Según una tesis de la ciencia política que se deriva de la teoría de la identidad negativa, algunos votan para evitar lo que temen más, es decir, votan no por lo que les gusta sino por lo que les parece el mal menor.
Si aplicamos esta teoría de la identidad negativa al contexto de la elección presidencial que se avecina en nuestro país, podríamos proyectar el resultado de la elección en términos de quién de los candidatos de los partidos que concitan mayor rechazo tiene más chance de ganar en segunda vuelta en diciembre.
Mientras Lavín ha hecho gran parte de su carrera política desmarcándose de la derecha en general y de la UDI en particular, Jadue tiene una trayectoria opuesta, caracterizada por su clara filiación con el PC y voluntad de defender ideas de izquierda sin tapujos.
Si nos guiamos por lo que indican diferentes encuestas acerca de cuáles son los candidatos mejor posicionados, podemos hacernos la siguiente pregunta: quién tiene mejores chances de conquistar el poder ejecutivo: ¿Joaquín Lavín o Daniel Jadue?
En esta columna revisamos un artículo del investigador Cristóbal Rovira que publicó Ciper Académico, en donde se proyecta que, en base a resultados de su investigación financiada por el Fondecyt, Joaquín Lavín es el candidato con mayor chances de ganar la elección.
Según la pregunta que se incluyó en la Encuesta de Mundial de Valores de los años 1996, 2000 y 2006 para el caso de Chile: “De los siguientes partidos políticos que se presentan en esta tarjeta: ¿por cuál de ellos usted no votaría nunca? Por favor escoja solo uno”, se desprende que los partidos políticos que tienen mayores niveles de identificación negativa son los que se posicionan en los extremos del eje izquierda-derecha, es decir, la UDI y el PC.
Según la encuesta cara a cara que se llevó a cabo con fondos del proyecto FONDECYT 1180020, la cual es representativa de la población urbana del país y que fue llevada a cabo por la empresa Datavoz justo después del plebiscito constitucional de octubre del año pasado, se demuestra que los partidos políticos que tienen mayores niveles de identificación negativa son los que se posicionan en los extremos del eje izquierda-derecha, es decir, la UDI y el PC. De alguna manera, se trata de un resultado esperable, ya que esto refleja que aquellos partidos que toman posturas ideológicas más radicales son los que generan mayor rechazo por parte del electorado.
A su vez, los datos también indican que el PC ha logrado disminuir levemente su identidad negativa para la última medición disponible, pero está casi empatado con la UDI. Ambos partidos son rechazados por aproximadamente un quinto del electorado hoy en día (20.1% en el caso de la UDI y 18.4% en el caso del PC).
De acuerdo con estos resultados cabe hacerse la pregunta: ¿cuál de los dos:Joaquín Lavín y Daniel Jadue es más competitivo de cara a un balotaje en segunda vuelta de la elección presidencial?
Si se intenta responder a esta incógnita en función del porcentaje de rechazo que se atribuye a los partidos políticos que representan estos dos candidatos, se podría pensar que ambos son igual de competitivos.
Sin embargo, existe según el autor de la investigación una gran diferencia entre los dos candidatos. Mientras Lavín ha hecho gran parte de su carrera política desmarcándose de la derecha en general y de la UDI en particular, Jadue tiene una trayectoria opuesta, caracterizada por su clara filiación con el PC y voluntad de defender ideas de izquierda sin tapujos.
Según el autor se proyecta de los resultados estudiados que Lavín es el candidato que tiene más posibilidad de ganar la elección ya que si el rechazo hacia la UDI es más fuerte en los sectores más acomodados (C2 y C3) y menor en los sectores más populares (D y E), la identidad negativa hacia el PC es mayor en el segmento más pobre (E) y esto refleja que probablemente existe un sentimiento anticomunista a nivel popular que eventualmente podría ser movilizado por la derecha.
Esta problemática sería radicalmente diferente si es que el país tuviese un régimen parlamentario, ya que entonces ningún candidato podría acceder a la presidencia por sí solo.
En un sistema parlamentario, la elección de un primer ministro o una primera ministra exige que los partidos políticos negocien un programa en común y en base a ello apoyan a un líder que se compromete a ejecutar dicho programa. De tal manera, este líder trabaja bajo el escrutinio del parlamento, el cual puede hacer una moción de censura para destituirlo en caso de que éste haya perdido su respaldo en el congreso. No es casualidad que parte del debate constitucional que se abre ahora incluye la pregunta por el régimen político, concluye el autor de investigación.
Comentarios
18 de julio
Siendo 18 de Julio… ninguno!
+1
18 de julio
No ganará mi Jadue ni Lavín, porque compitieron en primarias de sus coaliciones y no ganaron, contrariamente a lo que pronosticaban algunas encuestas. Entonces la pregunta siguiente es: porqué perdieron Jadue y Lavín? A mi me parece que siguiendo la tesis de la identidad negativa, los dos son candidatos de partidos de los extremos del eje político y por eso no convocan tanto como un Boric que está cerca del centro.