El diccionario de la lengua española señala que el alma es aquel principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida. Se agrega que el término alma se refiere a una entidad inmaterial que poseen los seres vivos.
Este concepto, configura el eje axial de una crónica de actualidad sobre la confianza y sentido de la política. En particular, la apuesta por un futuro colonizado de reformas y cambios sociales, traducidos como promesas democráticas en el llamado nuevo ciclo.Por poco confiable que sean las nuevas iniciativas en curso (consejo asesor presidencial) estás siguen siendo parte del escenario, más global, de sello académico y fuera del alcance de las autoridades políticas.
Al cumplir un año, el gobierno enfrenta un conjunto de tensiones derivadas de los casos Penta, SQM y Caval, también de sus preocupaciones centrales sobre la profundidad, dedicación, energías y su legado programático e impactos en la calidad de vida de millones de chilenos.
Sin embargo, hoy se requiere también evaluar nuestro propio tiempo y condición humana -a partir de estas ideas- de aquello que da espíritu, aliento y fuerza a la democracia. Algo así como, una contemplación más cuidadosa del alma política y los vientos de cambio.
Según esta lectura, la desintegración del patch work político, la erosión de las tradiciones y las instituciones, suelen debatirse con gran ansiedad. Pero un dato es efectivo, la inédita levedad y fluidez del poder y los liderazgos eclipsados, orientan a la ciudadanía a preguntarse si tiene algún sentido la política, o si el alma de las propuestas de cambio nos hace comprometernos con la democracia.
Veamos algunas claves de este debate:
UNO: Nudo
El principal nudo de esta problemática es que los casos Penta, SQM y Caval siguen chocando entre sí. Si bien la naturaleza, derivadas legales y normativas son de distinto tenor, el efecto expansivo de las ondas deriva en una percepción ciudadanía extremadamente crítica. Y lo más complejo, se ven como parte de una misma constelación, en donde el riesgo que se corre es caer en un agujero negro. Sin retorno.
Por otra parte, sí podemos albergar dos certezas ante este escenario: por una parte, la poca esperanza de aliviar los temores y desconfianza desde las instituciones (en el corto plazo); y por otro lado, que nos aguarda más incertidumbre en el nuevo ciclo.
DOS: Deber ser
Pero no nos demoremos mucho en señalar que, las pautas de conducta que exige la ciudadanía van en la dirección del “deber ser” o a conductas “esperadas” de un conjunto de promesas democráticas.
O en otro lenguaje, lo que experimentan o sienten los sujetos en relación a los que toman decisiones, es el vértigo y mareo que los aleja a una velocidad sideral del quehacer político. Así un camino alternativo posible es, más trasparencia y flexibilidad en los asuntos públicos y privados.
TRES: Gravedad
Un factor gravitante es que el poder de liquidez del nuevo ciclo se ha movido de un centro de gravedad-sistema a múltiples centros de gravedad-societal, esto es, un tránsito de la política institucional a las políticas de vida, a la cotidianeidad de millones de ciudadanos de a pie, que miran, leen y sacan sus propias conclusiones.
Por ejemplo, por poco confiable que sean las nuevas iniciativas en curso (consejo asesor presidencial) estás siguen siendo parte del escenario, más global, de sello académico y fuera del alcance de las autoridades políticas.
Un espacio propositivo que puede encender los focos en un camino con mucha niebla y curvas.
CUATRO: Nuevas Batallas
Para cerrar este pequeño círculo -en el campo hipotético- algunos hábitos socializados para enfrentar la vida han perdido cierto uso práctico y que pueden alterar el sentido de las promesas democráticas.
De ser así, este planteamiento puede ser una señal encubierta e incompleta de la batalla ciudadana por una mayor igualdad en un campo más subjetivo, casi cotidiano.
Finalmente, el alma de la política es como el viento, nadie sabe donde soplará mañana.
Comentarios
13 de marzo
es bueno que en esta etapa la comisión presidencial para los asuntos de política y dinero, sesione sin los partidos políticos y parlamento (incumbentes)
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13 de marzo
En esta período la desconfianza en las instituciones políticas caló muy hondo en la ciudadanía.
La tarea de un nuevo trato entre políticas y ciudadanos, sera muy muy difícil.
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