En términos personales soy una convencida que en Chile debemos establecer la inscripción automática y el voto obligatorio. Sé que esta segunda opción es del todo impopular. Pero tengo la idea que la democracia la construimos entre todos, que la vida en comunidad supone derechos y responsabilidades, y que, tal como pagamos impuestos, también debemos decidir quién y cómo hacer las cosas en nuestro país.
Sin embargo, la situación actual es la peor de todas.
Un sistema político completamente cerrado, donde van disminuyendo electores en vez de aumentar, donde existe re-elección indefinida de alcaldes, concejales, senadores y diputados. Donde el electorado es completamente adulto mayor y la clase política deja fuera de sus intereses y propuestas a todos aquellos que no votan, es decir, a casi todas las personas de 30 años y menos. Donde el voto blanco, nulo y la abstención también han aumentado. Donde en definitiva tienes a más de 3 millones 800 personas fuera del sistema y sin interés en ingresar a él.
Por tanto, se va produciendo una brecha casi incalculable entre la clase política y la ciudadanía y sus demandas. Ello genera una crisis mayor en nuestra democracia representativa, que solo hace aumentar el descontento y que impide que nuestra democracia se fortalezca. No puede ser que la clase política le tema a la incertidumbre y quiera reproducir un sistema porque de él se nutre para ser electa y existir. Sin mencionar, por cierto, que el sistema binominal genera otra cuota de exclusión y de certidumbre sobre quienes saldrán electos dejando a fuera de la toma de decisiones a la ciudadanía en su conjunto.
Por todo lo anterior, es necesario hacer un cambio y si ese cambio significa inscripción automática y voto voluntario, pues démosle con ello. Al menos de esa forma, la clase política tendrá que hacer un doble esfuerzo para entusiasmar a los electores a votar y para que además lo hagan por ellos. A mi juicio, eso significará innovar en candidatos, en temas y en formas de hacer política que en base al diagnóstico actual no puede más que ayudar a salvar nuestra democracia un tanto anoréxica.
Es un grito desesperado, considerando que ya se aprobó la reforma constitucional hace tiempo, que es necesario avanzar en la ley orgánica, que no alcanza el tiempo para tener el padrón antes de las elecciones municipales, que si no se prueba antes de esa elección nadie lo hará para las presidenciales. Puras excusas, puras demoras injustificadas, y nuestra democracia se sigue debilitando y la ciudadanía desafectando de su sistema político.
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Foto: OjoEspejo / Licencia CC
Comentarios
15 de noviembre
¿NUESTRA DEMOCRACIA?…
¿CUÁL DEMOCRACIA?…
¿Acaso apareció un «marciano de Júpiter» demostrando que la política está al servicio del pueblo y yo no me enteré?…
FELICITACIONES A ÉSOS 3.800.000 que entienden que una raya en un voto no es democracia y que se abstienen de traicionar los derechos del pueblo por una miserable raya de color político…
FELICITACIONES A TODOS AQUELLOS QUE DEJAN SU VOTO EN BLANCO O LO ANULAN, porque entienden que haciéndolo no avalan este sistema «político-social» que esclaviza al pueblo para convertirlo en un objeto votante, pero sin voz…
«Democracia»…
Con todo el respeto que me puedas merecer Danae, te sugiero que pienses nuevamente lo que propones…
camaraciudadana.cl
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16 de noviembre
Peón; la verdad es que yo nunca he dicho ni pienso que los problemas de nuestra democracia se solucionan exclusivamente con este cambio, tenemos mucho por hacer y al respecto he escrito otras opiniones complementarias que te invito a discutir para poner todos los elementos sobre la mesa, un abrazo
16 de noviembre
¿Qué la hace pensar que quienes no están inscritos votarán en las próximas elecciones gracias a esta supuesta panacea de la inscripción automática? ¿Y el voto deja de ser obligatorio? ¿Acaso no era un deber?
Malita su ley.
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16 de noviembre
¿Voto obligatorio sin eliminar el binominal? No, gracias. No me hablen de deberes republicanos cuando la República tiene un sistema electoral podrido.
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16 de noviembre
La propuesta lo que busca es reforzar la democracia representativa.
Lo que se quiere es una democracia participativa, NO perpetuar lo actual, dándole mas visos de validez. La representatividad dura lo que duran las elecciones; eso es lo que NO se quiere mas.
El tener un ente donde hay personas (parlamentarios) que están mas de la mitad del día tramando estrategias políticas con sus partidos, y a la hora de votar ni saben de lo que se habla (recién ahí se enteran de que hay un tema importante…), es un sistema que NO se quiere perpetuar.
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16 de noviembre
Estimado al respecto de lo que usted señala le invito a leer http://www.danaemlynarz.cl/ipad-y-democracia-representativa#content-top un abrazo Danae
16 de noviembre
Estimada, en ese artículo usted expresa que hay que hacer mejoras.
Pero el punto es que esas mejoras buscan perpetuar el sistema. Usted postula cambiar constituciones, sistema binominal, cuotas , etc..que son meramente acomodos de lo actual a los intereses propios: aumentar cuotas de poder de sectores marginados: izquierda extraparlamentaria, mujeres, etc…PERO lo que argumento es que, en si, el sistema de Congreso ES una oligarquía, que se rige por sus códigos y sus intereses (entre ellos, uno de los mas importantes, el ser reelegidos); ESE es el fondo del rechazo…el que las decisiones del país pasen por el filtro, gestión y negociaciones poco transparentes de un grupo de personas que tienen una agenda propia.