Ya se va cumplir casi una semana desde del inicio de las históricas jornadas de protestas a la largo de Chile, y al parecer, el gobierno y la clase política, en general, siguen sin entender cómo dar una respuesta a este clamor popular.
Es así como la historia es clara en señalar, que lo que hacen los países en tiempos de crisis es congelar el Poder Legislativo y elegir representantes para constitutir el Poder Constituyente, a través de el representantes de la ciudadanía quienes sean los encargados de generar una Nueva Constitución que represente los intereses de esta nueva generación. Luego, esta debe ratificada por medio de un plebiscito.Es un tremendo error creer que van a ser los propios interpelados (clase política) quienes intenten dar una salida a la crisis política social que vivimos, de ser así, las protestas van a continuar.
Es un tremendo error creer que van a ser los propios interpelados (clase política) quienes intenten dar una salida a la crisis política social que vivimos, de ser así, las protestas van a continuar.
No basta con legislar gota a gota, en un gatopardismo que ya no engaña, sino más bien es leído como medidas que solo son migajas. Lo que el pueblo está solicitando es claro: un nuevo pacto social, es decir, que se reparta bien la torta, y eso pasa por terminar con este modelo económico neoliberal que durante los últimos 40 años a acumulado la riqueza para un puñado de privilegiados, para pasar a uno de justicia social donde el Estado asegure verdaderamente derechos sociales.
Para que esto suceda la fórmula es fácil: se necesita una reforma constitucional que la permita. Para ello se requiere quorum calificado en el Parlamento (mayoría de tres quintos). La iniciativa puede ser de origen parlamentario, por lo que no se requiere que sea iniciativa del Ejecutivo. Es así como existen proyectos de ley como el presentado por el senador Alejandro Navarro el año 2012, por lo que el presidente sólo debe dar suma urgencia.
Devolver el poder a la ciudadanía es la única forma que el Poder Político recupere legitimidad. De lo contrario, la crisis seguirá en ascenso y no se estará dando respuesta a la masiva expresión social de la que hemos sido testigo los últimos días y que no vamos a desaprovechar.
Comentarios
28 de octubre
Usted tiene derecho a hinchar por una nueva constitución (y de hecho hacerlo vía asamblea, lo que dio tan «buen» resultado en Venezuela). Imagino que respetara mi derecho a NO querer una nueva constitución, y luchar contra eso con todas las herramientas que permite la ley (o sea, sin destrozar medio pais). Es asi??
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29 de octubre
Eduardo:
1.- ¿ Podrías explicarle al Gobierno y a la clase política «cómo dar una respuesta a este clamor popular», ya que ellos no lo entienden?
2.- Sí dices que «sería un tremendo error creer que van a ser los propios interpelados quienes intenten dar una salida a la crisis política», ¿de qué serviría que les hagas entender cómo crear esa solución a la crisis?
3.- Si quieres terminar con el modelo neoliberal par pasar a «uno de justicia social donde el Estado asegure verdaderamente derechos sociales» ¿qué modelo de producción propones para que el Estado reciba impuestos de quien produce algo y no vive a expensas de los derechos sociales, para así garantizar derechos sociales?
4.- ¿De qué manera piensas que lo anterior se facilita con una Reforma Constitucional?… «Acabaste recién con el modelo neoliberal», pero, ahora ¿qué viene, una Venezuela en Chile, donde la gente termine huyendo del país por no tener ni siquiera qué comer, a manos de un terrorista social que esta vez se llamará Eduardo y no Nicolás?
5.- ¿Cuándo la ciudadanía ha tenido el poder político de la nación, para que éste le sea devuelto?
6.- Si «la crisis seguirá en ascenso y no se estará dando respuesta a la masiva expresión social» y como el Gobierno ni la clase política entiende cómo dar respuesta a esta necesidad, ¿podrías darte prisa y explicar cómo se hace esto para que el desastre se detenga?
7.- ¿De qué forma una Nueva Constitución aseguraría el fin de los desastres?
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29 de octubre
La trampa de siempre de estos adalides del asambleismo es que no proponen una nueva Constitución. Lo que proponen es la obligación de acabar con la actual, y reemplazarla por lo que salga.
Si de verdad creyeran en la democracia, redactarían una nueva Constitución, y trabajarían para que se diera a conocer; si gusta mas que la actual, la ciudadanía apoyaría ampliamente el tema.
Pero lo que se busca siempre es el concepto de «borrón y cuenta nueva»…sin hacerse responsable de lo que pueda pasar.
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29 de octubre
Esto siempre es así, antiguamente se llamaba «subirse por el chorro», no sé como se llama ahora esta actitud, pero se trata de aprovechar la coyuntura para hacerse dueño de la demanda. En realidad la gente quiere progreso, pero lo quiere en forma justa, no abusiva, quiere una vida mejor, pero no robarle a los otros lo que les ha costado una vida de esfuerzos, no desea tampoco la destrucción de nada. El grueso de la gente de Chile no es corrupta, no es injusta y es trabajadora, además es celosa de lo que ha logrado, cuida sus esfuerzos, pero sobre todo, no les cree a los políticos, y menor permitiría que una casta de ellos nos imponga por medio del engaño, la farsa, la falsa participación, una asamblea que sabemos es una manipulación política para tomarse el poder y de allí dirigir nuestras vidas.
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