En la lucha por reconquistar ese medioambiente libre de contaminación y la soberanía territorial, es que “Villa Alemana sin Termoeléctrica” convocó una marcha para el día 15 de diciembre desde Plaza Las Américas a las 17:00hrs, elevando fuerte y claro la consigna de No más Zonas de Sacrificio, en la perseverancia de que no existan más territorios donde se han priorizado las utilidades de las grandes empresas por sobre la vida, en definitiva, contra este modelo neoliberal y extractivista que reproduce la acumulación del capital a través de la explotación de la naturaleza.
En Chile, con la profundización del modelo económico basado en la extracción de materias primas para exportación intensiva, las externalidades ambientales que afectan a las comunidades han ido creciendo desde 1980, y con ello, un aumento de los conflictos socioambientales en Chile. Se crearon las llamadas “Zonas de Sacrificio”, que Fundación Terram denomina como “aquellos territorios de asentamiento humano devastados ambientalmente por causa del desarrollo industrial”, descrito como lugares donde ha disminuido “el ejercicio pleno de los derechos fundamentales de las personas; derecho a la vida, a la salud, a la educación, al trabajo, a la alimentación, a la vivienda, etc.”.Esta Central Termoeléctrica, cuyo monto de inversión es de 594,0000 Millones de Dólares, consumirá hasta 300.000 lts de agua al día, equivalente a 10 camiones aljibes repletos, en una zona declarada de escasez hídrica por la DGA en diciembre de 2017
Frente a esta situación, la comunidad de la provincia de Marga marga está preocupada por la inminente contaminación que podría generar la termoeléctrica de ciclo combinado Los Rulos. Esto se ha agravado luego de que en Febrero 2017, desde el mismo Estado a través de la Comisión de Evaluación Ambiental, se aprobara la construcción de la termoeléctrica a 4 kms del centro de Limache y a 6 kms de Villa Alemana, un territorio que hace 40 años era caracterizado por la agricultura campesina y un escaso desarrollo industrial; y que actualmente posee una alta densidad poblacional, al mismo tiempo que está declarado por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biosfera Campana-Peñuelas, por contener uno de los casi extintos bosques de la palma chilena y al mismo tiempo, ser el hogar de muchas especies únicas.
El proyecto de la empresa IC Power se sumaría a otras 16 centrales existentes en la región, al mismo tiempo que Valparaíso es la segunda región en producción de energía termoeléctrica con 2.983,7 MV, siendo solamente superado por Antofagasta. El actual conflicto socioambiental de Quintero Puchuncaví como zona de sacrificio, permite caracterizar una realidad latente que produce las condiciones materiales de su propia conflictividad, en un contexto en el que Fundación Terram describe esas zonas como “territorios [donde] el daño ambiental ha significado la situación de vulnerabilidad y empobrecimiento de las comunidades”.
Este abierto conflicto socioambiental contra la termoeléctrica Los Rulos envuelve aspectos económicos, sociales, culturales y políticos, de manera que requiere una visión totalizadora, “quedando expuestos los fundamentos del funcionamiento del modo de producción capitalista como factor desencadenante tanto de la crisis económica como de la crisis ecológica” (Sabbatella, 2009). Con la expansión de la acumulación del capital, aumenta la demanda de materias primas y energía para el consumo del sistema productivo, al igual que aumenta la producción de subproductos no deseados o desechos (Sabbatella, 2009). En efecto, esta Central Termoeléctrica, cuyo monto de inversión es de 594,0000 Millones de Dólares, consumirá hasta 300.000 lts de agua al día, equivalente a 10 camiones aljibes repletos, en una zona declarada de escasez hídrica por la DGA en diciembre de 2017, y que además, emitirá más de 100 toneladas anuales de material particulado contaminante [1]. Por si fuese poco, la energía que producirá será transmitida al sistema interconectado central para ser distribuida hacia donde hay más déficit energético productivo, es decir, en un contexto donde la crisis ambiental exige avanzar en energías renovables y limpias, la ya anacrónica manera de producir en base a energías fósiles, tiene como norte alimentar la industria extractiva minera.
El problema de esta posible nueva zona de sacrificio, radica en que las empresas externalizan todos sus costos socioambientales a las comunidades y territorios, quienes son las víctimas del daño medioambiental inherente a esta gran industria energética. Esto se genera porque la asignación de bienes por parte del mercado es inherentemente no planificada y se rige por la obtención de ganancias y la competencia. El Capital tiende a la destrucción y agotamiento de los mismos, generando escasez y aumento de los costos y gastos improductivos (Sabbatella, 2009).
En consecuencia, la lucha socioambiental de “NO a Los Rulos” tiene un rol que se puede materializar en términos monetarios para el capital, en el aumento de los costos de la energía o de los medios de vida, y en el aumento de gastos improductivos con el fin de atender la remediación del ambiente (Sabbatella, 2009). Allí radica el valor de la lucha medioambiental del movimiento “Villa Alemana sin Termoeléctricas”, ya que a un determinado nivel de demanda, no son los precios sino los movimientos ambientalistas los que ponen de manifiesto los costos ecológicos, y son los que impulsan la internalización de los mismos por parte de las empresas.
Del resultante del conflicto de Los Rulos dependerá cómo será el accionar predatorio, pues no afecta a todos por igual. Esta desigualdad en el acceso a un ambiente sano, produce disputas por la apropiación y/o mantenimiento de los recursos naturales, que en el caso del movimiento contra Los Rulos son las aguas y el aire puro, el derecho a vivir en un medioambiente limpio. La creciente depredación ambiental desencadena el aumento de la conflictividad socioambiental y la organización social, ya que es la calidad de vida de las personas las que se ve afectada y en absoluto beneficiadas por esta creación paulatina de una Zona de Sacrificio en la provincia de Marga marga.
Referencias:
[1] Fuente: Resolución SEIA
-Sabbatella, Ignacio. «Crisis Ecológica y subsunción real de la naturaleza al capital», Revista Íconos 2009.
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