El pasado viernes 13 de enero, el Presidente del directorio de Codelco fue víctima de un atentado explosivo en su domicilio. A través de un blog, un grupo autodenominado “ecoterrorista” y “ecoextremista” se adjudicó el ataque. Se hacen llamar “Individualistas tendiendo a lo salvaje” (ITS). Con respecto a este fenómeno, me gustaría referirme a tres cuestiones fundamentales: ¿Qué es el eco-terrorismo? ¿Cuáles son algunos de sus ejemplos a nivel mundial? ¿Cómo podemos definir a estos “individualistas”?
Parecen ser fruto de una mente que o bien no tiene claridad de los conceptos expuestos o bien trata de confundir a través de ellos. Podría ser una persona o un grupo, quizás tratando de sumar adeptos a través de un llamado general o generando una cortina de humo sobre sus reales intenciones.
El eco-terrorismo es un neologismo aún en discusión, pero se podría definir provisoriamente como el uso de la violencia por grupos con orientaciones ecologistas en contra de instituciones o personas que ellos consideran enemigos de la naturaleza o los animales, donde se incluyen desde los cazadores y peleteros artesanales, hasta las industrias cárnicas, farmacéuticas o de moda.
Algunas de las experiencias del eco-terrorismo a nivel mundial las encontramos, por ejemplo, en el Frente de Liberación Animal (ALF) con actuaciones en Gran Bretaña e Italia, donde su modus operandi incluye cartas bomba, bombas molotov, asaltos, quemas de fábricas, etc. No obstante, la amplitud de estos movimientos y sus objetivos, diluyen sus propósitos e ideología, donde quizás lo único que los une es el veganismo y una desestructuración que los hace más peligrosos.
Sobre lo que se puede decir de los ITS, es que los postulados de su blog son delirantes: una completa mezcla demencial de conceptos contrapuestos como individualismo, “guerra contra la civilización”, nihilismo, terrorismo, anarquismo, violencia, delincuencia o paganismo que incluyen hasta faltas de ortografía. Por lo tanto, no poseen una ideología clara. Parecen ser fruto de una mente que o bien no tiene claridad de los conceptos expuestos o bien trata de confundir a través de ellos. Podría ser una persona o un grupo, quizás tratando de sumar adeptos a través de un llamado general o generando una cortina de humo sobre sus reales intenciones.
El atentado a Landerretche no es la primera actuación de este supuesto grupo, ya se habían adjudicado la instalación de un artefacto explosivo en el Campus Beauchef de la Universidad de Chile en mayo del 2016, el cual no estalló. Si nos hacemos cargo de la amenaza que representa esta “Mafia Ecoextremista” como también se autodenominan, no solo los directorios de empresas mineras estarían en peligro, sino trabajadores, académicos y hasta científicos. Este es un fenómeno al cual Chile no está habituado y que por sus extrañas características y manifiestos debe ser investigado y analizado según vayan apareciendo nuevos antecedentes.
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