En la práctica, gobernar implica tomar decisiones complejas y pocas veces se tiene el contrafactual para saber si fueron o no las acertadas. Ello es particularmente cierto en el caso del combate de la pandemia
“Todos los ejercicios epidemiológicos, las fórmulas de proyección con las que yo me seduje en enero, se han derrumbado como castillo de naipes”. A confesión de partes, relevo de pruebas. El problema es que si somos honestos con nosotros mismos e hiciéramos el ejercicio teórico de imaginar exactamente las mismas decisiones y argumentos dados por Mañalich, puestos en boca de un Ministro de Salud de un gobierno del otro color político, sabríamos que muchos de quienes las criticaron con ahínco, en ese caso imaginario las apoyarían, y al revés, quienes las defendían provenientes de Mañalich Ministro de Piñera, las criticarían despiadadamente al ser sostenidas por quien verían como enemigo político.
El filósofo escocés David Hume, hace casi tres siglos, sostuvo que la razón es esclava de las pasiones. Así, dado que un adversario nos despierta antipatía, se nos hace difícil no transmitir esa animadversión a todo lo que haga: “…los sentimientos de interés y morales son susceptibles de ser confundidos y […] rara vez acontece que no imaginemos un enemigo como vicioso y podamos distinguir entre su oposición a nuestros intereses y su villanía o bajeza real; pero esto no impide que los sentimientos sean en sí mismos diferentes, y un hombre de temperamento y juicio puede librarse por él mismo de estas ilusiones. De igual manera, aunque una voz musical no es más que aquella que produce un género particular de placer, es difícil, sin embargo, para un hombre notar que la voz de un enemigo es agradable o conceder que es musical; pero una persona de un oído fino y que tiene dominio sobre sí misma puede separar estos sentimientos y alabar lo que lo merece.” (Tratado sobre la Naturaleza Humana, 1739-40).
Pues bien, está claro que pocos poseen esa templanza para emitir juicios ecuánimes. El problema y la paradoja es que aun cuando las críticas digan fundarse en la búsqueda del bien común, la generosidad y la imparcialidad son virtudes tanto o más valiosas para conseguirlo, que las particularidades que pretenden denunciarse por dichos juicios tan categóricos. En la práctica, gobernar implica tomar decisiones complejas y pocas veces se tiene el contrafactual para saber si fueron o no las acertadas. Ello es particularmente cierto en el caso del combate de la pandemia. No quiere esto decir que Mañalich no sea presumido y suficiente. Por algo es tan cercano al Presidente y basta recordar que su momento de mayor exitismo coincide con la infame foto de Piñera posando henchido de grotesca soberbia frente a la estatua de Baquedano emblanquecida de todo rastro del Estallido Social que tuvo a su gobierno entre las cuerdas. Pero tal como en el ejemplo de Hume, reconocer esto no debiera evitarnos ser capaces de entender lo complejo que es luchar contra el virus, y justamente, si queremos no caer en la misma bajeza que criticamos, debiéramos siempre esforzarnos por sacarnos la viga del ojo propio para así poder ver con mayor claridad para intentar construir una mejor sociedad.
Comentarios
16 de junio
Si ya la «oposición» salvo a Chadwick, Piñera,Espina,Larraín,Rubilar, Guevara,Rozas,Blumel,Espinoza,Martinez, lo más probable es que ahora con Mañalich pasará lo mismo por desgracia. Estos que nombro son parte de los asesinos que deben ser encarcelados.
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16 de junio
Estimada Bessy, gobernar en esta contemporaneidad debe ser lo más difícil que alguien puede hacer, finalmente quien lo asume, se destruye. Las personas tienen fortalezas y debilidades, conocimientos y desconocimientos, luces y sombras, y con ello se enfrenta a sociedades que articuladas en redes dan rienda suelta a sus pasiones, es una olla de grillo. El mundo que nos ha tocado vivir es contradictorio, nihilista, mentiroso, hinchado de orgullo, y con tendencia al suicidio producto del avance del vacío existencial que se expande peor que cualquier pandemia. Todos somos doctos en soluciones y en cuanta materia hay, esta wikipedia, todos somos delicado de piel, copitos de nieve, y todos hemos alcanzado la extraña sensación que el otro nos esta quitando lo que nos pertenece. Nadie cae en la cuenta que en esencia somos monos desnudos que nos necesitamos unos a otros.
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16 de junio
Mis disculpas, debería empezar mi comentario a este interesante artículo con «Estimado ALFONSO «, leí mal arriba, en «relacionados».
16 de junio
Gratamente sorprendido de encontrarme con una opinión mesurada en este medio. Felicitaciones.
En mi opinión personal, Mañalich optó por una estrategia que, lamentablemente, no funcionó. Si hubiera funcionado, sería el próximo presidente. Pero es respetable el intento, respecto de una enfermedad novedosa por lo menos. Si bien estoy de acuerdo con su salida, no veo ninguna base jurídica para una eventual acusación constitucional que los termocefamos andan promoviendo.
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