¿Dónde está el Estado? ¿por qué una empresa privada que no tiene ninguna función social viene a entregar estos dineros? ¿por qué los vecinos de una comuna rica, pero que no ha sido bien administrada debe poner sus sueños y esperanzas de emprendimiento en los privados?
El próximo gobierno y los que vendrán tienen una tarea importante para cumplir efectivamente la función, tan olvidada en el último tiempo, del Estado para con sus ciudadanos. En la sociedad que se ha construido en estos años, el Estado ha estado ausente y pareciera que a nuestros políticos les acomoda la situación.
Estos días la comuna de La Higuera nuevamente está en la palestra por temas ambientales y esta vez no es por la instalación de alguna termoeléctrica, sino por la casi segura ejecución del proyecto minero Dominga, de la empresa Andes Iron, cuyo inversionista principal es Carlos Alberto Délano (Grupo Penta, Banmédica, entre otros).
La Higuera es una comuna esencialmente rural con 4.000 habitantes según el último cuestionado Censo, con una superficie de 4.200 km2 que la convierte en la tercera comuna de mayor extensión en la región de Coquimbo. El nivel educacional es bajo, lo que redunda en el nivel de ingreso de las familias, la conectividad es mínima y el acceso a la información es paupérrimo.
Previo a la autorización e instalación de Dominga, la empresa ha comenzado un “trabajo social” de lujo, ofreciendo becas y financiamiento de proyectos productivos para las familias. Esto podría ser una estrategia para limpiar la imagen de la empresa antes que comiencen la operación del proyecto, de manera de mantener acallados a los vecinos. Sin embargo, sea ese el motivo u otro de efectiva responsabilidad social empresarial, los vecinos están esperanzados en ello. El día en que finalizaba la entrega de antecedentes para postular a esas becas y fondos, se vio desfilar hacia el lugar de recepción de los documentos a dueñas de casas principalmente, llevando las ideas que buscaban desarrollar.
¿Dónde está el Estado? ¿por qué una empresa privada que no tiene ninguna función social viene a entregar estos dineros? ¿por qué los vecinos de una comuna rica, pero que no ha sido bien administrada debe poner sus sueños y esperanzas de emprendimiento en los privados? Esta situación se puede ejemplificar con el caso de La Higuera, pero sucede en varias comunas a lo largo de Chile.
Interesante resulta también conocer cuál es la opinión de los alcaldes de las comunas olvidadas por el Estado donde proyectos con gran capital económico se quieren instalar. ¿Apoyan o defienden a las empresas? Aquí algunos entran en una disyuntiva: por un lado se preocupan del cuidado del medio ambiente de su comuna (excepto en el caso de La Higuera donde el alcalde UDI se convirtió en el vocero y representante de las empresas), y por el otro buscan que más recursos beneficien a sus vecinos, debiendo desentenderse de las implicancias que se puedan producir.
Cuando el Estado recula, las empresas no pierden oportunidad y buscan ganarse a los vecinos como sea para que no se opongan y defiendan “el desarrollo para la comuna que significará la instalación del proyecto”. Luego, cuando los daños comienzan a aparecer y hacerse notorios, quienes defendían los proyectos exigen al Estado solución y mano dura para acabar con el problema. Y en esto el Estado es responsable por su omisión al dejar que los privados cumplan el rol social que le corresponde.
La gente con más educación, más información, más cultura tiene un pensamiento crítico, por lo que es más difícil engañar con prebendas disfrazadas de ayuda social. Gran tarea para nuestras futuras autoridades educar a la población y principalmente cumplir la función que el Estado ha dejado de lado.
Comentarios
23 de enero
Me parece excelente este artículo, hay muchos que se omnubilan con estar junto a las grandes empresas: autoridades, profesionales, vecinos, dirigentes, sin darse cuenta que están hipotecando los poblados, ciudades, regiones. Creo que la RSE es mucho más que entregar «cosas», pasa primero por ser responsables y hacerse cargo de las externalidades de sus proyectos, sean de la índole que sea, en especial las medioambientales. En esos temas las instancias gubernamentales en que se toman las decisiones (regionales y locales) han estado al debe, escaso compromiso con su región, ciudad, comuna o poblado.
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