La extrema derecha

La extrema derecha, que se autodenomina patriota, no son más que un grupo sedicioso que busca deslegitimar las instituciones del Estado con la intensión de desestabilizar la democracia y generar condiciones para un golpe de estado.

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El populismo de extrema derecha parte a la sociedad en dos entidades homogéneos y antagonistas: el pueblo y las élites.

Al buscar grupos en Facebook donde se habla en contra Gabriel Boric y se leen las constantes llamadas a derrocar al gobierno. Cada revisión que se hace en las tendencias en Twitter, donde está el mayor campo de operaciones de estos comandos de troles organizados, se lee incitaciones a la violencia institucional con insultos hacia Boric y el sistema político.

Más allá de la crítica que se puede tener a los errores de un gobierno, hay límites que deben ponerse, pues el bullying político tiene un objetivo estratégico que es buscar el derrocamiento de un gobierno. No hay otro análisis que quepa y más al ver el fracasado golpe de estado en Alemania por grupos de extrema derecha, los cuales son del mismo perfil ideológico de su par en Chile, nos permite unir cabos en relación a su constante obsesión con hacer llamados a los militares y una estrategia de ser los súper chupamedias de las FFAA.

Todo en redes sociales puede ser falso. Se busca “comprar vistas en TikTok o RT en Twitter” en Google y saldrán listados de empresas que se dedican a crear temas virales. Eso es lo que hace la extrema derecha cuando hacen tendencia uno de sus sediciosas frases llamando a insultar a cualquiera que no piense como ellos. Lo celebran como un triunfo de popularidad, pero son solo un cascaron de huevo vacío creado por las mentiras pagadas a empresas que se encargan de vender RT.

Los líderes de estos grupos son los dueños de esa mala copia del Partido Republicano de EEUU. Gente que ni siquiera tiene la creatividad para poner un nombre a un grupo político donde están metidos los más retorcidos reaccionarios como José Antonio Kast, Johannes Kaiser, Axel Kaiser, Teresa Marinovic, Gonzalo de la Carrera y como agente externo Pancho Malo y otros representantes de populismo que en estos tiempos se han tomado las redes en especial Twitter con sus “fake news” y campañas de bullying hacia el gobierno de Boric.

Hasta la organización política elitista que fundan llamada, el Partido Republicano, es copia de EEUU. Todo su ideario se funda un anticuado anticomunismo, un nacionalismo arcaico y antiinmigrante y un autollamado a considerarse patriotas. “Patriotas” que hablan mal de Chile y sus instituciones hacia el extranjero en las redes sociales perjudicando la imagen-país y las relaciones internacionales.

Si queremos formarnos una opinión de estos personajillos solo hay que leer los titulares de diferentes medios sobre sus acciones de violencia verbal, física y mentiras sobre el tema de las vacunas: Gonzalo de la Carrera golpea en la cara a vicepresidente de la Cámara de Diputados tras sesión; Teresa Marinovic: [VIDEO] Teresa Marinovic insulta con garabatos a la Convención Constitucional y a sus compañeros en punto de prensa y Comité de Ética de la Convención sanciona a Teresa Marinovic por no uso de mascarilla; Johannes Kaiser: Las «joyas» del diputado electo del Partido Republicano Johannes Kaiser, quien cuestiona el derecho a voto de las mujeres y José Antonio Kast:  Kast habla de “dictadura sanitaria” y pide el fin del Estado de Excepción y el toque de queda.

Cuando tomamos un vaso y metemos una retórica de circo: somos dueños de nuestra libertad; y temas populistas como, por ejemplo: los inmigrantes son delincuentes; tenemos el trago perfecto para que las masas de la era digital se lo tragen. El populismo de extrema derecha parte a la sociedad en dos entidades homogéneos y antagonistas: el pueblo y las élites. Ellos son el pueblo y hablan por él y las élites serían los que están en puesto de poder político a los cuales ellos han sido excluidos por su incapacidad o simplemente porque no se han tocado sus intereses de clases. La derecha populista surge de la naturaleza de la codicia por poseer más poder político y económico. Por eso son imán para el peor político: el mercachifle político,que es aquel que busca un salario y prebendas sin ninguna visión de servicio público.

Chile no se puede permitir que su democracia se hunda en manos del populismo de extrema derecha de grupos anti científicos y que se alimentan de mentiras ideológicas. Es el momento que los humanistas y solidarios saquen la cabeza de la caverna y se pongan en acción política para detener a esta extrema derecha que busca hacer retroceder a Chile al nivel de la Edad Media, fomentar en pensamiento anticientífico, deslegitimar los derechos humanos, involucionar socialmente, promover el racismo y la xenofobia hacia los inmigrantes y actuar con violencia y con discursos de odio. Todo para buscar hacer caer a los chilenos en su trampa demagógica donde racistas, antivacunas, negacionistas e ignorantes llevarán a una mayor polarización al país.