Con la derrota de Ricardo Lagos frente a Alejandro Guillier en el Comité Central del PS, muchos dijeron que acá se estaba matando al padre, para así dar a entender de que el laguismo estaba siendo superado por una nueva corriente crítica de la trayectoria política del ex mandatario. Algunos agregaron que Lagos era el pasado, mientras que el ex rostro de Chilevisión era el futuro del progresismo. Cuestión que a algunos no nos quedó lo suficientemente claro al no escuchar otra cosa más que “ciudadanía”, “gente” y “democracia”, en los vagos y dispersos discursos o frases sueltas que Guillier derramaba en los medios.
Sólo parece bastante evidente que luego de lo que venga, el PS tendrá que dejar de postergar esa revisión política y doctrinaria que tanto le falta. Esto, claramente, si es que quiere seguir llamándose de izquierda. O si quiere llevar el título de “socialista” como un dato del presente, y no como una anécdota del pasado.
Con esto no quiero decir que Ricardo Lagos fuera la alternativa para robustecer el Partido Socialista y la izquierda dentro de la Nueva Mayoría. Sino que si es que se quería realmente “matar al padre”, era necesario hacerlo como se hace en política; planteando ideas, creando nuevos horizontes programáticos dentro de la tienda política que alguna vez cobijó a Salvador Allende, y mostrándole al ex líder del NO que su historia no tenía por qué ser necesariamente el presente socialista.
Pero nada de eso pasó. En cambio, quienes apoyaron a Guillier lo hicieron con la cara tapada y sin ningún sustento ideológico detrás. No sólo evitaron que Fernando Atria, quien quiso impulsar una disputa de ideas, pudiera llevar a cabo un intercambio de conceptos, sino que prefirieron correr a los brazos de la moda. De lo que les revitalizaría el espíritu solamente en la forma, como lo hace el tío “buena onda” que aparece en los asados familiares. Ese que sirve para que uno busque cierto relajo en medio de la disciplina del padre.
Guillier es el tío pasajero. Ese con el que no hay compromisos reales, sino que solamente un trago de fin de semana hasta que uno crece y se da cuenta de que su estilo de vida no es tan interesante, y comienza a evitar encontrárselo en reuniones de parientes. ¿Es eso superar realmente el sello de Lagos? ¿Es realmente tomarse el poder con argumentos o solamente es la vergüenza de que te vean saliendo a comprar con tu padre cuando ya tienes más de 30 años? Sería una buena pregunta que hacerle a quienes callaron cualquier tipo de discusión sustantiva al interior de los pasillos socialistas, para así correr a tomarse un trago con el tío Guillier.
¿Qué hacer ahora? No queda muy claro. Sólo parece bastante evidente que luego de lo que venga, el PS tendrá que dejar de postergar esa revisión política y doctrinaria que tanto le falta. Esto, claramente, si es que quiere seguir llamándose de izquierda. O si quiere llevar el título de “socialista” como un dato del presente, y no como una anécdota del pasado.
Comentarios
12 de abril
En su despedida, Ricardo Lagos habló de las ideas que habría estado promoviendo durante este tiempo que duró su precampaña, o como se le pueda llamar.
¿Qué ideas?, me pregunté. No escuché ninguna. No fue el personaje que apareció en variados medios hablando de ideas. Y si algo hay que no vi, lo que vi, no contuvo ideas.
Esa es la mejor forma de irse a la lápida política. Lo cierto es que a Ricardo Lagos le quedó más su enojo y reflexión sobre lo que se puede arreglar, dado lo que ya se había hecho mal, más que ideas innovadoras.
Él parece un personaje más propio del tiempo que le tocó vivir. Enfrentar a la dictadura militar fue su mayor reto, pero, hoy no fue capaz de enfrentar a la dictadura de los partidos.
Una decepción en resumen. Acá se han planteado varias ideas que le hubieran servido a su campaña, pero, las desechó por unas supuestas propias que no tenían valor.
Se termina un ciclo. Se cierra el telón para él. Aún puede hacer algo, pero, no creo que lo haga, porque esto lo va a afectar mucho más de lo que en un principio pudiera comprender, pienso yo.
No fue el hombre que deseara quitarle el poder a la mafia política para entregárselo al pueblo, construyendo una verdadera democracia, una de las ideas y de la razón. Nunca hizo propia la inquietud de terminar con la usura bancaria. Respecto a desarrollo, no entendió dónde tenía que desarrollar cuando tuvo el poder. Respecto al cobre, no hizo nada en comparación con todo lo que falta hacer…
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18 de abril
Hay veces que te he criticado tu visión, otras que no he podido leer la columna entera y otras que bueno…. pero esta es PERFECTA!!
Que buenas analogías Francisco, me encantó cada análisis y el parangón entre matar al padre con contenidos y alabar a un tío hoy que mañana evitas GENIAL
Nada que agregar y nada que restar, sencillamente muy muy buena!
Gracias por escribirla
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