Nuestro planeta tiene un diámetro de aproximadamente 12.700 kilómetros. Giramos alrededor del Sol orbitando a una distancia exacta para que se genere vida. La Luna nos proporciona la luz nocturna natural y afecta niveles de nuestros mares positivamente con mareas, ya que proporciona movimientos migratorios de la vida acuática.
Nuestros mares regulan la temperatura del planeta a través de corrientes marinas, es decir la vida en la Tierra se genera basada en una constante de equilibrio muy lábil, que puede afectarse radicalmente ante cambios traumáticos a nuestro ecosistema. Estos cambios afectan la existencia de los seres vivos en la Tierra. Si afectamos la fotosíntesis de las plantas, verdaderos seres vivos que cohabitan con nosotros, también vemos afectada nuestra existencia.
Fuera de analizar la evolución de acuerdos medioambientales, los hechos demuestran, es que toda normativa y acuerdo han sido estériles o inútiles a la hora de conseguir resultados.
La polución y contaminación proveniente de hidrocarburos generó estragos en el planeta. La industrialización desmedida no consideró los efectos de emisiones de todo tipo en nuestro planeta. El crecimiento o sobrepoblación de nuestra especie, han producido demanda de bienes, combustibles, máquinas, materiales y sustancias tóxicas, donde la principal preocupación ha sido satisfacer estas necesidades de todos quienes vivimos en este planeta. No hemos considerado que la Tierra es un ser vivo (una de mis teorías favoritas de James Lovelock, de la teoría GAIA, que argumenta que la Tierra al verse afectada por cambios climáticos, que se generan por como los seres humanos afectamos, al ecosistema, la tierra busca compensar estos desequilibrios).Nuestro país no está lejos de este grado de responsabilidad, los hechos nuevamente lo demuestran, no olvidemos Til Til, Antofagasta, Quintero, por nombrar lo más representativo, son las llamadas » zonas de sacrificio»
La Tierra es nuestra casa, y nosotros somos unos pésimos dueños de casa, no nos ocupamos de mantenerla limpia, habitable y sana. Nuestro país no está lejos de este grado de responsabilidad, los hechos nuevamente lo demuestran, no olvidemos Til Til, Antofagasta, Quintero, por nombrar lo más representativo, son las llamadas » zonas de sacrificio». No basta solo con un ordenamiento jurídico ambiental, como por ejemplo el actual «código de aguas» que permite extraer indiscriminadamente este recurso vital, donde ya hay zonas declaradas con «sequía permanente».
Los gobiernos han intentado implementar aspectos como mejorar transporte público, desarrollo de conexiones viales para evitar saturamiento de generación de CO2, regulación de vehículos que emiten hidrocarburos. Además se ordena a las empresas cumplir con las normativas ambientales, emanadas de la Ley 19.300 de bases del medio-ambiente. Sin embargo existen otros cuerpos legales y técnicos que, a pesar de estar implementados, no consiguen reducir emisiones de CO2, o reducir emisiones de cualquier otra naturaleza que son nocivas para el medio-ambiente, los efluentes naturales, sean ríos, lagos, reservas naturales,etc.
Existen naciones con cierto nivel de desarrollo, donde ya se está, por ejemplo, reduciendo sustancialmente el uso de combustibles fósiles, por artefactos de transporte eléctricos. A esto hay que agregar «educación», aspecto vital para lograr resultados a todo nivel. Controlar la desmesurada ambición de grandes conglomerados y políticos que solo pretenden ganancias, no importando como afectan nuestra calidad de vida, que no solamente implica vivienda, bienes, materiales, etc, significa si deseamos vivir en un ambiente limpio de todo tipo de contaminación, y no por ejemplo, en verdaderas islas en el mar, de plástico, o niños jugando en basurales.
Si no cambiamos nuestro comportamiento como especie, para ricos, pobres, nuestro planeta sera próximamente inviable mantener la vida tal como la conocemos.
Si todo sigue como hasta ahora, solamente nos queda pedir «perdón por nuestros pecados ambientales«.-
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