Los neototalitarios

---

Nuestra fuerza es demasiado grande como para detenerla. Cada vez votarán más por nosotros. Y esto será así para siempre. Sí, siempre.

La sociedad está en crisis. El capitalismo ha aumentado las desigualdades y está destruyendo el planeta. Por eso tenemos que luchar. Nos hemos hecho llamar socialistas, social-demócratas o centro-izquierda, pero encontramos que esos nombres están obsoletos y asociados a políticos corruptos. Por eso estamos buscando un nombre nuevo, acorde a los tiempos actuales.

Queremos que todos tengan sus derechos asegurados. Por ejemplo, queremos que la educación sea gratis y de calidad. En salud, que todos puedan acceder al mejor servicio.

Queremos más democracia. Es decir, las decisiones para todos deben realizarse según el voto de la mayoría. Por eso buscamos cambiar esta constitución individualista, para que se necesiten menos votos para aprobar las leyes que el pueblo quiere; es decir, lo que nosotros queremos.

Nuestra fuerza es demasiado grande como para detenerla. Cada vez votarán más por nosotros. Y esto será así para siempre. Sí, siempre. Esto es algo que unos pocos saben: nuestras políticas promueven la existencia de clases sociales estáticas y desigualdades, por lo que siempre querrán que haya alguien para removerlas.

¿¡No sabían!? Es natural que les sorprenda que les confesemos esto. Ustedes pensarán que los pocos entre los nuestros que lo sabemos, lo ocultamos de manera conspirativa. ¡Falso! No es necesario mantener esta información en secreto: tan fascinantes son las palabras «igualdad», «derechos de trabajadores», «salud y educación gratis y de calidad» que la gente inventa cualquier excusa para apoyar políticas que las mencionen.

Para conservar una sociedad desigual implementamos varias medidas. En primer lugar, le aumentamos cada vez más el impuesto a los ricos. Pero no nos engañemos, todos sabemos que igual seguirán siendo ricos, ya que además, los necesitamos para poder quitarles dinero. Por otro lado, les damos servicios gratis a los pobres; es decir, les pagamos para que sigan así. Promovemos a una clase obrera luchadora, con sindicatos fuertes, además de leyes laborales que les asegure beneficios a los trabajadores con contrato. Así es más difícil que nuevas empresas entren a competir teniendo contratos laborales rígidos y caros. Por lo demás, en la medida que alguien se hace más rico, tiene que pagar más impuestos y asumir todo el riesgo que implica hacer un negocio. Con esto tenemos como resultado que muy pocos se interesan por hacer uno. De esta manera se consolida un número estático de empresas y se asegura poca movilidad social. Nuestra última creación es que el Estado financie a las pequeñas empresas para que comiencen, de manera que sientan que se necesita al Estado para existir. Por fortuna generalmente fracasan o se mantienen pequeñas, por distintas razones.

Ya ven como aparecen dirigentes jóvenes creando «nuevos» movimientos sociales. Evidentemente son de los nuestros, con la diferencia que no que han trabajado en el mundo real ni han necesitado usar las artimañas políticas aun.

De esta manera nos aseguramos el futuro. Regalamos servicios por medio del Estado para que crean que sin él no los podrían tener. Logramos que la gente tenga los estilos de vida que nos gusta mediante incentivos e impuestos diferenciados. Y para todos los problemas que puedan surgir por nuestras políticas, siempre mantendremos al capitalismo para culpar. El razonamiento es perfecto. Solo nos falta un nuevo nombre para denominarnos. ¿Cuál puede ser?