!! Bien por Chile. Bien por la Convención Constituyente. Bien por la esperanza !!
El contundente triunfo de Gabriel Boric, hoy Presidente electo de Chile, se obtiene porque la mayoría de las fuerzas políticas democráticas y progresistas, al igual que los movimientos sociales, sindicatos, artistas y la diversidad de cuerpos sociales a nivel de los territorios, asumieron como propio el peligro inminente que representaba la candidatura de ultraderecha con su muy nítida propuesta de involución autoritaria y conservadora.
El propio candidato hizo el resto. Porque tuvo la capacidad de hacer los giros tácticos necesarios, de apertura hacia otras fuerzas políticas e incorporar, a su propuesta programática, visiones de otras candidaturas opositoras, pero sin por ello perder de vista que la contienda electoral se definiría en la medida que la amplia y rica diversidad social de Chile concurriera a las urnas y marcara por el cambio representado por Boric.Las demandas sociales, valga la redundancia, son extraordinariamente claras y si en algún momento alguien pensó que no eran más que un “berrinche” pasajero, el resultado electoral obtenido por Boric este 19 de diciembre de 2021, no hacen más que ratificarlas
Junto con ello, y quizás porque no ocurren mucho, justo es reconocer los gestos políticos, que tienen valor cuando la situación así lo amerita. Es el caso del gesto unitario claro, sin condiciones, del Presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, en el marco de la primera vuelta presidencial, el mismo día 21 de noviembre. Y la adhesión, en ese mismo sentido, de otras altas autoridades políticas de los partidos de oposición y figuras históricas del mundo democrático que aportaron lo suyo.
Se podrá decir que de haberse despejado el tema de una candidatura unitaria mediante primarias de toda la oposición, que era mi opinión, habría ayudado a descomprimir el ambiente de incertidumbre que introdujo la posibilidad que la derecha continuara en el gobierno. Pero así es la vida y la política, que es lo más parecido a ella, nos enseña que la unidad hay que construirla cotidianamente en la idea y en la práctica.
La historia de Chile es porfiada a ese respecto y nos enseña una y otra vez lo mismo: el único modo de avanzar en transformaciones democráticas, en un país concreto como Chile, es a partir de la unión de grandes conglomerados políticos y sociales. Así ha sido con los avances de Chile, por ejemplo, en la construcción de su sistema de salud pública, la reforma agraria y la nacionalización del cobre. Con unidad amplia fue como conseguimos derrotar a la dictadura en el Plebiscito del 5 de Octubre de 1988 y así y solamente así es como Gabriel Boric ha sido electo Presidente de Chile. Por contrapartida, también abundan los ejemplos en contrario, algunos con consecuencias desastrosas para el pueblo de Chile. En todos los casos donde hemos sufrido derrotas, el sectarismo y el ideologismo han sido factores de freno y retroceso para el movimiento popular.
El camino que viene por delante no será fácil y requerirá no solo de habilidad política para poder avanzar en medio de fuerzas parlamentarias empatadas, sino que también porque todo ello ocurrirá en medio de un país socialmente fracturado, una economía diezmada a causa de la pandemia y sus limites estructurales conocidos antes de ésta y un cúmulo de legítimas demandas sociales pendientes.
Las demandas sociales, valga la redundancia, son extraordinariamente claras y si en algún momento alguien pensó que no eran más que un “berrinche” pasajero, el resultado electoral obtenido por Boric este 19 de diciembre de 2021, no hacen más que ratificarlas. Con su espectacular votación, volvió la esperanza por hacer de Chile un mejor país.
Savia nueva es lo que Chile necesita.
Comentarios
21 de diciembre
De acuerdo, se logró el hito, la esperanza venció al miedo. Ahora queda avanzar en base a acuerdos inclusivos.
Bravo por Chile y su gente!
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21 de diciembre
De eso se trata estimado.