Detrás de esta operación de impugnación, solicitada expresamente por el alcalde, según los dichos del abogado de Renovación Nacional, lo que existe es un profundo espíritu “no democrático”, propio de una derecha autoritaria, en el sentido de que debe ganar sin competir y gobernar sin control, porque, a pesar que se proclaman paladines de la libertad, ésta no es entendida así cuando se tiene el poder casi absoluto.
En estas elecciones municipales se ha podido demostrar que algunos influyentes alcaldes hacen uso y abuso de todo su poder para intervenir y no dejar que exista una verdadera competencia electoral, ya sea directamente en su contra o, como ocurrió en Vitacura, para bajar a las cartas de la oposición que podían obtener un escaño en el Concejo Municipal y controlar la acción de un alcalde, que carece de todo control efectivo en su gestión.
El alcalde de Renovación Nacional, a través de su partido, impugnó la candidatura a concejal del presidente del partido democratacristiano de Vitacura. Ello, por haber defendido éste a los profesores de educación municipal de su comuna a través de un recurso de ilegalidad contra unos decretos municipales, con los que el Alcalde pretendía rebajar la remuneración de los docentes municipales, en algunos casos hasta un 50% de sus ingresos.
No perdonó el referido alcalde que se dictara una orden de no innovar en este caso y que se lo obligase a mantener las remuneraciones de los docentes, e incluso, que arriesgase un arresto por un eventual desacato a lo dispuesto por la Corte de Apelaciones de Santiago.
Así las cosas, el alcalde no podía permitir que en una parrilla ampliada de concejales, en razón de la nueva reforma electoral, estuviese alguien que decididamente lo controlaría en sus nuevos cuatro y últimos años de mandato, en una comuna trazada por la especulación inmobiliaria, la nula transparencia y falta de control de la gestión edilicia. Ello en razón de la falta de pluralidad en la composición del último concejo municipal.
Detrás de esta operación de impugnación, solicitada expresamente por el alcalde, según los dichos del abogado de Renovación Nacional, lo que existe es un profundo espíritu “no democrático”, propio de una derecha autoritaria, en el sentido de que debe ganar sin competir y gobernar sin control, porque, a pesar que se proclaman paladines de la libertad, ésta no es entendida así cuando se tiene el poder casi absoluto.
Algún profesor de ciencia política nos dirá que en la lucha por el poder todo vale, y todo se puede justificar. Sin embargo, creo que la principal regla de la democracia es, precisamente, permitir la competencia, aunque nos duela.
Este episodio nos debe hacer reflexionar profundamente sobre cómo mejoramos cada día más nuestra tenue democracia, sin esperar una auto-regulación o buena voluntad de quienes detentan el poder, pues eso no llegará jamás, sino que debemos mayor fiscalización y transparencia, y ello no a costa de excluir a quienes tratan de ejercer, de alguna manera, algún tipo de fiscalización del poder constituido.
Se hace necesaria una revisión de las normas de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, para explicar y determinar en qué casos un juicio o un recurso contra un alcalde o municipio, afectan o no a la elegibilidad de quien ejerce dichas acciones. El fallo dividido y de mayorías que en este caso dejó a un candidato afuera, no resulta ser esclarecedor, sino que mantiene una sombra de duda e incerteza que resultan inaceptables al respecto. De lo contrario, sería consagrar un blindaje edilicio en perjuicio de los ciudadanos y organizaciones sociales.
Quienes creemos en la democracia no podemos quedar impávidos ante estos guetos intocables de poder personalista, que aplastan a quienes se les enfrentan, máxime si las trazas de nepotismo, amiguismo y parentela son evidentes entre los mismos grupos que se repiten.
——
Fuente de fotografía
Comentarios
26 de septiembre
«Algún profesor de ciencia política nos dirá que en la lucha por el poder todo vale, y todo se puede justificar.». El profesor de ciencia politica que diga eso deberia devolver el titulo.
La lucha por el poder es sucia. Eso lo sabemos todos. Y vaya que vemos cosas sucias en la politica chilena. Pero eso no significa en ningun caso que en esa lucha todo valga, y menos que se pueda justificar. Y lo que se comenta en este articulo es una prueba de ello.
Tenemos a un alcalde que esta violando a la ley, violando sentencias del poder judicial, que ahora impugna a quien no «le» conviene. ¿Como se puede justificar eso? El tipo esta totalmente fuera de control. Y lo grave no es que sea de RN o de derecha, sino que es un funcionario publico electo para que no haga estas cosas. Se supone que siendo un politico y un funcionario entenderia que no puede abusar de su puesto. Pero no, no lo hace, y peor, busca perpetuarse en su puesto a costa de lo que sea. ¿Con que fin? Obvio que con el fin de beneficiarse personalmente. O sea, que hay corrupcion detras de esto, un delito muy grave.
Y lo peor es que no es el unico alcalde en esa actitud. De todos los colores, tenemos a individuos que estan fuera de control, borrachos de poder, tratando a sus alcaldias como feudos.
Vaya uno a saber quien esta asesorando al alcalde de Vitacura, pero lo que esta pasando en esa alcaldia, y en muchas otras, no va en beneficio de la politica ni de los ciudadanos. ¿Y asi quieren que se vote por ellos’ vaya descaro
+1