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Asoma la verdadera derecha

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Ena Von Baer no podía quedar ajena a esta lluvia de declaraciones e hizo un incendiario llamado a «todos los valientes» a unirse contra la violencia; una arenga sumamente irresponsable que puede – y con toda razón – considerarse como una incitación a un enfrentamiento armado.Todo esto se suma a la nefasta actitud que ha tenido, en general, la coalición gobernante al exigir cada vez más violencia y medidas represivas para resolver un conflicto que, según nos relata nuestra historia, jamás ha encontrado solución por esta vía.

La crisis en la región de La Araucanía ha sacado lo peor del actual gobierno. Más allá de la evidente inoperancia en términos de inteligencia para resolver el histórico conflicto, sorprende ver cómo varios personeros de gobierno han salido a apoyar y justificar conductas violentas por parte de latifundistas o simpatizantes.

Iniciaron los fuegos Matthei y Chadwick al avalar la paralización de los camioneros en la carretera, hecho que nos hizo retroceder 40 años y revivir esa grosera relación entre ciertos gremios y grupos de poder para desestabilizar a todo un país a cambio de, como diría Patricio Manns, simples migajas.

Luego siguió el ministro Mayol, quien defendió el porte de armas de los agricultores argumentando que «es normal que cualquier ser humano quiera defenderse con lo que tenga a mano». Tal vez el ministro olvidó que, al momento de “firmar” el Contrato Social, las personas aceptamos entregar el monopolio del ejercicio de la fuerza al Estado para nuestra protección, no para que éste se lo endosara a subgrupos. Sería interesante que Mayol se tomara un minuto para releer a Rousseau.

Ena Von Baer no podía quedar ajena a esta lluvia de declaraciones e hizo un incendiario llamado a «todos los valientes» a unirse contra la violencia; una arenga sumamente irresponsable que puede – y con toda razón – considerarse como una incitación a un enfrentamiento armado.

Todo esto se suma a la nefasta actitud que ha tenido, en general, la coalición gobernante al exigir cada vez más violencia y medidas represivas para resolver un conflicto que, según nos relata nuestra historia, jamás ha encontrado solución por esta vía.

Desde la creación de la Provincia de Arauco, en 1852, el Estado de Chile ha llevado un infructuoso y sangriento proceso de inclusión por la fuerza y hoy, 160 años más tarde, vemos que aquel simbólico territorio está totalmente militarizado y, además, cercado por una ideología incapaz de comprender que existe una nación, previa a la formación del Estado, que clama por reivindicaciones, respeto y aceptación. Así lo expresó en una emotiva carta la Lonko Juana Calfunao, en la que además rechaza lo acontecido a la familia Luchsinger con estas palabras: “somos los primeros en repudiar la violencia, ya que hemos vivido este trato inhumano por casi 130 años”.

Con todo, es preciso recordar que los gobiernos de la Concertación también fueron muy cruentos con la nación mapuche, lo que demuestra que esta “ideología de la represión” es un fenómeno inherente al Estado de Chile, pero hoy comprobamos que esto se intensifica notablemente si  aquellos que lideran al país son simpatizantes, o han participado directamente, de una dictadura; Y eso se palpa en cada declaración violenta.

Inmerso el país en situaciones críticas, la ultraderecha emerge de las tinieblas demostrando, no sólo que la “nueva forma de gobernar” no fue más que un falso eslogan publicitario, sino que manifiesta un vertiginoso vacío intelectual y una especie de adicción sádica al enfrentamiento entre el Estado y el pueblo. Vale la pena tener en cuenta este “fenómeno”, especialmente en año de elecciones, ya que entre las sonrisas y las promesas de renovación se encuentra oculta una ideología autoritaria que no le hace bien a Chile.

 

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Comentarios

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09 de enero

UNA SITUACION PROVOCADA A PROPOSITO PARA GANAR VOTOS Y ADEHSION DE LOS SECTORES MAS DUROS DE LA DERECHA PINOCHETISTA .LA MAS PURO ESTILO SIONISTA EN ISRAEL.

ismael

10 de enero

Interesante la comparación que haces entre mapuches y palestinos. Aunque no las comparto todas, las típicas características comunes serian algo así como:
Flojos, Borrachos, Sin cultura, Sin instituciones, Sin universidades, Sin banco central
Incendiarios, Violentos, Analfabetos, y ahora Terroristas,

Ismael

Cesar Alvarez

09 de enero

Muy buen relato de lo acontecido en el conflicto de la araucania y sus politicos inoperantes, ya sea los de turno o los que pasaron (Concertación), pero esto yo creo que a los ojos de cualquier chileno inteligente ya esta mas que sabido, no nos desgastemos con seguir revolviendo el pasado porque no aportamos nada, solo envenenamos la conciencia y seguimos creando mas dolor y odio……..el llamado es ojala a votar en las proximas elecciones por gente nueva en politica mas jovenes y no los mismos artistas que hemos visto los últimos 30 años si es que no es más…….pero ojala jovenes sin tendencias politicas muy marcadas porque a la larga caeran en lo mismo de los dinosaurios que hoy hay en politica….

Matakuta88

09 de enero

Ayer vi por tv un reportaje acerca de como la nación maorí se ha integrado exitosamente a la sociedad neozelandeza y todo conservando su cultura. Ese es un buen ejemplo para nuestro país, pero claro acá hay mas bajezas que grandezas como para poder soñar con algo similar.

Manuel Alejandro

09 de enero

Sorprende como tanto político q vive ostentando sus títulos, salga jugando con declaraciones pla ara la galera. Luego reclaman porque la gente se abstiene de ir a votar. Saludos, Álvaro. Buen artículo

10 de enero

Estamos igual que el perro que quiere pillarse la cola, para crear reales cambios apoyo la mocion de la cuarta urna por una asamblea constituyente, es dificil sacar a los apernados de siempre con el sistema binominal que nos rige,seguir aguantando a los politicos hablando barbaridades, o que ellos piensen que aun somos inconcientes de sus fechorias, es realmente violencia sicologica, al pueblo mapuche le quitaron sus tierras a mis padres los estafo una constructora coludidos con los bancos y con los inoperantes notarios,todos avalados por la ley y por los vacios legales. No solo las etnias minoritarias estan siendo violentadas tambien los chilenos con estas leyes de capitalismos o neocaptalismos.

10 de enero

Excelente artículo, especialmente el párrafo final «vertiginoso vacío intelectual y una especie de adicción sádica al enfrentamiento entre el Estado y el pueblo». La derecha parece no tener más elementos de reflexión que sus propios intereses… vergonzoso.

Loreto Aranda

10 de enero

Excelente comentario, para que vean siempre son los mismos

prementeria

10 de enero

En 20 años la Concertación no movió ni una coma, de la «ideología de la represión» en la Araucanía. Si a ese sector le queda algo de dignidad, deberían quedarse callados con este tema.

10 de enero

Hemos desaprobado un comentario en esta conversación porque incumplía nuestras reglas de comunidad, usando un lenguaje ofensivo. Invitamos a revisar y respetar las reglas de elquintopoder:

Reglas de la Comunidad

11 de enero

Primera pregunta ¿Cuándo y dónde firmamos el contrato social?
No olvidemos que si el Estado es ineficiente en darnos protección, el uso de la fuerza retorna a cada sujeto para hacer ejercicio de éste en defensa de la propia vida.
Segunda pregunta ¿No sigue la actual administración, el camino trazado por los gobiernos anteriores, en cuanto a militarizar la zona, no respetar acuerdos con los líderes indígenas y aplicar leyes dictadas en dictadura? ¿Cuántos mapuches fueron asesinados durante las administraciones anteriores? Recordemos Ralco, por favor.
Última pregunta, tomando en cuenta las anteriores ¿De cuáles de todas las sonrisas desconfiamos?

Saludos y paz

11 de enero

Primera pregunta: El contrato social se firma y acepta en el momento en que aceptamos vivir en Sociedad. Nos sometemos voluntariamente al marco legal y normativo y renunciamos al ejercicio de la fuerza a cambio de que el Estado nos proteja. El hecho que el Estado sea ineficiente en esta tarea no implica, creo, que el uso de la fuerza deba retornar a los individuos. Armar a las personas porque «el Estado falló» genera una sensación caótica que se traduce en lo que vemos hoy, por ejemplo, en Estados Unidos.
Segunda pregunta: Como mencioné en la columna, lo de Chile es una ideología estatal de la represión. No es monopolio de la derecha, pero debemos reconocer que esto se ha intensificado en el actual gobierno. Y esto no se ve sólo en los allanamientos ilegales o militarización en tiempo récord de la Araucanía, recordemos que el oficialismo ha sido particularmente violento (Algo que ha sido constatado por organismos internacionales) en la represión de movimientos sociales, como lo ocurrido en Aysén y las manifestaciones estudiantiles. La derecha tiene un ADN autoritario y violento, pero eso no quiere decir que la Concertación lo haya hecho mejor.
Tercera pregunta: Golborne y Allamand. Y, para ser justos, en la vereda del frente también hay una sonrisa aparentemente invencible de la que tenemos que desconfiar bastante.

11 de enero

Primero: partes del supuesto contractualista de que sin Estado vivimos en estado de guerra, lo que me parece errado. Nadie ha decidido vivir en sociedad o renunciar a la fuerza. La sociedad surge mucho antes que el Estado, producto de la libre interacción entre las personas y la aceptación de ciertas convenciones que permiten la convivencia. El Leviatán sólo reconoce esas convenciones y las intenta hacer respetar de manera organizada. Pero no surgen de manos del Estado.

Confundes el defender el derecho a legítima defensa con plantear que el uso de la fuerza retorne a los individuos, lo que sería disolver de manera permanente el monopolio de la fuerza. Si alguien invade tu casa, tienes todo el derecho a usar la fuerza y reprimir al invasor, y usar un arma si es necesario. En Estados Unidos, el problema es el acceso a armas de asalto no el derecho a la legítima defensa.

De hecho, la Alemania nazi estableció un control de armas férreo que finalmente impidió que miles de ciudadanos se pudieran defender de quienes monopolizaban las armas a nombre del Estado, las SS.

Segundo: La ideología estatal es de represión. El Estado es un agente coactivo, no sólo en Chile, en todo el mundo.

Reitero mi pregunta ¿Cuántos mapuches fueron asesinados durante las administraciones anteriores y cuántos ahora?

La Araucanía está militarizada hace años. No es algo reciente.

En cuanto a hablar de ADN, me parece que tanto la izquierda como la derecha tienen sustratos fascistas peligrosos entre sus filas. No olvidemos que ambos sectores han justificado la coacción y el uso de la fuerza para imponer sus propósitos en algún momento dado.

Tercero: La sonrisa de Bachelet se parece bastante a la de Golborne.

Saludos y paz

11 de enero

Primero: Dices que nadie ha decidido vivir en sociedad o renunciar a la fuerza, pero señalas que la sociedad es anterior al Estado y producto de la “libre interacción”. Concluyo, entonces, que sí hemos decidido vivir en sociedad y bajo ciertas normas. Ahora, no parto del supuesto de “sin Estado hay guerra”, de hecho creo que el Estado es un aparato represor por definición, no lo entiendo como una especie de instrumento todopoderoso que nos salva de la barbarie, pero, situados en el contexto actual, es el Leviatán el encargado de aplicar la violencia, no con fines vengativos, sino educativos.

Sobre el derecho a la legítima defensa, tienes razón. Lo que yo no comparto, y es lo que parece estar ocurriendo en ciertos sectores de La Araucanía, es el hecho que los agricultores se armen y formen una agrupación armada paraestatal. Creo en la legítima defensa, no así en terratenientes disparando contra vehículos sospechosos. Y ejemplifiqué con EEUU porque la delgada línea entre la autodefensa y el descontrol es muy delgada.

Segundo: Fueron muchos los mapuche asesinados durante las pasadas administraciones, pero no quiero caer en el juego de empatar muertes. Sobre La Araucanía militarizada durante años, reitero que siempre el Estado chileno ha actuado en forme violenta, pero, según mi opinión, hoy esto se intensifica notablemente, tanto en los hechos y en el discurso del Gobierno.

Sobre el ADN autoritario, me refería al de la derecha actual. Participó en una dictadura reciente y tiene una visión bastante más violenta del Estado.

Tercero: Coincido en la similitud de las sonrisas. Una aplicó la Ley Antiterrirosta y el otro pidió balas de verdad en La Araucanía.

armando.hernandezalbarran.9

12 de enero

Este drama tiene mas de 160 años, hay tratados Huinca – Mapuches que no se han cumplido nunca.
Por otra parte la solución definitiva no viene, dando algunos dulcecitos y collares de colores, los tiempos son otros y estamos frente a comunidades que tiene un mayor nivel cultural (salvo los cabezas calientes) y la mayoría está por modernizarse sin perder sus tradiciones. Por lo tanto esto se resuelve con un plan integral de desarrollo indígena a cualquier costo, porque se lo merecen.
más gasta actualmente el estado en marketing y publicidad perversa que lo que costaría solucionar de una vez por todas este estado de cosas.

También hay que reconocer derechamente que dentro de las comunidades hay dirigentes con cierta tendencia a aprovecharse de la situación en beneficio propio, perjudicando al conjunto todo que desea mejorar sus condiciones de vida. Esto también debe ser considerado.
También la contraparte es decir el estado y los interesado anexos deben entender que si se va hacer algo positivo, estos parte tiene que ver con respetar los acuerdos alcanzados ye iniciar el programa a la brevedad, esto no resiste el viejo truco de alargar los compromisos para ver si la otra parte se canse y renuncie
Creo que debemos aportar a la solución y no seguir cacareando como hasta ahora.

Si no hay solución acordada sigamos luchando.

servallas

12 de enero

Sólo tienes ojos para ver las prácticas de la ultraderecha, lo que es un avance, ahora con un poco de práctica sería interesante ver con tus ojos como opera la ultraizquierda. La zona mapuche se esta convirtiéndose en otro campo de batallas de esas ideologías, ideologías de muerte. Otro antecedentes, los mapuches verdaderos son reflexivos, tolerantes, lentos en los juicios, buenas personas, los mestizos que se hacen pasar por ellos, no.

12 de enero

Sergio, coincido contigo en lo último, no así en lo primero. Atribuir a «ideologías de extrema izquierda» lo que sucede en La Araucanía es una mera suposición. Además, creo que es evidente que el rechazo a la violencia es, y debe ser, transversal, y no vale la pena intentar empatar situaciones.
Ahora, respecto de poner el foco en la ultraderecha, creo que es natural hacerlo cuando ésta se encuentra en el poder, ya que, según mi opinión, es una ideología con un ADN autoritario que no le hace bien a Chile.
Un saludo y agradezco el comentario!

14 de enero

Álvaro, confundes cosas. Una cosa es hablar de la sociedad como producto de las diversas y no planificadas interacciones que van conformando convenciones, y otra muy distinta es decir que todos hemos decidido vivir en sociedad haciendo un contrato.

Nadie ha decidido vivir en sociedad, todos hemos nacido en medio de ciertas convenciones y limitaciones formales e informales que permiten o guían la convivencia humana. Pero eso es producto más del proceso de interacción no planificado, y no producto de una supuesta firma de contrato.

Me llama la atención tu frase: “es el Leviatán el encargado de aplicar la violencia, no con fines vengativos, sino educativos”. ¿Quién o qué define esos fines? ¿Cuáles serían esos fines?

14 de enero

Tal vez no he sido claro. Con la «firma» me refiero a la aceptación consciente de las condiciones del hipotético contrato para vivir al interior de determinados parámetros. Evidentemente nadie podría decidir si ingresa, o no, a la vida en sociedad, pero, estando ya inmersos en ella, podemos aceptar las imposiciones o bien empujar los límites y exigir modificaciones (la esclavitud o los derechos de la mujer, por ejemplo, son cosas que fueron costumbre hasta que algunos mostraron que era razonable modificarlas).

Sobre los fines educativos del ejercicio de la violencia me refiero a que el Estado no sólo busca castigar a quienes vulneran el marco legal-normativo, sino que estandariza los castigos con la finalidad de establecer qué actitudes son correctas y cuáles no. En ese sentido, el Estado busca educar y castigar. Nos dice «Una persona te robó y robar está mal, por lo tanto tú no le pagarás con la misma moneda y yo estableceré un castigo lo más proporcional posible a ese robo».

Distintas sociedades tienen distintos fines educativos. Por ejemplo, en países musulmanes en los que determinadas normas están basadas en la ley del talión, el foco está claramente puesto en la búsqueda de proporcionalidad y eso es considerado un valor social importante. En nuestra sociedad, en cambio, la búsqueda de proporcionalidad muchas veces pasa a segundo plano.

Carlos Andrés Bidegain

14 de enero

Aunque comparto gran parte de lo que dices debo insistir en algunos puntos «el fin no justifica los medios», sólo bajo esa premisa las reivindicaciones Mapuches serán escuchadas.
Aunque en nuestro país el derecho a la legítima defensa no es constitucional, podemos pensar que lo es siempre que se persiga un fin noble.
La nefasta actitud de la coalición gobernante es la misma que han tenido los últimos cuatro gobiernos, los ataques llevan años y las leyes están estancadas hace lo mismo.
Ideología autoritaria, es la misma que han demostrado todos los gobiernos, como te dije las reivindicaciones Mapuches deben existir pero en un ambiente de respeto, diálogo y para esto por supuesto… debemos ser valientes!!!!

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