Todo este ambiente negativo es impuesto por grandes poderes que están detrás de las sombras y aunque no niego la polarización que existe en dicha nación, creo que es lo que se vive cuando los seres humanos empiezan a tener conciencia política y empiezan a participar en lo que son sus intereses personales y colectivos.
Crisis política y social, desabastecimiento, especulación económica, conspiración de medios, financiamiento extranjero, etcétera. Deben ser cosas conocidas para muchos que vivieron y que conocen la historia del Golpe Militar de 1973 en nuestro país.
Hoy estas mismas definiciones son usadas por la oposición venezolana para cuestionar a Nicolás Maduro quien fue elegido presidente en la última elección de Venezuela.
Personalmente tengo una desconfianza de esta constante crisis social y política en países que tienen grandes reservas de petróleo y en donde los medios de comunicación de nuestro país se alinean a las editoriales de sus pares norteamericanos.
Si recordamos los periódicos La Segunda, El Mercurio y algunos más, han sido cuestionados por su actuar para alentar el Golpe de Estado en Chile, que terminó con Salvador Allende muerto y unas Fuerzas Armadas que acabaron torturando y matando, privatizando recursos naturales, vendiendo a precios de huevo empresas estatales y bienes nacionales, amarrando nuestro país con una constitución cuestionada que favorece a unos pocos y un sistema que no garantiza ni un solo derecho fundamental.
Es fácil darse cuenta de la alineación de los gobiernos de Chile y Colombia, que se ven mas acomodados con la posición de Capriles, y los partidos políticos como la UDI y parte de la DC que concuerdan en posiciones y que hacen recordar la asociatividad en las acusaciones constitucionales de la DC y el Partido Nacional a la gestión de Allende.
Venezuela hizo su ejercicio democrático de elegir a su representante nacional, con una participación de un 79.69% que está muy lejos del 49,36 % en primera vuelta y 41,98 % en la segunda vuelta de las pasadas presidenciales donde salió electa Michelle Bachelet. Con estos resultados me parece curioso que el presidente Sebastian Piñera, intervenga en la realidad venezolana cuando en nuestro país la gente participa cada vez menos.
Dentro de la misma Alianza, Iván Moreira, el mismo que es fan de uno de los mayores violadores de derechos humanos de nuestro país, exige con su moral de piedra que el gobierno de Maduro respete algo que su mentor Augusto Pinochet se le olvidó que existía.
La realidad actual de Venezuela es la de un país que está fuera del modelo que quisiera el gobierno de los Estados Unidos y es la copia de ese Chile que quiso construir la Unidad Popular y la que fue frenada por partidos de derecha, de centro, con financiamiento de la CIA y la conspiración de una élite militar y burguesa. Esa misma potencia que intervino una legítima democracia para recuperar el cobre entre algunos negocios hoy quiere hacerlo para manchar sus manos tanto de sangre, como de petróleo
Henrique Capriles es hijo de un gran empresario de Venezuela y por ende están defendiendo el modelo social y económico que le conviene a los empresarios por sobre la ciudadanía en general.
Desde mi perspectiva, todo este ambiente negativo es impuesto por grandes poderes que están detrás de las sombras y aunque no niego la polarización que existe en dicha nación, creo que es lo que se vive cuando los seres humanos empiezan a tener conciencia política y empiezan a participar en lo que son sus intereses personales y colectivos.
Nuestro país es el modelo ideal de neoliberalismo, que quisiera instalar en otros territorios los que hoy dominan al mundo con el poder de las armas y que cada vez más necesitan devorar más las riquezas naturales de los pueblos del mundo.
La experiencia nos ha enseñado que cuando llegan los golpistas al poder desaparecen todos los problemas de desabastecimiento, de crisis social y política de manera casi milagrosa.
Comentarios
24 de febrero
Ser democrático no significa sólo obtener una mayoría electoral (aún una relativa, como la de Allende) sino también respetar a las minorías y las reglas del juego. Esa es la cojera ideológica del chavismo y más aún la de Maduro. Tratar a los opositores como traidores o delincuentes, culpar a la oposición por la violencia de estado, y ocupar los recursos del estado en un descarado asistencialismo que ha destruido la economía y que refuerza el más grande cohecho de Sudamérica.
Es una lección de la historia que no se puede pedir a los inversionistas que inviertan, a los comerciantes que comercien, o a los emprendedores que emprendan, cuando el estado se burla de la propiedad privada. Va contra las leyes de autoconservacion. ¿Quien de los que defienden el Chavismo invertiría hoy en Venezuela? ¿Quien abriría una fábrica de clavos, una imprenta o siquiera una panadería, con el riego de que mañana te la socialicen?
Finalmente, los atropellos que en el pasado cometieron las dictaduras de derecha no justifica hoy la violencia de izquierda.
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24 de febrero
Recordemos que Hitler ganó en las elecciones generales de 1936, pero no por eso convirtió al nazismo en un movimiento «democrático».
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03 de marzo
Quizás debería conocer con más profundidad las bondades de un estado controlador, hay caso bastantes ilustrativo donde podrías ir a pasear, Corea del Norte por ejemplo. Me parece que ese estado tampoco le gusta a EEUU, es decir se cumple tu hipótesis.
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