¿podemos hablar del partido comunista como una alternativa real que represente los movimientos sociales?, es obvio que no.
Para ambientarse un poco, hoy escribo desde mi hogar en un día totalmente nublado con posibles precipitaciones sobre Santiago, es inminente que las lluvias se dejarán caer, ya que el gran sistema frontal es mucho de lo poco que se habla en los noticieros de televisión abierta, aún así hay chispazos e informaciones que llaman mi atención, se trata de otra noticia que ha tenido gran resonancia en el ambiente político, es el comité central del Partido Comunista que ratifica, nuevamente, su apoyo a la candidata del Partido Socialista Verónica Michelle Bachelet.
¿Qué les sorprende? ¿Acaso no era inminente también?, al igual que la lluvia todos sabían que el apoyo iría de todas formas, cuando una idea se cultiva tanto en el subconsciente colectivo por lo general tiende a crear realidad, entonces ¿qué es lo que tanto extraña?
Es común escuchar por estos días cosas como que Luis Emilio Recabarren debe estar revolcándose en su mausoleo, bueno.. Ciertamente la candidata, si bien es socialista, no representa los ideales sociales más profundos de la unidad popular, pero para ser justos el Partido Comunista de hoy tampoco es aquel partido de la hoz y el martillo, de toque estalinista que bajo la dirigencia de la también ex diputada de la unidad popular, Gladys Marín, ponía la consecuencia por delante de todo, incluso las aspiraciones de poder, actitud que le guardaba un sitial en lo más estricto de la izquierda chilena.
De la mano del diputado Guillermo Tellier, se ha llegado a la nueva estrategia por pactos que ha tenido gran aceptación dentro del común de la colectividad, se trata de la necesidad de contribuir, más allá del mensaje crítico, a la participación concreta dentro del aparato estatal, el mismo que por años los estigmatizó y excluyó gracias a la elección binominal.
La escusa de pactar con la Concertación, conglomerado de partidos de toque social demócrata con atisbos de capitalismo liberal, algo que entra en total contradicción con lo fundamental del marxismo, es confiar en un programa en el que haya conformismo entre ambas partes, conformismo fundamentado en ceder en lo ideológico para posteriormente trascender en el estado que le ha sido tan esquivo, finalmente el pacto pasa a ser meramente un intercambio de poderes.
Entonces ¿podemos hablar del partido comunista como una alternativa real que represente los movimientos sociales?, es obvio que no. Como conglomerado el Partido Comunista no puede ser consecuente ni con su propio ideario, pero es una generalización pensar que sus líderes actuarán de la misma forma, en general es muy posible que en el grado de poder pactado, el ámbito de acción de sus dirigentes sí tengan consecuencia con su ideario, pero en general la mayor concentración del poder ya estará en manos de aquellos con quienes se tienen estas contradicciones ideológicas.
Es por eso que el apoyo del PC los últimos años no ha ido con otras afluentes distintas a la Concertación y dentro de ésta tampoco fue con José Antonio Gómez con quien se poseía mayor cercanía ideológica, porque la falacia del proyecto es solo el maquillaje al real motivo del pacto que no va enfocado en las “ideas”, si no que en la simple posibilidad de obtener una mayor cuota del poder.
Comentarios
01 de junio
Hace política en el mundo real, payaso! El PC avanza y busca hacer los cambios, esa es la realidad.
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01 de junio
La columna entera está en http://locuraorganizada.blogspot.com/2013/05/el-cauce-natural-de-la-via-alternativa.html
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01 de junio
Estimado Matías:
No te dejes intimidar por las cabecitas calientes que te quieran hacer callar, muy bien que des tu opinión, sigue adelante!
Saludos