Con el fin de promover el desarrollo social, hay veces que el Estado opta por entregar dineros frescos para que la ciudadanía misma lleve a cabo sus proyectos. Sólo por dar ejemplos, a nivel regional encontramos el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR, en donde se entregan recursos para que la sociedad civil ejecute proyectos en temas de Cultura, Deportes y Seguridad Ciudadana), y a nivel local también existe la entrega de dineros para la ejecución de proyectos por parte de la Sociedad Civil. La forma más conocida es a través de los Fondos de Desarrollo Vecinal (FONDEVE).
Al respecto, el Artículo Nº43 de la Ley Orgánica de Juntas de Vecinos y demás organizaciones comunitarias indica: “Créase, en cada municipalidad, un Fondo de Desarrollo Vecinal, que tendrá por objeto apoyar proyectos específicos de desarrollo comunitario presentados por las juntas de vecinos”.Los FONDEVE están siendo utilizados bajo una lógica clientelar, sin mayor seguimiento de los recursos entregados y sin un monitoreo de su real aporte al desarrollo Local.
Según el mismo artículo, este fondo será administrado “por la respectiva municipalidad”, y estará compuesto por “aportes municipales, de los propios vecinos o beneficiarios y por los contemplados anualmente con cargo al Presupuesto General de Entradas y Gastos de la Nación. Estos últimos se distribuirán entre las municipalidades en la misma proporción en que ellas participan en el Fondo Común Municipal”
El mismo artículo 43 agrega que el reglamento para postular y para operar los FONDEVE, se establecen por cada Concejo Municipal, no existiendo mayor especificación en la ley a este respecto.
En el caso particular del FONDEVE (Fondo de Desarrollo Vecinal), el cual es un fondo concursable usado para apoyar a organizaciones sociales, genera que muchos Concejos Municipales utilicen este fondo con un criterio clientelar, ya que los concejales pueden influir en la decisión respecto a la organización a financiar, con recursos municipales para la ejecución de actividades y proyectos de equipamiento o infraestructura comunitaria.
Con el tiempo se han ido fortaleciendo relaciones asistencialistas y clientelares entre las juntas de vecinos, los concejales y alcaldes, y en algunas oportunidades con los equipos técnicos municipales encargados de acompañar el proceso de postulación (en este último caso se dan relaciones de asistencialismo y no clientelismo). Lo anterior hace cada vez más difícil la implementación de mecanismos que busquen romper estas relaciones en los espacios locales.
Los FONDEVE están siendo utilizados bajo una lógica clientelar, sin mayor seguimiento de los recursos entregados y sin un monitoreo de su real aporte al desarrollo Local. Frente a esto hay responsabilidad compartida entre el Concejo Municipal y las juntas de vecinos. Ambas partes han aceptado de manera consciente participar de esta relación clientelar. Los concejales influyen para favorecer algunos proyectos, asegurando mantener una buena relación con determinadas juntas de vecinos, y éstas presionan por recursos utilizando como medida de cambio su apoyo en votos para las próximas elecciones. Un círculo vicioso.
Ideas para intentar neutralizar esto, siempre surgen:
- Realizar postulaciones de proyectos ciegos.
- Externalizar la decisión a un equipo de carácter académico sin intereses electorales en el territorio, o sea, que sea independiente de la contingencia político electoral local.
- No permitir que una misma junta de vecinos obtenga un FONDEVE por más de dos años consecutivos.
- Definir una cantidad de dinero, o bien fijar un límite máximo de proyectos FONDEVE según cada microterritorio comunal (unidades vecinales, por ejemplo)
Otra opción interesante es comenzar a disminuir la asignación de recursos mediante FONDEVE, y fomentar la entrega de recursos a través de presupuestos participativos, impulsando así la participación ciudadana, y disminuyendo posibles relaciones clientelares entre los concejales y las organizaciones sociales. De esta manera, quienes deciden los proyectos a realizarse son los mismos vecinos, y no el Concejo Municipal.
Ahora bien, para instaurar o potenciar presupuestos participativos básicamente depende de la voluntad política del alcalde de turno. Pero ojo, también requiere de una presión desde la sociedad civil para que en las municipalidades se decida avanzar en esa dirección.
Comentarios
27 de noviembre
Concuerdo con esta columna. Temas como éste no se conversan en las comunas y pucha que son importantes. Los fondeves los usan como moneda de cambio por votos y eso hace mal.
Me puse a mirar que varias d sus columnas hablan de temas de caracter local. Señor Jorquera persevere escribiendo de temas locales, nos va obligando a reflexionar.
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