La postura de muchos mandatarios internacionales, incluido nuestro Presidente Piñera es la mirada humanitaria correcta
Hoy la extrema izquierda chilena ha demostrado ser una horda de tergiversadores de la realidad que interesados en sostener un discurso añejo, demuestran una nula incapacidad para salir de su zona de confort, mientras el pueblo venezolano clama por un cambio en su nación, el supuesto recambio generación del frente amplio nos retrotrae hacia un discurso de la guerra fría.
Venezuela está cautiva de la ambición de poder de Nicolas Maduro, quien tiene al país más rico de Sudamérica, hundido en una debacle económica. Quienes buscan comparar al gobierno chileno de Salvador Allende con Venezuela comenten una insolencia mayúscula, todo a fin de tratar de convencer a las masas de que el ideario socialista siempre se ve afectado por el imperialismo y no por la propia ineptitud de quienes lo defienden.
Es más, el Presidente de la Asamblea Venezolana es de izquierda, por lo que no estamos hablando de un giro yankee, al mismo tiempo se propone un proceso eleccionario transparente y competitivo en 30 días, otorgando al pueblo venezolano la capacidad de elegir su rumbo.
Pero la extrema izquierda sabe muy bien lo que puede pasar si cambia el mando, una simple auditoría a los fondos nacionales podría demostrar que Nicolas Maduro engordó su arcas personales mientras sus compatriotas mueren de hambre, se podría también transparentar el envío de fondos al extranjero y lo que es peor, podrían develarse antecedentes de graves violaciones a los derechos humanos y eso, eso si que duele.
La postura de muchos mandatarios internacionales, incluido nuestro Presidente Piñera es la mirada humanitaria correcta, esto no es intervención política o espíritu golpista, esto es simple y llanamente sentido común, uno que se desarrolla escuchando a quienes han tenido que abandonarlo todo y emigrar a otro país a esperar que un cambio les permita volver.
Puedo comprender el discurso de la Diputada Carmen Hertz, como psicólogo tengo claro que los horrores que vivió en su pasado le impiden ver claramente el presente, lo que me parece aborrecible es que quienes nacieron en democracia y que se autodenominan recambio, repitan un discurso aprendido y carente de empatía con ciudadanos venezolanos que pueden explicarles descarnadamente lo que hoy sucede en su país, eso me supera, la estupidez y la ceguera cognitiva son por lejos algo que me enerva.
Pero no espero que el Frente Amplio cambie su mirada, enraizarse en su discurso es la lógica más simple de mostrarse congruentes, independiente de que eso sea tozudez, no, lo que espero es que cambie el gobierno venezolano, ojalá a uno de centro derecha y en poco tiempo tenga que comerse sus palabras, tragarse su orgullo y avergonzarse de haber defendido a un tipo tan corrupto en lo económico como Cristina Fernández Kirchner y tan violador de los derechos humanos como Augusto Pinochet, y ese es el mejor escarmiento que podrán recibir, políticamente hablando (en lo electoral, siguen encandilando a los mismos idealistas irresponsables de siempre).
Fuerza Venezuela y Fuera Maduro.
Comentarios
26 de enero
Estimado, así es, probablemente el problema de fondo es la falta de empatía, nos recuerda el poema de Niemöller, a esos grupos nacionales que señala, no les interesa el pueblo venezolano. Pero pienso que hay algo más, y es la tendencia a la adulación al totalitarismo que nos conviene, o al menos a aquel que representa nuestras utopías más bizarras, es algo humano, hay algo en nosotros que sueña con estar en un contexto, en un estado de cosas en que se puede hacer todo lo que se quiera hacer sin oposición, sin un lado contrario, después de todo, ser democráta convencido es tener algo de autoflagelante.
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