En medio del ajetreo de la contingencia donde el debate del Apruebo v/s el Rechazo se toman no solamente las noticias, sino que también los matinales de televisión y cuanto espacio de conversación posible. Hemos dejado de lado que el actual proceso constituyente tiene diversas etapas, el más conocido es el plebiscito de este 26 de abril, donde las fuerzas democráticas que represente una u otra opción medirán quién convocó más voluntades, pero además habrá un voto que nos indique que en caso que se elija una nueva Constitución deberemos decidir como construiremos las nuevas reglas del juego y las opciones son la Convención Constitucional y la Convención Mixta Constitucional.
Pareciera que lo popular, lo políticamente correcto sería tomar partido por la primera opción y admito que en lo personal me vi tentado también en hacerlo. Pero una amiga, que es una distinguida periodista, me dijo hace un par de días que en este proceso la gran pregunta que nos debemos hacer es qué Chile queremos dejarles a las nuevas generaciones y le encontré toda la razón. Tener reglas del juego claras y que permitan a todos participar es demasiado importante para dejarse convencer por las olas populistas.La opción de la Convención Mixta permite que ciudadanos y parlamentarios se integren en un solo cuerpo colegiado y participen de igual a igual
La opción de la Convención Mixta permite que ciudadanos y parlamentarios se integren en un solo cuerpo colegiado y participen de igual a igual, será una oportunidad donde la experiencia legislativa con la ciudadana pueda trabajar en sintonía. Chile tiene una gran historia parlamentaria, en general hemos tenido grandes parlamentarios tanto en el pasado como en la actualidad, que trabajan conscientemente pero que no siempre son destacados en los medios por no generar cuñas o titulares y queramos o no por más desprestigiado que estén nuestros Diputados y Senadores se ganaron en la última elección su escaño y sin la mancha oscura del sistema binominal, por ende no es necesario quitarles el poder constituyente, podemos hacer que se comparta en igualdad de condiciones con las personas que no ostentan cargo alguno.
Toda Constitución en su génesis, necesita la visión y opinión de expertos, expertos tanto académicos, profesionales y los conocimientos que años en la Cámara de Diputados o en el Senado otorgan.
En conclusión, admito que inicialmente estaba por la Convención Constitucional, pero en el caso de que tengamos que escribir las reglas de nuestro país para al menos los próximos 50 años, quiero reglas claras y bien escritas donde respetemos la institucionalidad de nuestras autoridades y le demos espacios a la ciudadanía.
Comentarios
16 de marzo
Nómbrame un político que tenga la virtud de escuchar antes de dar su opinión.
Nómbrame un político que escuche a la ciudadanía, antes de escuchar a su partido.
Nómbrame un político que no dependa de sus asesores.
Nómbrame un político que sea capaz de manejar la duplicidad de funciones que demandaría ejercer las funciones de su cargo y luego participar de una asamblea constitucionalista.
Es fácil mostrar altura de miras, sin transparentar nada… ¿Eres Militante de algún partido? ¿Apruebas o Rechazas la Nueva Constitución? partamos por ahí.
Y en caso de votar por expertos… prefiero aquellos que son expertos y no quienes solo son experimentados en política
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26 de marzo
Primero te saludo.
Me atreví a dejarte el comentario porque comparto todo lo escrito por vuestra persona, sin embargo quiero agregar además, que los años de experiencia en la cámara no son boleta de garantía de nada, mas bien pienso que es precisamente ahí, donde está el mal de los parlamentarios, es especificamente ahi donde llegan los grandes lobbistas a comprar ideologías, pensamientos, valores, principios etc.
Saludos…
16 de marzo
La Convención Mixta es la peor opción y la razón es bien simple, no le impone inhabilidades a los parlamentarios que quieran participar y de paso, reciben un ingreso adicional. Lo otro, debilita al parlamento al dejarlo con 86 parlamentarios menos para legislar.
Otro beneficio que reciben, es la posibilidad de utilizar su labor para una campaña de reelección.
Lo ideal y más transparente es la Convención Constitucional, donde los parlamentarios que quieran participar, deben renunciar primero a su cargo y así dedicar el 100% de su tiempo a tan noble tarea.
Saludos
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