La decisión del Frente Amplio

20 diputados y  un senador, probablemente ni en el mejor de los sueños de Boric y Jackson vieron venir este resultado. El Frente Amplio se consolida ya no como un grupo de universitarios, sino como una fuerza política capaz de ganar elecciones. Los votos de Beatriz Sánchez complementan el éxito del FA, pero en política muchas veces es más difícil administrar las victorias que las derrotas.

Mientras Piñera ordenó rápidamente la casa sumando  a los dos Kast y a Ossandón, Guillier incorporó rápidamente a la DC pero aún no conquista el FA, pareciera que la reticencia de esta coalición multipartidista hace difícil la tarea. ¿Qué debe hacer el FA en el balotaje? Tiene 3 alternativas: Dejar en libertad de acción a sus votantes, negarle el apoyo a Guillier o sumarse a la candidatura oficialista. El Frente Amplio tiene que decidir cómo se va a proyectar a futuro, si como una fuerza de oposición en conflicto eterno con la Nueva Mayoría o convertirse en una alternativa real de gobierno.

Si los movimientos que lideran Boric y Jackson se deciden por negar el apoyo a Guillier, se transformarán en una oposición constante al gobierno de Piñera, deberán disputar el liderazgo opositor con los dirigentes de la Nueva Mayoría y serán catalogados como los responsables del triunfo del ex presidente. Pueden tener éxito si se manejan en forma hábil e incrementan sus liderazgos y sobre todo si son capaces de ordenar a sus 20 parlamentarios que no provienen todos del mismo origen pero el riesgo del fracaso es latente, las diferencias al votar alguna ley o discrepancias entre los líderes pueden romper la frágil unidad.

El Frente Amplio debe intentar reemplazar a la Nueva Mayoría pero los reemplazos políticos no se producen por generación espontánea, ninguna generación da un paso al costado a otra en forma gratuita y menos si son abiertamente opositores entre ellos, el mejor ejemplo de esto fue MEO que atacó con dureza a la Concertación y por ende jamás pudo liderarla cuando quiso volver al redil, el FA debe evitar ese error si algún día quiere realmente gobernar.

El Frente Amplio goza de popularidad y novedad pero para gobernar se necesita algo más que la audacia estudiantil, necesitan demostrarle al país que son capaces de llegar a acuerdo, de ordenarse y gobernar.

Al apoyar a Guillier y sumarse a su candidatura, influirán directamente en el programa y la agenda de la centro-izquierda (no hay mejor victoria que cuando los rivales hacen suyas tus banderas), si gana Piñera nadie podrá reprocharles una derrota del sector y tendrán la posición moral y política para liderar la oposición y si tienen suerte y gana Guillier podrán integrarse a las filas de gobierno y preparar y ser las camadas de reemplazo de la Nueva Mayoría que escasean en cuanto a juventud.

Un eventual triunfo de Guillier con la ayuda de las fuerzas que apoyaron a Sánchez, daría a estos la energía y experiencia para crecer electoralmente desde la izquierda sin pagar el costo de ser catalogados como traidores que prefirieron entregarle el gobierno a la derecha antes que votar por la ex concertación. El Frente Amplio goza de popularidad y novedad pero para gobernar se necesita algo más que la audacia estudiantil, necesitan demostrarle al país que son capaces de llegar a acuerdo, de ordenarse y gobernar.