¿Usted se acuerda cuando no nos creían? ¿Cuando decían que habíamos inventado muertos? ¿Cuando nos decían que los desaparecidos se habían ido de sus casas por su voluntad? ¿Usted se acuerda cuando los “malos” éramos nosotros? ¿Se acuerda cuando ellos decían que hablaban en nombre de la justicia? ¿Cuando los que merecíamos las penas del infierno éramos nosotros? ¿Se acuerda cuando arriesgaba la vida propia, la de los hijos, por eso que se llamaba democracia?
¿Usted se acuerda acaso cuando luchar tenía sentido? ¿Se acuerda cuando a una le hacían hablar despacito? ¿Se acuerda cuando Allende no salía en los libros de historia? ¿Se acuerda que el 11 de septiembre en la escuela a una la obligaban a celebrar el aniversario del golpe? ¿Se acuerda que nos hacían cantar un himno nacional más largo? ¿Se acuerda que para aspirar a algo de verdad uno tenía que escuchar la Cooperativa, porque nadie le iba a filtrar por Twitter que se habían llevado a Guerrero, a Natino o a Parada?
¿Usted se acuerda que para organizarse o para hacer un mitin había que tener un contacto, que nadie publicaba el evento en Facebook? ¿Que a nadie le llagaba la información por mail? ¿Se acuerda cuando uno hacia panfletos para difundir, recordar, conmemorar o para alimentar la memoria? ¿Se acuerda que a su alcalde se lo elegían? ¿Se acuerda que no había Congreso?
¿Usted se acuerda de los hermanos Vergara Toledo? ¿Se acuerda de Carmen Gloria Quintana? ¿De Rodrigo Rojas de Negri? ¿Se acuerda de Alfonso Chanfreau? ¿Usted recuerda? ¿Usted tiene memoria? ¿Usted olvida?
Si de algo nos sirven las tecnologías de información y comunicación es para conjurar el pasado, comprenderlo y poder construir un futuro digno y bueno, para no cometer los errores del pasado; para así poder guardar un testimonio que permita defender la dignidad humana.
Las tecnologías nos sirven para poner a nuestro alcance los registros de nuestra historia, para poder difundir lo que pensamos, lo que sentimos, lo que creemos, lo que esperamos y lo que estamos dispuestos a hacer por defender lo que hemos aprendido puede ser vulnerado.
Las tecnologías nos sirven para organizarnos, para compartir nuestras verdades, nuestros hallazgos, para reavivar la memoria de un pueblo aletargado.
En este contexto, el acceso a las tecnologías de información y comunicació se transforman en un derecho humano emergente, porque es el puente para la organización, para el acceso a la información, porque es un noble antídoto contra el olvido.
————
Comentarios
31 de marzo
Erika, cómo calza tu visión positiva de las tecnologías de la información, que tu elevas a la categoría de los DDHH, con el uso que, por ejemplo, hizo un diario electrónico, El Mostrador, que en un torpe afán de emular a wikileaks, publicó el expediente del caso Karadima. ¿No te parece que hay que darle unas pinceladas de ética a la discusión que planteas?
0