AFPs debe seguir, pero, existiendo una AFP y un Banco de dinero de los trabajadores… Si el sistema de AFPs creó tanta riqueza para unos pocos, también lo podría hacer para muchos, pero, no lo ha hecho porque los trabajadores no han tenido AFP propia ni Banco de dinero propio con el que terminar la usura que ha empobrecido y/o sobre endeudado a millones… Pero, ¿cómo podría hacer notar eso con una raya en un voto?…
Usted no puede llamar «no ciudadano» a quien toma la decisión de no querer votar solo porque así lo prefirió. Esa es una actitud peyorativa que indica que unos tienen más derecho que otros. El caso bíblico dice que Dios hace salir su sol sobre buenos y malos…
29 de noviembre
El mayor logro del liberalismo (o «neoliberalismo» como se ha querido denostar) es haber sacado a casi toda la gente de la pobreza extrema. Cuando alguien vive en esa condición, cualquier migaja le sirve, y por lo tanto toda voz que le prometa dos migajas es seguida sin dudar; esto es, pasto fresco para los liderazgos asistenciales y clientelistas. Al haber generado una capa gigante de clase media, el problema se le vino de vuelta: la gente ya probó el consumo, y quiere mas, no queriendo depender de la voluntad de otros (empleador, politico, etc), por lo que pide «derechos», para tener asegurado algo. Es, aunque paradójico, un logro del «sistema» que se vuelve contra el, pero pidiendole mas, algo que no es fácil que suceda por lo que se carga de frustración. Esa es la paradoja.
Por lo mismo las protestas no se centran en buscar canastas básicas u otros modelos tipo Venezuela o Cuba en que el Estado asigne el consumo. Se centran en lograr una diferencia positiva entre el poder adquisitivo y el costo de vida, y sobre todo que esa diferencia crezca establemente. Por lo tanto, si uno observa bien, es un capitalismo mas sofisticado: quiero mis cosas, pero no quiero tener el riesgo de perderlas.
En ese sentido el mercado ha sido caricaturizado como un ogro cruel, siendo que es solo el acuerdo libre entre personas para intercambiar. Cuando cambiamos la palabra mercado por un «todos nosotros» nos damos cuenta que no es una mala palabra: es simplemente nuestra escencia.
+1
29 de noviembre
Ahi nuevamente el éxito del liberalismo es haber construido en cada persona un ente opinante independiente, por lo que encontrar acuerdos dependerá ya de la evaluación personal que cada uno haga, y no de elementos clientelistas, presión a través del hambre, ideología ciega, etc.