«Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso»
Diderot
La capacidad del ser humano para establecer conductas extremistas tiende a ser cada día más la causa de una depresión social.
La depresión social mantiene una constante en nuestras sociedades saturadas de niveles de ignorancia humanista. No tiene nada que ver con el conocimiento adquirido con los estudios, simplemente, es no tener idea del entorno real de las coyunturas.
Las sociedades actuales han pasado a un nivel de ceguera y falta de creatividad de nuevas soluciones, para enfrentar la pobreza, la inseguridad, la falta de empleo, el abandono de los ancianos, la discriminación, el materialismo humano e el irrespeto de los ideales sociales solidarios.En la actualidad, la mayoría de acciones sociales son vistas con el ojo del extremismo religioso-ideológico. No queda espacio para el análisis racional, pues la irracionalidad ha ido ganando espacio en las mentes de las masas
Casi toda la información no viene del análisis crítico, sino de una confusión de conocimientos. La crítica ha mutado en una moda hasta para vestirse y lleva a la intolerancia prepotente del fanatismo extremista sobre la preocupación del bien social. Durante la revolución industrial del siglo XIX nació la necesidad de efectuar una seria crítica al entorno social, para buscar respuestas a los cambios sociales, económicos y políticos. Ver su impacto en las sociedades y cómo aplicar el método científico para lograr conclusiones a ciertos fenómenos.
El método científico permite aplicando la observación sistemática, experimentación, formulación, análisis y modificación de una hipótesis ver la falsedad o veracidad de un hecho social. En la actualidad, la mayoría de acciones sociales son vistas con el ojo del extremismo religioso-ideológico. No queda espacio para el análisis racional, pues la irracionalidad ha ido ganando espacio en las mentes de las masas.
Las nuevas formulaciones de los problemas que viven millones de personas son minimizadas por simples soluciones sacadas del sombrero del mago del populismo. La muerte de millones de personas por las hambrunas y enfermedades se matiza como algo alejado de las realidades de unos cuantos que pueden sacar la cabeza de la caverna de Platón por unos segundos. Promueven soluciones tan repetidas, como los eslóganes de la extrema izquierda y la falsa religiosidad de la doble moral.
Querer salir del montón nos llevará a ser vistos como extraños, ya que vivir en la oscuridad puede ser más cómodo. Tocar temas como educación sexual, discriminación laboral y cualquier forma de activismo social, nos conducirá a críticas de odio por grupos extremistas, los cuales piensan que poseen la verdad cuando sus acciones los condenarían al mismo infierno a la hora de un juicio final.
La sociedad recibe una medicina peor que la enfermedad compuesta de intolerancia disfrazada de actos de preocupación. Oscar Wilde vivió en carne propia estas acciones al ser condenado por actos inmorales a dos años de cárcel por su homosexualidad, siendo un autor respetado por su producción literaria en la sociedad inglesa. Inclusive, el mismo Dalí fue tildado de loco por los sectores reaccionarios, al pintar la Crucifixión con la perspectiva surrealista.
Si estas personas que gozaban de fama y renombre en sus países sufrieron criticadas por los extremistas, no es nada raro que cualquier persona vaya por el mismo camino por nadar en contra de la corriente de los fanatismos de grupos de extrema izquierda y derecha, los cuales creen poseer la verdad absoluta.
El tema de las extremas define a una sociedad cada día más polarizada entre el supuesto bien del que dicen ser abanderadas; no obstante, hay un punto central para navegar sobre él. Siempre ha existido en la construcción interna de nuestra mente el libre albedrio . Sobre ella, nadie tiene potestad solo nuestra capacidad de formar construcciones nuevas espirituales y racionales.
Cualquier humano tiene la capacidad de ser un libre pensador y no buscar convertirse en un extremista. Este extremismo es un eco de posturas añejas donde caben los fanatismos religiosos como el actual caso de lucha contra las acciones de los talibanes quienes buscan imponer ( nuevamente) normativas islamistas a las conductas de las mujeres afganas. Recordemos que todo expresiones culturales-religiosas que atenten contra los derechos humanos de las personas y animales deben ser condenadas.
De ahí, tenemos el extremismo basado en la ignorancia científica de los antivacunas que se refugian en mentiras dignas de un cuentos de ciencia ficción y un patriotismo cursi. Esto con un objetivo político de impulsar su agenda fanática de extrema derecha en sectores ignorantes usando el miedo de la actual pandemia del Covid-19.
Para terminar, al leer y escuchar las posturas de los extremistas de izquierda; que por alguna extraña razón creen poseer la verdad totalitaria sobre los temas sociales, culturales, políticos y de derechos humamos; nos deja entrever hasta donde puede llegar el fanatismo ideológico cuando se justifica las acciones de los talibanes por una supuesta alucinación de una victoria sobre el imperio » Yanqui» (todo extremista de izquierda sufre de racismo hacia los estadounidense) o legitimar dictaduras como la de Daniel Ortega en Nicaragua y la de Nicolás Maduro en Venezuela. Las reacciones de estos jacobinos es absolutamente violenta y vulgar al responder con una crítica a sus posturas. La prueba se puede hacer en Twitter al realizar un comentario que ponga en evidencias sus debilidades argumentativas.
Este es el mismo extremismo ideológico típico en el comunismo y la extrema izquierda , que a diferencia del fascismo-nazismo, no fue derrotado siendo que tiene las mismas características totalitarias y de desprecio a los valores de la democracia occidental.
Las mayorías sociales pueden salir de la oscuridad y lograr un rol medio aceptable, teniendo en cuenta objetivos claros de lo que son estos países Latinoamericanos. Su claridad debe fundarse en la triste visión que, no importa quien venga, no hay salvación mientras no existan visiones moderadas liberadas de los odios de pasado y un plan actualizado para cimentar una sociedad digna.
Esto basado en la empatía social, acabar con la corrupción y privilegios y la desmilitarización regional. En busca de refundar una sociedad sin partidos políticos y donde la transparencia de los gastos públicos impulse los fondos a megaproyectos donde la educación global incluya todos los posibles estudios técnicos, científicos y humanistas. Donde la educación sea el pilar de un Estado liberador que se preocupe de poner reglas claras pero no autoritarias, evitando el fanatismos de los obsesionados con la ganancia y, los otros , obsesionados con temas minimalistas y sectarios como es el caso del aborto, por mencionar un tema que no tiene ningún peso sistémico en una sociedad que busque salir del subdesarrollo. Se deben priorizar los cimientos de una sociedad que busque el desarrollo global y no por pequeñas partes .
Para construir una nación sin extremismos, se necesitan personas que no sea vean como salvadores, sino como servidores públicos quienes trabajan para un conglomerado social llamado ciudadanía. Nosotros no trabajamos para ellos, son ellos los que deben prestar un servicio a la polis. Eso es lo que olvidan los burócratas actuales, ya que son presas de sus egos construidos con platos de comida cocinados y servidos por chupamedias y rastreros. En busca del objetivo de mantenerse décadas en puestos públicos como una casta más privilegiada.
Los extremismos generan otros extremismo y terminan hundiendo a las naciones un caos sin sentido. Ninguna nación que esté en un proceso de desarrollo avanzado como es Nueva Zelanda, Dinamarca, Noruega o Islandia ha fundamentado su actual desarrollo en las acciones ciegas y fanáticas de los extremistas.
Comentarios
24 de agosto
La izquierda es la peor. Si llega al poder solo piensan que quedarse. Los extremistas de izquierda son los más violentos. Los antivacunas son angelitos frente a estos extremistas de izquierda que anda señalando a todos y por miedo e insultas ganar el debate. Los fascistas no son nada , solo son bocones., pero la izquierda es la ha soltado a los extremistas a destruir todos. Si llegan a poder, Chile esta condenado a hundirse en la violencia política y social partiendo desde el Sur donde tiene celulas extremistas que buscan una reaccion de la derecha para crear una guerra guerrillas. Esto apoyado por los comunistas ya que Boric no tiene control bajo su coalición. Da pena.
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26 de agosto
La empatia es un vision de los ilusos. Debe crecer más para dejar de creer en empatia. La derecha chilena no es empatica solo le importa el dinero.
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