#Política

La ciudad de los mandarines

0 |
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

imagen

La China imperial desarrolló temprano, muchos siglos antes que Occidente, un complejo sistema de funcionarios públicos muy bien preparados para administrar el Estado. En su momento de más fino desarrollo, se tomaban exámenes públicos donde cualquiera podía participar, y se seleccionaba a los nuevos reclutas del sistema con prueba de matemáticas, de lectura de los clásicos e incluso de poesía. Los europeos cuando finalmente los conocieron, los llamaron mandarines. Hoy los llamaríamos “tecnócratas”.

Los mandarines eran hordas. Cientos de miles de “profesionales” articulando cada engranaje del imperio, desde los grandes ministerios a los cantones locales. Publicaban manuales y enciclopedias, organizaban obras públicas, gestionaban la logística para suplir a las tropas en guerra, definían impuestos o sus excepciones, reformaban las leyes. Y cultivaban constantemente su conocimiento. Por cierto, su mejor nivel de ingreso y educación les permitía preparar a sus hijos para que un día pudiesen entrar a la burocracia también.


Los mandarines estaban jerárquicamente ordenados y, básicamente, las posibilidades de escalar tenían que ver con hacer buenas relaciones con el superior. El clientelismo en consecuencia era rampante

Los mandarines eran confucionistas, una ideología que aparte de promover los típicos preceptos morales que a todos los humanos nos gustan, predicaba la mantención del orden social idealizando el trabajo, la disciplina y el respeto a las estructuras: El rey tenía que ser buen rey, el campesino buen campesino, el soldado un buen soldado. Los mandarines en esa escala social, como es de sospechar, están muy arriba, como eruditos que ayudan al progreso y la paz social.

Los mandarines estaban jerárquicamente ordenados y, básicamente, las posibilidades de escalar tenían que ver con hacer buenas relaciones con el superior. El clientelismo en consecuencia era rampante. En las más altos cargos, los puestos dependían directamente de la confianza del emperador, pero también de su círculo íntimo de familiares y sirvientes (los temidos eunucos). En el mundo mandarín todo era redes de contactos, de confianzas, de colaboración. No había violencia física entre los mandarines, pero aquel ambiente estaba plagado de maquiavélicos personajes que se buscaban ascensos fregándose a un colega.

Los mandarines, por cierto, no eran nada de democráticos. Decidían lo que había que hacer basados en su “superior” comprensión del mundo, en base a sus estudios morales, astronómicos, matemáticos. No consideraban preguntarle a ningún campesino qué es lo que de verdad querían;  ellos “ya lo sabían”.

Muchos mandarines tenían un lado más mundano. Complementaban sus salarios estatales invirtiendo en iniciativas privadas: expediciones comerciales, talleres de manufactura, arriendo de propiedades, o financiando préstamos. Pese a que la filosofía confuciana es hostil a los comerciantes, y los mandarines se esforzaron por mantener a los comerciantes sin poder político, la relación entre los dos grupos siempre fue cercana, pero oculta o disfrazada para guardar las apariencias. Y en no pocas ocasiones, la cosa fue simplemente corrupta.

Cualquier similitud con el Chile del siglo 21 es pura casualidad…. ¿cierto? Hay un lote de personas en el Estado chileno con muchos estudios muy sofisticados, que sin nunca preguntarle a los ciudadanos qué quieren, nos dan clases de por qué hay que hacer esto o lo otro, y basan todo su actuar en sofisticadas ciencias que solo ellos y sus colegas comprenden. Entran al Estado por concursos públicos en los que en teoría todos pueden participar y tienen las mismas oportunidades; pero el amiguismo y clientelismo son clave en realidad para entrar y sobrevivir adentro. Sus conocimientos y capacidad para hablar de corrido les otorgan prestigio y gran respeto por parte del populacho, pero especialmente frente a los empresarios, con quienes tienen una inevitable competencia… que muchas veces se convierte en pololeo. Buena parte de los funcionarios y tecnócratas modernos son además empresarios, grandes o pequeños, complementando sus sueldos fiscales con diversas actividades comerciales. Algunas sencillas como tener y arrendar un par de departamentos; otros con algo más de sofisticación tal vez invirtiendo en acciones; otros con alguna consultora que le vende servicio… al mismo Estado. Alguna parte de ellos, difícil de determinar, son sin duda corruptos, usando su poder en el Estado -por ejemplo su control absoluto sobre los Planos Reguladores- para favorecer a amigos y familiares, o a sus propios negocios. Todos, por otra parte, se preocupan de que sus hijos tengan la misma preparación educacional que tuvieron ellos -o mejor si se puede-, que es el pasaporte garantizado para entrar también al mismo sistema que ya ha demostrado su rentabilidad social y financiera.

El gobierno de Ricardo Lagos fue probablemente el ápice chileno del gobierno mandarín. Abundaban los tecnócratas y autoridades con múltiples pi-eich-dis educados en las mejores universidades del mundo. Abundaba la arrogancia y prepotencia de no preguntarle nada a nadie, convencidos de que su conocimiento superior -sus ecuaciones y palabras que solo se podían decir en inglés- le daría prosperidad al país. Todos esos mandarines modernos tenían sus propios negocitos por un lado, y sin duda varios se corrompieron como nos mostró más famosamente el caso MOP-GATE.

Desde entonces el mandarinismo continúa, si bien en una versión más rasca. En los gobiernos de Bachelet los tecnócratas eran menos iluminados y más corruptos. Y en el primer gobierno de Piñera hubo más bien una carencia crónica de funcionarios, que preferían seguir full-time con sus negocios personales. Jamás, en todo caso, se ha cuestionado el mandarinismo. No importa qué tan a la izquierda o derecha estés en Chile, todos creen que la forma en que el Estado debe organizarse es así. Solamente la corrupción se identifica como un problema del sistema, y los mandarines debaten entre sí cómo atajarla sin golpear las demás características del sistema mandarín, especialmente su libertad para tener negocitos paralelos…

¿Cómo se administra correctamente un Estado moderno? Diga usted. Pero si me pregunta a mí, no creo sensato hacerlo igual que un sistema que surgió en China hace más de 20 siglos.

TAGS: #ChileActual #China Burocracia Tecnocracia

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Quedan 1500 carácteres.

#NuevaConstitución

VER TODO
Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repeti ...
+VER MÁS
#Política

De vuelta a la rotonda política

Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repetir el ciclo interminable de esfuerzo y fracaso

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado
+VER MÁS
#Política

El mito del cierre definitivo del proceso constituyente/constitucional

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo
+VER MÁS
#Política

¿Nos jodimos todos?

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no ...
+VER MÁS
#Política

Las lecciones del plebiscito

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado

Nuevos

Es el momento de actuar. No podemos llegar tarde a esta urgencia que, en los últimos meses, ha quedado en evidencia. Y somos todos, cada uno de los actores políticos, sociales, académicos y gubernamental ...
+VER MÁS
#Política

¿Quién le pone el cascabel al gato?

En Chile, existe hoy día 21 partidos con representación parlamentaria, a lo que hay que sumar un gran número de independientes. La dispersión y fraccionamiento de las fuerzas políticas, atentan contra ...
+VER MÁS
#Política

Ganarle a la dispersión

La tónica ha sido, desde que tengo uso de razón, al menos en Chile, que quien conquista el centro, gana las elecciones. El centro político es la vedette a quien cortejar, querer, mimar. Y no pocas veces ...
+VER MÁS
#Política

Políticos mirándose el ombligo

Existen en Chile experiencias concretas respecto a la participación de trabajadores y trabajadoras en los directorios de empresas de las que se puede aprender y ampliar
+VER MÁS
#Política

Cóbrenos la palabra

Popular

Según la Encuesta de Bienestar Social (2021), en Chile las personas dedican más de un tercio de su tiempo diario a labores de cuidado, y un 85% de aquellos que pasan más de 8 horas al día en esta labor ...
+VER MÁS
#Sociedad

Avances y retos en el cuidado familiar en Chile

Los empresarios, por la gran responsabilidad que cae sobre sus hombros, no tienen que ambicionar ser los mejores y más ricos del planeta, sino que ser los mejores “para” el planeta, colocando a las per ...
+VER MÁS
#Sociedad

Razas y subhumanos una creencia para justificar atrocidades

Existen en Chile experiencias concretas respecto a la participación de trabajadores y trabajadoras en los directorios de empresas de las que se puede aprender y ampliar
+VER MÁS
#Política

Cóbrenos la palabra

Debemos cuidar lo más preciado que tiene el ser humano, sus palabras, cualquiera esta sea, en el amor, en política, en economía, en educación, todo gira en torno a ellas, algo único y propio, solo de l ...
+VER MÁS
#Ciudadanía

La palabra humana salvación de la humanidad