Las próximas manifestaciones serán de quienes luego de años de trabajo diario, al momento de jubilar, se sentirán estafados por el sistema de AFP amparado de manera mercantilista por el Estado chileno. La próxima gran marcha será la de los bastones.
Las próximas manifestaciones serán de quienes, luego de años de trabajo diario, al momento de jubilar, se sentirán estafados por el sistema de AFP, amparado de manera mercantilista por el Estado chileno. La próxima gran marcha será la de los bastones.
Cuando en los ‘80 se implementó el sistema de AFP en Chile, se prometió a miles de personas que sus pensiones serían mejor administradas y más altas que en el antiguo sistema. La cruda realidad de muchos que comienzan a jubilar es otra: van a pasar a engrosar las filas de ancianos pobres del país. Incluso luego de trabajar años de manera estable, recibiendo sueldos incluso considerados altos, terminarán recibiendo pensiones al filo del mínimo. Y eso es sólo la punta del iceberg.
¿Qué tienen en común un médico, una enfermera universitaria, una profesora de castellano, una profesora universitaria y una ex funcionaria de la Tesorería General de la República? Todos luego de jubilar, han visto reducidos de manera drástica sus ingresos.
No por nada, la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, planteó que el problema venidero es cómo hacer que la clase media logre jubilaciones con las cuales mantenga su nivel de vida.
El año 2021, comenzarán a jubilar masivamente los pensionados puros del sistema de AFP. Según el economista Alberto Arenas, habrá «un choque de expectativas, porque las personas pensaban que iban a jubilar con el 80% de su sueldo y eso dista mucho de la realidad».
El FMI, ya hizo notar el bajo retorno de las AFP, diciendo que: “Incluso los miembros con contribuciones consistentes a lo largo de sus vidas laborales podrían enfrentar problemas para alcanzar un 70% de tasa de reemplazo con sólo el 10% de contribución sobre los salarios”. Muchas pensiones superarán por poco la Pensión Básica Solidaria, que se entrega sin haber cotizado un solo peso.
No obstante, según el economista Alejandro Maureira, “la rentabilidad de las AFP superó en casi cinco veces lo obtenido por los ahorros de las personas que cotizan obligatoriamente en el sistema”. Ganancias bordean los casi 200 millones de dólares en utilidades netas, y en cifras dadas por el propio José Piñera: “el sistema de AFP ha generado un capital de 190.000 millones de dólares, equivalente a un 80% del PIB de Chile”.
En otras palabras, con las AFP se cumple lo que José Piñera atribuía al antiguo sistema de pensiones: “el resultado final para el trabajador jubilado es el mismo: ansiedad en su edad avanzada, creada, paradójicamente, por la inseguridad inherente del sistema”.
Contrario a lo que se prometía, la población activa sí tendrá que subsidiar las pensiones de los jubilados, lo que implica la eventual bancarrota a medida que envejece la población. Según el economista Gonzalo Cid; “el 60 por ciento de las pensiones pagadas por las AFP entre 1982 y 2009, supuestamente con fondos privados, han sido con fondos del Estado”.
Pensionados cautivos del mercantilismo
Según José Piñera, el sistema fundado en noviembre de 1980 mediante los decretos leyes 3.500 y 3.501, sustituyó el sistema de reparto en el marco de una economía de libre mercado (sic).
¿Qué tiene de libre mercado el hecho que el Estado obligue a las personas a aportar mensualmente el 10% de sus sueldos brutos a entidades que sólo éste mismo “certifica” para tales efectos?
El sistema de AFP no es libre mercado, no sólo por estar concentrado gracias a ciertas barreras de entrada, sino porque el Estado establece una demanda cautiva para dichas empresas.
Peor aún: los cotizantes cautivos no tienen ninguna clase de herramienta para resguardar y sancionar el uso de su patrimonio, sobre todo ante las pérdidas a costa de éste. Las AFP cobran
comisiones a los usuarios, aunque los fondos pierdan; o aunque inviertan al margen de la ley en bonos de La Polar, haciendo perder a sus afiliados 35 millones de dólares.
Es lo que se temía cuando Enersis cayó un 3,6% en bolsa y las AFP sumaron pérdidas por US$300 millones.
Es claro que en el sistema de AFP, no existe el necesario vínculo entre derechos y deberes, que José Piñera decía no tener el antiguo sistema, y que supuestamente iban a generar las AFP.
Jose Piñera decía que cuando se fundaron las AFP “fue el día en que los trabajadores ganaron la libertad de controlar sus recursos para el retiro y se liberaron de «las cadenas» del seguro social estatizado”. La verdad es que los trabajadores cayeron en un sistema mercantilista, no en un sistema libre.
El economista Alejandro Maureira plantea que la comisión que nos cobran las AFP, “debiera fijarse en función de la rentabilidad de los fondos de pensiones”.
Por eso mismo, el informe del FMI indica que “los menores retornos podrían requerir incrementos en las tasas de contribución y en la edad de retiro (…) las altas ganancias de las administradoras de fondos de pensión podrían ser objeto de escrutinio”.
El sistema de AFP es el mejor ejemplo del mercantilismo moderno. Quienes controlan a las 6 entidades, están ligados al poder político de manera transversal y han estructurado una red de la cual hacen usufructo las grandes corporaciones, no siempre de manera responsable. Todo a
costa de los sueldos de miles de trabajadores.
“Lo que aquí ha ocurrido es que nuestra salud y nuestras pensiones están en manos de financistas y especuladores que no responden a las víctimas de sus maniobras y sí influyen en los políticos”, dice Ricardo Hormazábal, autor del libro El gran engaño: 30 años del sistema de AFP.
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Comentarios
04 de agosto
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05 de agosto
Las AFP cobran alrededor del 2% de comisión. Pero esta comisión se calcula sobre el monto imponible que gana el trabajador. Por lo que las matemáticas nos indican es que, en realidad las AFPs cobran en realidad una comisión de un 20% sobre el 10% que aporta el trabajador. Pregúntense si algún potentado de este País pone su dinero con una Agencia de Inversiones al 20% sobre del Capital.
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30 de agosto
Las comisiones han sido escandalosamente altas.Hoy han bajado algo, pero por mas de 30 años representaron cerca del 25 % del ahorro para pensiones de los trabajadores. El sistema antigüo funcionaba con menos del 10 %.Las afp obtienen utilidades cualquira sea su gestión.Por eso se ha visto que en ejercicios de rentabilidades negativas las afp se embolsican 200 o mas millones de Us $.Apunto: el sistema es irresponsable con sus afiliados:paga las pensiones que resulten,cualquiera sea el monto.
iado
30 de agosto
Es positivo que se comience a hablar del tema de las Afp.El sistema por definición es un reproductor de desigualdades.Los sectores de baja o nula capacidad de ahorro no tienen otro destino que el subsidio del Estado.Por eso decir que se eliminó el reparto es un chiste.La Reforma Bachelet,que fue tímida y parcial, no es sino el reconocimiento del fracaso.Hay que sustituirlo por un sistema solidario.Las bajas pensiones abrirán los ojos de sectores encandilados por concepción individualista.
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24 de octubre
Jorge, si bien es cierto que las AFP no son libre mercadono, no podemos negar lo exitoso que a resultado el sistema.
Las comisiones que cobran las AFP son ínfimas y a cambio de ello los fondos han rentado enormemente, pero claro, como el fondo es pequeño (en razón de los bajos salarios en Chile, el desempleo y la subcotizacion) el monto final aún con la inmensa rentabilidad producto de la administración eficiente de la AFP es pequeño.
Soy partidario de abrir el sistema para que las AFP pierdan sin exclusividad y también que el 10% sea voluntario, pero hay reconocer que las AFP han cumplido
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24 de octubre
Fíjese que usted miente señor Piñera: 1.- si el sistema que usted diseñó es tan bueno ¿por qué los funcionarios de las Fuerzas Armadas siguieron cotizando en sus antiguas Cajas de Previsión y no fueron obligados ni presionados a cambiarse al sistema de AFP’s? y por otra parte, usted que es un acérrimo defensor del neoliberalismo, el libre mercado y todo lo «libre» que pueda existir ¿por qué razón no nos permiten a los ciudadanos la libertad de efectuar nuestras cotizaciones en un fondo de reparto solidario como era antes de su maldita modificación? así las cosas, los borregos que quieran cotizar en AFP’s se quedarían allí y los que preferimos la verdadera Seguridad Social (esa que usted nos quitó) fortaleceríamos ese sistema y no aquél que financia especulaciones empresariales.