Uno de los grandes problemas que tenemos a nivel regional, es que en la actualidad las regiones no tienen una estrategia de desarrollo territorial, soberana y propia, que les permita ser productivamente sustentables, con estrategias que estén de acuerdo con sus ventajas comparativas y con criterios objetivos en base a su propio destino. Con el tiempo el tema de la sustentabilidad se ha transformado en la lucha por la sobrevivencia de las regiones y se ha ido transformando en un caldo de cultivo en contra de los intereses de las comunidades, de lo que denomino un centralismo sin equidad; truncando la posibilidad que las regiones crezcan y se desarrollen con armonía, balance y sustentabilidad.
Un bosque nativo es todo lo contrario, produce diferentes tipos de árboles, vegetales, animales, frutas hongos, miel, forraje, abono, leña, maderas de uso local, fibras, vegetales, incluso medicinas naturales de uso humano y animal y como si esto fuera poco, también conserva la biodiversidad de los suelos, protege los recursos hídricos y regula el microclima.
El cambio climático llegó para quedarse y se hace imprescindible si queremos proyección de futuro y la sustentabilidad de las regiones, reformular la estrategia productiva que desde los años ochenta se decidió por la economía de mercado y se dejó de lado producción industrial, optando por la producción forestal, la salmonicultura, la producción de cobre, vino y frutas, sin normas ambientales que regularan los procesos y se permitiese la sobreexplotación de los recursos naturales y de los territorios, haciendo que en la actualidad estemos inmersos en una profunda crisis existencial del formato productivo, al no haber sabido armonizarlos con normas y reglamentos medioambientales.
En lo que se refiere a la industria forestal y los grandes incendios que están azotando las comunidades desde la cuarta a la séptima región en el mismo corazón de la producción forestal, al no tomarse en consideración que desde hace décadas que se viene deteriorando los territorios del centro sur para aumentar la producción de los monocultivos forestales del Pino y Eucaliptos. Si a eso le sumamos la crisis hídrica de cinco años a la fecha y que nadie que se hiciese cargo para parar la desertificación, han conformado la tormenta perfecta para que los grandes incendios azotaran estas regiones y estemos inmersos en una crisis de proporciones.
Hace 15 años que estamos comprando el 50% del trigo que consumimos a Argentina, Estados Unidos y Canadá, porque los trigales del pasado se transformaron en monocultivos forestales. Hace décadas que las grandes empresas forestales han estado diciendo que sus plantaciones de pinos y eucaliptos captan el CO2 y lo filtran y eso es verdad; pero han omitido que las plantas procesadoras son altamente contaminantes y devuelven con creces los porcentajes de CO2 que filtran a la atmósfera.
Ninguna comunidad aledaña a una forestal cuenta con agua para uso domiciliario y dependen de camiones aljibes municipales para surtirse, porque pinos y eucaliptos consumen las reservas subterráneas de agua, absorben los nutrientes de la tierra, reduciendo la flora autóctona por su actividad alelopática, al producir compuestos químicos que destruyen los otros organismos vivos que crean la sustentabilidad de la tierra.
La plantaciones comerciales necesitan preparar el suelo, seleccionar plantas de rápido crecimiento como el pino y el eucalipto, desarrollar biotecnología para mejorar los rendimientos comerciales y acortar los tiempos de producción, fertilizar los terrenos y eliminar las malezas con herbicidas contaminantes, asemejándose a cualquier otro cultivo agrícola. Un bosque nativo es todo lo contrario, produce diferentes tipos de árboles, vegetales, animales, frutas hongos, miel, forraje, abono, leña, maderas de uso local, fibras, vegetales, incluso medicinas naturales de uso humano y animal y como si esto fuera poco, también conserva la biodiversidad de los suelos, protege los recursos hídricos y regula el microclima.
Países desarrollados como Dinamarca y Canadá que en el pasado fueron grandes productores de celulosa, entendieron que seguir produciendo sería destruir sus territorios y optaron por comprar en Chile. No es por nada que las comunidades que viven en torno a las plantaciones forestales en la actualidad son las más pobres de Chile y eso que se supone que estos negocios mejoran la calidad de vida de las comunidades, pero eso no es así y reciben remuneraciones apenas un poco más altas que el salario mínimo estipulado por ley, trabajan doce horas diarias, a pesar que las forestales reciben la bonificación del 75% del gasto productivo por parte del estado por medio del decreto ley 701, que les ha permitido obtener un lucro exorbitante y crecer como industria, pero muy poco es su aporte social.
La suma de todas estas realidades, ha creado un vacío en la integración productiva del mundo regional, al aplicar formatos de negocios sin considerar los objetivos que toda región necesita para resguardar su diversidad cultural, histórica, social, productiva y medioambiental. Es preocupante que ninguna región de Chile cuente con un Plan de Ordenamiento Territorial, que estipule lo que puede o no debe hacerse en los territorios, delimitando fronteras productivas y eso ha traído consigo la imposibilidad de poder producir de acuerdo con sus ventajas comparativas.
Comentarios
01 de febrero
¿Qué quieres leer al respecto, Andrés?
¿Origen de lo que planteas, efectos secundarios, o soluciones?
El origen fue pinochito lindo. Le quitó la tierra a los agricultores por medio del sistema bancario. Además, le vendió terrenos estatales a precio de huevo a las forestales. Luego, les subsidió los costos de plantación.
Luego fue el afán político y económico por hacer del Área Metropolitana el centro del mundo. Miles de personas llegaron a ella desde todas las comunas más pequeñas en donde el efecto forestales les quitó la tierra.
Posteriormente, los gobiernos de la dictadura de los partidos políticos han realizado toda clase de convenio internacional de comercio. Eso ha elevado en el mundo la producción, pero, ha disminuido la sustentabilidad. Queriendo unos ser más ricos, han causado efecto dominó sobre los recursos naturales.
La solución pasa por crear una migración inversa a comunas, proveyendo sistemas de organización económica (economía con inversión asociativa para crear empresas locales) y apoyo técnico a esas gestiones para que esas empresas locales sean sustentables y sean todo el blabla que necesita revertir el cercano colapso del sistema.
También se hace necesario mejorar el sistema de dictadura que tenemos, llamada democracia, para ejecutar buenas ideas de gobierno y mejorar el uso del Presupuesto Nacional
(Si gustas una ampliación de cualquiera de los temas, hay que manifestarlo)
Con estos incendios, habrá que hacer innovaciones al s
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02 de febrero
Dar tribuna a opinologos como este señor que ademas de dar información incompleta, parece que no conoce la historia del Secano Costero, que en tiempos de la «Fiebre del Oro» fue el Granero de Chile y que fue sobre explotado y degradado por una Agricultura Intensiva y finalmente abandonado por inproductivo.
Como la zona no tenia cobertura vegetal, adicionalmente el suelo se erosiono.
Las semillas de Pinus Radiata, Pino Insigne o de Monterrey llegaron a Chile por error y por suerte.
El Pino Insigne se adapto a las condiciones de suelo y de clima de esta zona comprendida entre Valparaíso y Bio Bio y a pesar de que pueda tener algunas características que hacen que no sea la especie «optima» , si no se hubiese plantado, toda esa área geográfica seria hoy «un desierto» . ¿Porque no menciona el articulista el aporte al control al avance de las dunas?
¿Porque no menciona los ingresos de los pequeños productores?
¿Si no obtenemos madera y celulosa de los bosques plantados, la tendriamos que importar?
Otra cosa son las grandes Forestales, el subsidio del DL 701, el despojo de territorios,etc.
No se puede meter todo en un mismo saco.
Ojo. Los editores deben preocuparse de lo que se publica y no me parece serio que el autor, por muy profesional de la Sociología y experto en Turismo escriba un artículo que a mi modesto entender tiene un sesgo anti plantaciones con muy poco sustento en la Silvicultura.
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02 de febrero
Toda actividad productiva tiene que respetar las capacidades de carga, produzcas lo que produzcas y en el caso de las forestales esto no se ha respetado y esta realidad también está pasando con las actividades salmoneras y mineras, que hace rato pasaron con creces sus capacidades de carga y eso necesita ser reevaluado a nivel de gobierno.
No estoy diciendo que estas actividades que deban eliminarse, si, que su formato productivo debe hacerse de forma sustentable dada las condiciones actuales.
La expansión forestal basada en la plantaciones de pinos y eucaliptus ha generado daños al suelo y al subsuelo, contaminando las aguas subterráneas y ha creado una pésima relación con las comunidades vecinas.
La industria forestal no ha hecho nada por mitigar el daño ambiental en materia de cambio climático, de una realidad que expertos internacionales están planteando hace años en contra de continuar extendiendo el crecimiento de la industria por los próximos veinte años.
Uno de los principales sellos de certificación del sector forestal en Chile es el que otorga el Forest Stewadship Council (FSC). Este sistema está regido por diez principios que no se han tomado en cuenta:
1. Reconocimiento y respeto a los pueblos indígenas 2. Mantenimiento y mejora del bienestar social de los trabajadores forestales y las comunidades locales 3. La reducción de impacto ambiental en las actividades de cosecha forestal y el mantenimiento de sus funciones ecológicas y de la integridad del bosque.
02 de febrero