El rechazo del proyecto minero Dominga por parte del Consejo de Ministros gatilló la renuncia de dos ministros, el de Economía y Hacienda, junto al secretario de esta última cartera. El impacto está dado esencialmente por la caída del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el verdadero poder factótum de todos los gobiernos de la transición de acuerdo a los cerrojos heredados de la dictadura. Como él mismo lo señala, habría perdido el gallito sostenido entre dos fuerzas, la de quienes privilegian el crecimiento a toda costa y la de quienes postulan un crecimiento sustentable.
El gran debate para las próximas elecciones tiene que ver justamente con esto: consolidar un modelo que no da para más, o pasar a otro modelo de desarrollo que nos respete a todos.
Como era de suponer, el mundo empresarial, las élites, los expertos, los economistas ortodoxos, el “mercado”, lamentan la caída de Valdés, Céspedes y Micco. Lo ocurrido debe constituir un hito, un punto de inflexión respecto del modo de desarrollo que hemos tenido a la fecha. Por ello lo visualizo como una oportunidad para pasar, como país, de la adolescencia a la adultez. Una oportunidad para cambiar nuestra matriz productiva, para visualizar el desarrollo como un proceso que no se reduce al mero crecimiento, para abandonar un modelo extractivista, basado en exportaciones de recursos naturales sin mayor valor agregado.
A pesar de que después de medio siglo nuestra cobertura de educación superior se ha más que duplicado, nuestra canasta exportadora conserva una estructura que no ha variado mayormente. Casi medio siglo en que nuestras empresas han hecho lo que han querido con trabajadores sin capacidad de negociación, con la política subordinada a la economía. Resultado: seguimos comulgando con ruedas de carreta.
Por ello, estimo que Michelle, la presidenta, al respaldar lo obrado por el Comité de Ministros, ha dado un paso muy significativo difícil de aquilatar. Nos dice que llegó la hora de levantar la mirada pensando no solo en las actuales, sino que también en las futuras generaciones. Está invitándonos a respetar nuestro medio ambiente y a nuestros trabajadores con empleos que no los enfermen ni condenen a una vejez prematura.
El gran debate para las próximas elecciones tiene que ver justamente con esto: consolidar un modelo que no da para más, o pasar a otro modelo de desarrollo que nos respete a todos.
Comentarios
02 de septiembre
Rodolfo, en el mercado encontrarás informáticos o pseudo-informáticos que prometerán desarrollar sistemas fabulosos para la organización que superen con creces las falencias de sistemas actuales pero tu eres responsable en tu tema y no te vendrán con cantos de sirena: veamos que tienen realmente a ver si funciona porque pese a todo lo que realiza el sistema actual no viene con el paisaje y hay un costo tremendo en desecharlo y poner otro en marcha.
Piensa que el neoliberalismo es un software que superó con creces las expectativas de crecimiento, reducción de la pobreza, etc.. Porque esas eran los requerimientos en ese tiempo y de acuerdo al criterio de esos analistas que a ti no te gustan. Pero no hagas cantos de sirena haciendo creer que la reducción de la pobreza y el crecimiento vienen con el paisaje. Tú eres especialista y tu antes que nadie debes identificar esos nuevos requerimientos que son falaces porque dan por superado lo que en realidad esta sostenido por el sistema que pretenden suplantar.
Saludos
+1
03 de septiembre
No veo porque las actividades «extractivas» deberían ser superadas. Su existencia no impide al desarrollo de otras actividades con mayor valor agregado.
En todo caso, la modernización capitalista de Chile ha tenido resultados espectaculares, ha logrado sacar a buena parte de las personas de la pobreza.
En el caso del proyecto minero «Dominga» creaba 10.000 puestos de trabajo en una zona pobre….. Trabajos que se fueron al tacho.
0
03 de septiembre
No descarto que se realicen actividades extravistas, pero estimo que el desarrollo no lo alcanzaremos limitándonos a ellas. Piénsese que seguimos dependiendo del cobre como hace 50 años atrás. Ningún país desarrollado basa su actividad productiva en extraer sus riquezas naturales, sino que aplicando inteligencia.
Dices que Dominga crearía 10,000 puestos de trabajo en una zona pobre …… es el mismo argumento que he escuchado siempre. Las pesqueras generaron puestos de trabajo en el norte, vaciaron el mar, se llevaron la ruiqueza pesquera ¿y qué quedó? pobreza … lo mismo con las minas de carbón ….. ahí está lota …. las minas de cobre … ahí está calama … puros espejismos
son enclaves que no dejan nada …. extraer sin agregar valor es empobrecer al país.
los cálculos de los proyectos deben hacerse incluyendo las externalidades positivas y negativas que generan, y no solo los beneficios y costos directos.
en todo caso, se agradece el comentario!