El desinformante

Aquellos que peinamos canas hace rato, no olvidamos la «entrevista» que Bernardo De la Maza hizo en dictadura a tres miristas con claros signos de deshidratación y agotamiento producto de la reciente tortura. Ahí esos pobre seres dijeron lo que se esperaba que ellos dijeran para al fin detener su sufrimiento. Ni mas, ni menos.

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El carabinero acusado del crimen del comunero Catrillanca ya no se presenta como Batman, ufano, adrenalínico y seguro como se le veía en aquel video de celular en plena detención. Ya no es el Caballero de la Noche, ahora le dieron a representar el papel de un reposado caballero, un bondadoso padre de familia

La noche del domingo 18 de agosto el Canal de TV público realiza una entrevista casi tan infame como aquella, con la diferencia que el entrevistado a claras luces reboza buena salud, se le ve bastante bien alimentado, hidratado y sin signos de tortura.

Ambas están diferenciadas por el tiempo, por los tiempos y las circunstancias pero hermanadas por la mentira, la desinformación, el pauteo, la omisión y el ocultamiento.

Hasta se puede entender la vil farsa para TV montada en dictadura, pero no la farsa de ese domingo, en pleno 2019.

Comencemos.

El carabinero acusado del crimen del comunero Catrillanca ya no se presenta como Batman, ufano, adrenalínico y seguro como se le veía en aquel video de celular en plena detención. Ya no es el Caballero de la Noche, ahora le dieron a representar el papel de un reposado caballero, un bondadoso padre de familia (Catrillanca también lo era) que medita y sopesa palabra por palabra, respondiendo según un evidente pauteo que ni el mas avezado mentiroso puede ocultar.

«No me levanté aquel día con intención de matar a alguien» ¿A cuanto homicidas o choferes ebrios le hemos escuchado esta misma explicación de texto dictada por los abogados que se traduce en; «lo siento: soy víctima de las circunstancias»?

Este «Rambito» (apodo cariñoso de sus colegas), muchas veces «se ha ofrecido de voluntario» para misiones difíciles. Queda claro por sus palabras, no por lo que deduzcamos, que voluntariamente buscaba la acción, demostrar lo bueno que era en su pega, el reconocimiento de sus superiores, en una pega donde siempre está presente la violencia.

Aclara: «yo soy tirador escogido, y si lo hubiese querido matar, le doy con los ocho tiros que percuté». Queda claro mi sargento que tan buen tirador no era, que le dio con uno y que sí tiró a matar. ¿Y por qué tiró a matar?

El entrevistador:
-¿»venían armados»?
-«no, pero venían en una actitud sospechosa, como huyendo»
-«los atacaron, les dispararon»
-«no»

Rambito es el primero en saltar del carro, «no por un asunto de liderazgo». Y esta vez no miente: lo mueve la ansiedad, entrar prontamente en la acción, su acción, que es el equivalente al buen trabajo del tornero, al buen cuadro del pintor, a la excelente obra del albañil, pero como ya señalé, su pega es la violencia.

-«¿Y qué sucedió después del incidente?»
-«Llegaron los del mando al lugar y nos tranquilizaron»
-«¿Y después»?
-«Nos fuimos de inmediato a Pailahueque»
Minutos mas tarde en la entrevista:
-«¿Y qué pasó después del baleo al tractor»?
-«Ahí nos dispararon con armas de grueso calibre y quedaron los vehículos dañados»
Bueno, ¿en qué quedamos?, ¿hubo una reunión donde se les tranquilizó y envió a Pailahueque o hubo una reunión, un enfrentamiento y de ahí se les envió a Pailahueque? Es bueno recordar que se estableció que esos «vehículos acribillados» -fotos sobre las cuales se sostuvo durante días la versión del Intendente, la Moneda y el senador Kast- eran producto de un enfrentamiento anterior.

Sigamos.

Sin que se le pregunte (y antes que se le olvide la pauta señalada y estudiada) discursea como si estuviese frente a una comisión de diputados, pero el sabe que está frente al país. «Matías, déjeme decirle algo: nosotros no luchamos contra delincuentes que rompen un vidrio para robar, si no contra gente instruida en Colombia». «Acá en la Araucanía hay terrorismo, gente que quema iglesias católicas y evangélicas. Eso hay que entenderlo»

Afortunadamente no agregó «con gente adentro»… Y, solo es coincidencia que el tema «terrorismo» esté en la agenda del gobierno, hoy…

«Nadie habla del carabinero Lemún que quedó ciego por perdigones». Lamentable, horrible, horroroso quedar ciego a los 27 años. Pero el carabinero Lemún está junto a los que lo aman, su madre lo puede consolar cuando ella quiera…y José Huenante, desaparecido hasta hoy, con bitácoras de vehículos policiales adulteradas; ¿donde está?

«Me arrepiento de haberle mentido a mi general Soto». «Solo el abogado nos daba instrucciones de cómo y qué debíamos declarar. Nosotros estábamos en una sala y los oficiales afuera. El abogado salía y entraba, salia y entraba: los oficiales no conversaron con nosotros». Bueno, varios meses detenido han rendido sus frutos: nada se gana con culpar al superior y mucho eventualmente se puede ganar dejándolos fuera del lío.

Esto sobre el entrevistado.

Sobre el entrevistador, ¿entrevistó o también siguió una pauta como su entrevistado? Pareciera que es lo último.

De muestra un botón: para él no tuvo ni tiene importancia alguna la manipulación y ocultamiento por parte de los policías de pruebas fundamentales como son los de las cámaras Go Pro, desacreditando con esta grosera omisión la entrevista en su totalidad.

Seguramente en un futuro próximo entrevistará a los asesinos del profesor Nibaldo y no hará mención alguna al cuchillo, total no tiene importancia alguna en el crimen y quizás el maestro fue descuartizado con las uñas de su esposa y el cortauñas de su amante.

A modo de corolario (y arriesgando echar por el suelo todo el contenido de la presente) diré que la «causa mapuche» no es algo que me desvele. Lo que me quita el sueño es ver entronizada la mentira en un Canal de TV público que se financia con el IVA que pago por el kilo de marraquetas (batido, en Valparaíso) que he de yantar cada día.