Para los países periféricos el Fondo Monetario Internacional es el prestamista de última instancia, que además condiciona las políticas de los países más débiles y vulnerables económica, social y políticamente. Desde su fundación su comportamiento cambió con el transcurso de los años en la medida que variaban los intereses de los países centrales que controlan el sistema comercial globalizado. La experiencia de Latinoamérica nos proporciona el mejor ejemplo de estos cambios a través de los años. Así, nuestros países apelaron al Fondo como prestamista de última instancia en múltiples oportunidades lo que devino en la imposición final del régimen neoliberal que comulgó con el equilibrio fiscal y de balance de pagos a través de programas de ajuste que incluían una baja del gasto publico, un aumento de los impuestos, restricción monetaria y devaluación de la moneda.
Por desgracia, los desajustes en nuestros países, incluyendo la inflación, no es un problema monetario sino estructural, que deriva del rol que nos corresponde en el sistema comercial global como zona periférica. Por lo tanto, los programas económicos del Fondo no resuelven bajo ninguna circunstancia los problemas derivados de los continuos desequilibrios y crisis de nuestras economías porque lo central es vincular la estabilidad con el desarrollo. ¿Cómo hacerlo, cómo vincular la estabilidad con el desarrollo? Es indispensable el rol que juegan los subsidios, los impuestos, los aranceles o los derechos de exportación que forman una dimensión importante de una concepción política y económica destinada a enfrentar y corregir la presencia de una estructura productiva en la que, es indudable la ventaja que le cabe al sector de materias primas en general. Se trata de buscar una integración productiva entre el sector industrial y las materias primas, con niveles en ascenso de valor agregado, erigiéndose al mismo tiempo en la única opción para responder al pleno empleo de la fuerza de trabajo que nos demanda el cambio estructural.Latinoamérica claudicó ante el club de acreedores y se impone la ideología neoliberal a través de gobiernos que irán surgiendo a partir de entonces. Ahora, era preciso someter la totalidad de la política económica a los criterios de los países desarrollados.
En relación al Fondo, hasta la década de los 80, los programas de éste son transitorios. En otras palabras, en ese momento el Fondo no se instala de forma permanente en nuestros países para monitorear el cumplimiento de los programas de los deudores. Superada la emergencia económica los países recuperan la libertad para aplicar las medidas que quisieran o estimaran conveniente. Pero, cuando se acelera la globalización financiera y la especulación, cuando Latinoamérica es inundada con créditos voluntarios en la búsqueda de otros espacios de rentabilidad en la periferia, los países centrales, los más grandes acreedores, se olvidan de las políticas de ajuste y de las medidas defendidas por el Fondo Monetario Internacional: había tanto crédito que esto promovió cada vez más crecientes desequilibrios, tanto de tipo fiscal como de la balanza de pagos internacional, que jugaron contra el interés de nuestros países.
La contrapartida de ese fenómeno fue el aumento de la deuda hasta que en 1982 la situación explotó. Agobiados por las deudas, sin posibilidades de acceder al crédito voluntario, los países latinoamericanos, incluso los más desarrollados, recurrieron nuevamente al Fondo. Sin embargo, esta vez las cosas habían cambiado a favor de los países acreedores contra los deudores. La dimensión de la deuda convirtió los desequilibrios transitorios en estructurales, los cuales, reclamaban el replanteo de toda la política económica de esos países. En esa situación, Latinoamérica claudicó ante el club de acreedores y se impone la ideología neoliberal a través de gobiernos que irán surgiendo a partir de entonces. Ahora, era preciso someter la totalidad de la política económica a los criterios de los países desarrollados. Esto quedó plasmado en el Consenso de Washington que contenía el programa a aplicar, incluyendo la desregulación del mercado, las privatizaciones, la apertura indiscriminada al capital extranjero y la marginación del sector público en la planificación del crecimiento y del desarrollo nacional.
Comentarios
01 de marzo
Alfredo, en Chile todos sabemos y se puede comprobar muy fácilmente que después de aplicar el modelo neoliberal dejamos atrás las deudas y por lo tanto el FMI no nos impone absolutamente nada. Y eso que antes de aplicar el modelo neoliberal eramos de los países mas endeudados del mundo. Y ahora ultimo, cuando rechazamos y hemos desmantelado el modelo el Chile vuelve a endeudarse. Fue cuando dejamos atrás las políticas públicas expansionistas que describes las que nos permitió pagar las deudas y zafarnos del yugo del FMI entre otros acreedores.
Chile se liberó de eso haciendo todo lo contrario a lo que indicas.
Saludos
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01 de marzo
Chile es un país donde no tienes absolutamente ningún derecho, por todo tienes que pagar: por la educación, por la salud, hasta si quieres jubilarte. Todo se transa en los mercados y al mejor postor. Nuestro país tiene una gran deuda social con todos nosotros. Apenas somos un país monoproductor porque la dictadura con su «libre» mercado arrasó con la industria nacional.
20 de junio
Alfredo, que equivocado estas , soy un chileno de 65 años y daria mi vida por que nuestros compatriotas no volvieran a pasar ni a conocer nunca mas las enormes necesidades y hambrunas de los años 60 y 70…………..pasaste hambre…?? yó sí.…¡¡ en esa epoca no habia pobreza, habia miseria en nuestro desolado pais, todo lo que hemos conseguido lo hemos hecho con sangre sudor y lagrimas…….no soy economista pero el sentido comun de las cosas me ha enseñado lo contrario. Revisa las cifras de aquel entonces y como es que a avanzado nuestro pais……….Chile no es perfecto ni mucho menos, ni nadie dijo que seria facil cuando hacen ya muchos años se hicieron los ajustes que fueron muy dolorosos y sufridos ……..nos falta aun mucho, es verdad…….pero me alegra que con mi esfuerzo mis hijos y nietos gocen hoy de un muy buen pasar…….seguimos adelante con fé……..el comunismo y el populismo deben de alguna manera pasar al olvido..mis saludos………..
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